Triángulo Amoroso ⚠ Juego Peligroso © No terminada

Capítulo XXIV - Peligro.

—Está bien, como quieras —dijo como si no le importara, claramente era un berrinche.

Me llevó al Internado, no hablamos en todo el camino. Apenas detuvo el auto, me bajé, no quería estar más con él. Me pareció extraño que no se fuera, se quedó afuera del auto esperando a que yo entrara, pero eso no me importó mucho.

Como era temprano, tuve tiempo de desayunar, aunque no tenía mucha hambre. Fui a darme un baño, me puse el uniforme, organicé mis cuadernos en el locker y entré a clases de matemática.

La profesora Marshall explicó unas sencillas ecuaciones, dijo que el jueves habría examen; y que para practicar debíamos resolver más ecuaciones.

La clase terminó, al salir del salón coincidí con Hayley y Britney. Me senté con ellas en la cafetería, tenía muchas cosas que contarles.

—Amiga, ¿qué hiciste el fin de semana? ¿saliste con tus padres?
—En realidad, los llamé y como siempre estaban ocupados.
—¿Y a dónde fuiste?
—Fui a la casa de Chris, pasé todo el fin de semana con él. —Britney abrió los ojos en señal de sorpresa y Hayley se llevó una mano a la boca.
—Es decir, que tú y él.. —Brit no encontró las palabras adecuadas para preguntar.
—¿Ya durmieron juntos? —preguntó Hayley.
—Pues sí, lamentablemente.
—¿Por qué lo lamentas?
—Porque me enteré que solo estaba jugando conmigo, y justo después de estar con él.
—¿Cómo? ¿Qué te hizo?
—Se acostó con Alice Miller.
—¡¿Qué?!
—Sí, como lo oyen.

Terminamos de comer y nos reunimos en el gimnasio, el Director tenía algo que decirnos. Llegó unos quince minutos tarde, arrastrando su gran panza, casi no podía subir al escenario.

—...para garantizar que se han venido cumpliendo cada una de las normas que hay que imponer en este recinto de la educación. Por ello, notificaremos a sus padres que vengan a la reunión pautada para el día miércoles. Pueden retirarse, pero de manera ordenada. Buenos días a todos —concluyó el Sr. Peeg.

Sin hacer caso al director, todos se retiraron al mismo tiempo, acumulando una gran masa de cuerpos en la puerta, haciendo difícil la salida. Parecía una autopista en hora pico.

Cuando logramos salir del gimnasio, nos percatamos de la hora: era ya un poco tarde y debíamos ir a clases de Inglés.

Cuando alguien llega tarde, debe permanecer parado en la puerta y pedir permiso al profesor para entrar. Al llegar al salón de clases, tuve que pedir permiso para entrar a un personaje que no quería seguir viendo, sí, a Chris, exacto.

—Ya no entiendo nada, ¿no se supone que el Sr. Watson había vuelto? —susurré a Britney. Ella hizo un gesto con los hombros para indicar que desconocía la respuesta.
—¿Sí, Srta. Fallon? —preguntó Chris.
—Eres un hipócrita —pensé—. Nada, Sr. Berry —dije con rabia.

La clase terminó. Tomé mis cosas rápido, parecía que me estuvieran esperando, cuando iba a atravesar la puerta para largarme, Chris me llamó:

—Espere, Srta. Fallon. —Tenía que fingir, aún habían alumnos en el salón. Cuando todos salieron, me acerqué a su escritorio.
—¿Qué quieres? —le dije.
—No me trates así.
—No empecemos, mejor dime para qué querías que me quedara.
—¿No te sorprendió verme aquí?
—Claro que sí, se supone que tendría que estar aquí el Sr. Watson.
—¿Y no te emociona? Vamos a poder vernos.
—No, tú y yo ya no somos nada. ¿Desde cuándo lo sabes, por qué no me lo dijiste?
—Lo sé desde que terminé de recoger mis cosas en la oficina.
—Casi una semana y no me lo dijiste.
—Quería que fuera una grata sorpresa, ya veo que no fue así.
—Podría haber sido grata, si no te hubieras acostado con Alice.
—Sandra, yo no me acosté con ella.
—No me interesa, no te quiero oír. Te dije que esto se terminó. —Di media vuelta y me fui, lo dejé hablando solo.

Fui a recostarme un rato. Más tarde, estuve en la Sala de Estudios terminando el trabajo de Historia para entregarlo mañana. Ese trabajo era un poco largo, así que cuando lo terminé ya había anochecido. Al salir de la Sala de Estudios, solté un bostezo. Estaba cansada, tenía sueño, así que me fui a dormir.

* * *

Hoy es martes, el día más fastidioso de la semana para mi, es el día en que tengo más clases. Me levanto de la cama con algo de pereza, escucho alguien cepillarse en el baño y a Britney con una expresión muy seria en su rostro.

—¿Hayley, te falta mucho para terminar? —le grita Brit.
—Cálmate, te dije que ya casi salgo —grita Hayley del otro lado de la puerta. Yo solo observo la escena mientras busco algo de ropa en mi armario. Pasa un rato y al fin, Hayley sale, Britney corre y se encierra en el baño. Hayley y yo nos quedamos viendo con cara de ¿y a ésta que le pasa?

Mi amiga y yo tenemos todo listo para ir a clases, pero estamos esperando a Brit, que todavía no sale del baño y empezamos a preocuparnos, más cuando oímos un ruido extraño que proviene de adentro.

—¿Está todo bien? —le digo.
—Eh, sí. —La voz se le escucha un poco ronca.
—¿Ya vas a salir? Te estamos esperando para ir a clases —le dice Hayley. Britney abre la puerta y se ve un poco pálida.
—Aquí estoy, chicas.
—¿Te sientes bien? —pregunto—. Hacías ruidos raros.
—Sí, creo que solo es indigestión.
—Bueno, vámonos, no quiero llegar tarde —Hayley de nuevo siendo algo insensible.

Las clases de hoy han estado aburridas, lo único bueno ha sido la calificación que obtuve por el trabajo de Historia, solo eso me hizo sonreir. Fuimos a almorzar rápidamente para entrar a la última clase del día: Inglés.

Chris está explicando algo sobre el verbo to be. Y de vez en cuando me echa una mirada, se da cuenta que lo miro, pero indiferente. Lanza una pregunta al aire de lo que está explicando y nadie levanta la mano para responder, entonces se le ocurre la brillante idea de preguntarme.

—Srta. Fallon, responda la pregunta.
—¿Qué pregunta?
—La pregunta que hubiera escuchado si pusiera atención.
—Tienes razón. —Comencé a tutearlo en frente de todos sin darme cuenta—. No presto atención porque no me interesa tu clase. —Me levanté para irme.
—Pero, Sandie... —Trató de evitar que me fuera, no lo logró.

A todos los alumnos se les veía muy sorprendidos con lo que estaba pasando. Y a ninguno de los dos se nos ocurrió que estábamos dando un espectáculo, y uno muy peligroso.