Capítulo 5:
Ambos subían despacio las escaleras. Sus manos se rozaban de vez en cuando. Antes de abrir la puerta, se lanzaron una mirada de complicidad.
Minutos atrás ...
La pareja se encontraba caminando tranquilamente por los jardines del instituto. Una suave brisa rozó sus caras, haciendole cosquillas.
-Oye Lilianne ...- empezó Jimin mientras se sentaba en un banco.
-Dime.- le respondió ella realizando el mismo gesto.
-¿Por qué has venido aquí ... teniendo en EEUU una vida?
-Bueno ... han pasado cosas ...
-¿Cómo que?
Ella no respondió. ¿Podía confiar en él? Solo llevan un día conociendose, y no de la mejor manera.
-Si vienes a mi casa ... puede que te lo cuente.
-Bien ...
Ahora ...
El chico abrió la puerta entrando con una sonrisa, y ella lo seguía algo cabizbaja. Los dos se sentaron y siguieron con la clase. Las horas pasaron mas rápidas de lo normal. Lilianne empezó a recoger sus libros para irse a casa. Jimin le esperaba levantado, delante de ella.
-Lista.- dijo sonriendo levemente.
-De acuerdo.
Los jóvenes salieron del aula cuando un grupo de chicos se acercaron a Jimin.
-¡Eh Jimin! ¿Vienes a tomar un helado?- preguntó un chico bastante mono.
-Lo siento Kook ... pero he quedado con ella.- dijo señalándola.
-Y ... ¿quién es ella?- preguntó otro chico, mientras la miraba de arriba a abajo.
-Ella es Lilianne, Jin. Es de EEUU.-volvió a contestar con fastidio.
-Lilianne ¿eh? Pero, ¿no es un nombre francés?-habló otro chico.
-¡Sí! ¡Es un nombre francés J-Hope!-habló malhumorado Jimin.
-¿Y por qué eres estadounidense si ...?
-¡V!
-¡Lo siento Jimin!- dijo mientras hacía muchas reverencias.
-Perdónale Jimin. Ya sabes como es V.-se unió otro chico.
-Lo sé Rap Monster.-dijo mientras se acercabá a ese tal V y le agarraba del cuello, simulando que le ahogaba.
Lily soltó una pequeña risa. Que chicos mas extraños.
-Que risa mas adorable.-dijo un chico mientras se ponía al lado de Lily.
-B-bueno yo ...
-Soy Min Yoon Gi. Pero ellos me llaman Suga.-dijo para luego besar la mano de la chica.
Esta se ruborizó. Pero no quería quedar mal así que le contestó.
-Yo soy Lilianne. Pero me podéis llamar Lily.
-Bueno. Nos tenemos que ir ya.-soltó Jimin mientras agarraba de la muñeca a la chica.
-Encantada.-se despidió mientras movía la mano de un lado a otro.
Cuando bajaron, el chico acorraló contra la pared a la joven. Este la miró furioso, y ella con miedo.
-Jimin ...
-Lo siento ... - dijo mientras la dejaba salir.
-No pasa nada.
Salieron del instituto y fueron a casa de Lily. Ninguno se dirigía la palabra. Cuando llegaron, Lilianne lanzó la mochila al suelo, sin darse cuenta de su invitado. Este miró algo divertido a la chica.
-¿Qué haces ahí? ¡Pasa!
-¿Eh? S-sí.
-¿Quieres tomar algo?-preguntó ella mientras iba a la cocina.
-Si no es molestia.
-Claro que no. Por cierto, siéntete como en casa.
El chico se sentó en el sofá y encendió la televisión. Después de unos minutos, la joven vino con dos tazas de chocolate caliente.
-¿Chocolate?
-Eh, si no lo quieres no te lo tomes.
-No. Está bien.
Un silencio se apoderó de todo el lugar. Solo se oía los sorbos que daban cuando bebían el líquido espeso y humeante.
-Bueno, ¿me vas a contar ...?
-De acuerdo. Mi vida en EEUU era una mierda.
-¿Por qué?
-¿Quieres saber el por qué?
-Por favor.
-Mi vida comenzó a quebrarse cuando mis padres murieron en un accidente. Mi hermano mayor, en vez de salir adelante conmigo, solo se refugió en el alcohol y las drogas. En ese momento dependía de mi misma. Cuando pasé al instituto, en tercer año, sufrí acoso. Una vez casí muero estrangulada en un callejón por alguno de ellos. Cuando me recuperé volví a clases. Ese mismo día me dieron una paliza, y luego, por poco, los chicos casi me violan. El médico que me atendió cuando fui estrangulada me ayudó a llegar hasta este país para empezar de nuevo. Para mi es como el padre que nunca tuve.
-¿Por eso es que tienes esas cicatrices en la ceja y en el labio?
-Sí.
Esa afirmación fue bastante costoso decirlo. Se le hizo un nudo en la garganta, casi a punto de romper a llorar. Otro silencio.
-¿Lily ...?
-No importa. Ahora estoy bien.-dijo llorando mientras intentaba sonreir.
-¿Hasta cuando vas a sentar la cabeza y dejar que alguien se preocupe por ti?
En ese momento sintió como un cuerpo se posicionaba encima del suyo. Los ojos por fin se encontraron. No quería que la viese así. Cerró los ojos para que no viese lo débil que era realmente. Los volvió a abrir cuando sintió la respiración de su compañero en su cuello. Sentía como la sangre se le subía a la cara. Esta sensación era incómoda. Tanto que quería volver a llorar.
-J-Jimin ...
-¿Por qué?
-¿E-eh?
En su cuello pudo notar algo húmedo. ¿Lágrimas?
-¿¡Por qué no te defendiste!?-dijo levantando la mirada haciendo que sus lágrimas cayesen en las mejillas de Lilianne.
Pudo ver un chico dulce, inocente y bueno. Lily secó las lágrimas del chico que estaba encima suya. Luego sonrió y le revolvió el pelo como a un crío. El rostro de Jimin fue acercandose al de Lilianne. Ahora era ella quien se ponía nerviosa. Cuando iba a besarla ella giró su rostro. Él rió un poco, y se levantó. Cogió su mochila y se encaminó hacia la salida. Ella se levantó y agarró del brazo al muchacho. Este se giró algo sorprendido. Sin más, Lilianne besó la mejilla de su compañero y sonrió avergonzada.
-Hasta mañana Jimin.-dijo con un pequeño rubor mientras sonreía.
-Hasta mañana Lily.-dijo apartandole unos mechones de su cara.