Soltó el humo por entre los labios en una lenta respiración y éste pareció casi detenerse un momento en el espacio al chocar con el frío de la mañana. La nube se expandió alrededor de su rostro y se elevó, dispersándose pausadamente hasta desaparecer.Luhan se aclaró la garganta y descansó la parte trasera de la cabeza contra la pared a sus espaldas, mirando sin interés el nublado amanecer. Debían ser cerca de las seis, y no estaba seguro de cuánto tiempo llevaba despierto. Ni siquiera tenía sueño, de hecho. El cansancio había mutado ya a un estado de déficit de descanso en el que el mundo parecía moverse demasiado rápido, mientras que él funcionaba en cámara lenta.
Bajó la mirada al cigarrillo que sostenía entre los dedos y torció la boca en una sonrisa cargada de burla. Nunca le había encontrado la gracia a fumar. Lo intentó algunas veces en el pasado, cuando Minseok paso por una etapa rebelde y comenzó a robarle pitillos a su padre para hacerlo cabrear. Había compartido algunos con Luhan y Baekhyun, mientras Sehun los juzgaba desde una esquina de la habitación, tapándose la nariz con el cuello de su camiseta. Todavía podía recordar el tono de su voz cuando le dio un sermón de camino a casa, diciéndole lo malo que era para el cuerpo fumar y exponiendo para él el porcentaje de muertes al año causadas por el tabaquismo.
En realidad, a Luhan no le gustaba mucho fumar. El olor de los cigarrillos no era bueno. Se pegaba por todos lados, en la ropa y el pelo, en la punta de los dedos. Pero terminó recurriendo a ellos, todos esos años después, sin ningún razonamiento en particular. A veces, al llegar al quinto o sexto, ahí de pie en el pequeño patio trasero donde se tendía la ropa cuando hacía buen clima, se sentía menos ansioso. O podría ser también un delirio suyo.
Le gustaría decir que durante todas esas noches de insomnio había conseguido, en alguna medida, aclarar su cabeza. Pero no era el caso.
Estaba absolutamente perdido.
Habían pasado días desde la propuesta de su padre de instalarse de vuelta en Beijing, y el tema no fue sacado otra vez en ningún momento. Sin embargo, Zheng encontraba maneras diplomáticas de recordarle que debía tomar una decisión pronto, como mencionar el repentino descubrimiento de una casa en un vecindario cercano, o preguntarle a Yixing en medio de la cena por el funcionamiento de su instituto. Luhan fingía no tomar las indirectas y pasaba de largo el tema, pero sabía que él tenía razón. Debía tomar una decisión, y no quedaba mucho tiempo.
Una parte de él deseaba decir que sí sin cavilar demasiado. Asentir y aceptar lo que sea que implicase ese gesto, porque esa respuesta era la que su padre esperaba y la que mantendría intacto su visto bueno. Desear su aprobación y evitar las confrontaciones era un instinto. Agachar la cabeza era lo que mejor sabía hacer cuando se trataba de su padre.
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Toska «hunhan»
Fanfic❝ Oh Sehun es un adolescente con una gran vida. Atractivo, inteligente, de clase acomodada y familia tipo, con numerosos amigos y una adorable novia. Sin grandes problemas en su día a día más que algún que otro asunto cotidiano. ... Siempre que igno...