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ENTRADA XIV.
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Querido, Diario.
Si echo a volar mi memoria a los rincones de mi pasado, puedo casi afirmar que nunca en mi vida había visto ni mucho menos oído reír con tal intensidad a la siempre recta y elegante Shizuru Fujino. No lo recuerdo en mis años escolares, cuando la joven y menos popular castaña solía matar sus tardes conmigo. Tampoco lo había hecho desde que se me presento como la despampanante y atractiva potencial actriz. Así que verlo en vivo resultó ser una mezcla de emociones en mi interior que me hicieron dudar por unos segundos de que todo fuera real.
Para empezar imagínate a aquel ser con apariencia casi inmaculada, doblarse de la risa de la que estaba siendo víctima mientras se sostiene el estomago por el posible esfuerzo. Ahora introduce de fondo el armonioso sonido de un puerco que aparecer sobre la risa normal de la castaña en intervalos irregulares.
En definitiva, Shizuru, parecía que acababa ser poseida por el demonio de Puerco-Chan y pude haber tolerado el coraje con el que me encontraba trabada o las miradas raras de las personas que nos observaban desde lo lejos por la locura de mi amiga, pero lo que si te puedo confirmar querido, Diario, es que para ese punto, lo que más detectaba en mi voz era preocupación.
-"¿Shi... Shizuru?"
Carajo, eso ya no era normal, según sé, reírse así no es peligroso, me dije, pero recuerdo que una tarde me senté para ver uno de esos aburridos programas llamados 1,000 maneras de morir. Recuerdo uno en especial debido a que sonaba tan tonto que me hizo cambiarle de canal, pero antes de que lo hiciera alcance a escuchar el triste y patético final de un gordito que murió debido a un ataque de risa. El pobre hombre al parecer había escuchado algo graciosos que le hizo reir y reir a carcajadas y cuando no pudo seguir riendo... continuó haciéndolo... No recuerdo exactamente cuanto tiempo se estuvo cagando de risa, pero lo que sí sé, es que fue mucho más de tres horas, tiempo suficiente como para que su corazón se detuviera y sus pulmones reventaran. No sé si eso es posible, pero en definitiva es una muerte de lo más patética.
En fin, ahora estaba frente a Shizuru, presenciando lo que posiblemente podría ser otra muerte patética. Ella lleva riéndose aproximadamente como diez minutos, asi que podia empezar a llamar a una ambulancia después de... No, no tengo idea de en que momento tendría que llamar a la ambulancia, pero como mi tiempo es sagrado y ya me estaba dando pena decidí hacer lo más sensato que se me pudo ocurrir en el momento.-"¡¿ARA?!"
Y funcionó de maravilla, le borré la sonrisa de inmediato y sus ojos se agrandaron de la impresión como no creyendo que le haya arrojado un chorro de agua dudosa de una botella de plástico que casualmente me había encontrado en la banca que me había sentado minutos atrás. Y lo único que podía pensar después de mi enojo, es que ojalá y realmente esa cosa fuera agua.
-"¿Ya estás bien?"
Le pregunte.
-"¡Sí, ¿por qué demonios fue eso?!"
Cuestionó menos feliz mientras se limpiaba la cara y me miraba feo.
-"¿Qué quieres que te diga? Me había espantado y parecía que no pararías de reírte, pensé que en cualquier momento te estarías convulsionado"
-"¡Pero bañarme no era necesario!"
-"Mira el lado positivo"
-"¡¿Y eso cuál es?!"
-"No lo sé, no pretendas que lo haga todo yo, Shizuru, acabo de salvarte la vida. Dame un respiro"
Dramatice un poco y eso la obligó a relajarse
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Noir Désir (ShizNat) EDITADO.
Kısa HikayeRenuncio... ¡Qué se vaya todo al carajo! UNIVERSO ALTERNATIVO