Ocho

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Aun cuando los guardias trataron de detenerlo, Yoongi se encontraba corriendo hacia el mercado central, necesitaba encontrar a la señora Cho para que le explicase sobre el reloj.

Al llegar a su destino, vio a la mujer sentada frente a su mesa llena de objetos, con un pequeño abanico mientras observaba al cansado chico frente a ella.

-Supongo que vienes por respuestas, pequeño Hwarang.

Yoongi asintió, calmando su respiración y sacando el reloj de su pantalón, fue hasta ese momento que notó que seguía con la ropa de Hoseok. Sin importarle las miradas de las personas, le mostró el reloj a la señora Cho mientras esta lo tomaba en sus manos.

-El viajero del tiempo, ¿dónde lo encontraste?- preguntó con recelo.

-Estaba en su mesa, traté de pagarlo pero de pronto estaba en otra época.

-¿Lo hiciste?- la mujer se levantó de su silla, dejando el abanico a un lado y observando a Yoongi –Viajaste en el tiempo, ¿lograste salir de aquí?

-¿Por qué duele?- preguntó tocándose el pecho -¿Por qué duele tanto? ¿Por qué desaparecí de pronto?

-¡Oh, pequeño!- dijo la vieja con tono lastimero -¿Encontraste a alguien del que te has enamorado?

-Yo... no lo sé.

-El reloj sirve para viajar a distintas épocas, pero es él quién te guía al tiempo exacto donde necesitas estar, una vez encuentras el verdadero amor, el reloj comienza a descontrolarse pues necesita mantener un equilibrio. Tienes dos opciones, quedar atrapado para siempre en el otro mundo o seguir tu vida con normalidad.

-¿Por eso debo regresar cada noche?

-Pasar una noche en el otro mundo es condenarte para siempre, quedarás en el limbo, el equilibrio se pierde y el reloj desaparece para siempre. Solo hay una manera de quedarse una noche, pero es muy peligroso.

-¿Una manera?- Yoongi preguntó con curiosidad, pero más que nada, esperanza, haría lo que fuese para pasar una noche con Hoseok.

-Debes estar al borde de la muerte, una herida mortal, veneno, lo que sea, y justo en el momento en el que sientas que tu vida se va a acabar, mueve las manecillas para aparecer en aquel lugar.

Aunque Yoongi quisiera preguntar más, escuchó los gritos de los guardias de la casa Hwarang, tomó el reloj de entre las manos de Cho y corrió, tomando distintos atajos para entrar de nuevo a la casa y poder cambiarse, como si nada hubiese pasado.

Un tiempo después, se escuchó la entrada de los guardias, Yoongi se encontraba en su habitación terminando de ponerse su hanbok, el guardia entró y obligó a Yoongi observarse.

-¿Qué le sucedió a su cabello?- preguntó el hombre, girando de un lado a otro la cabeza de Yoongi.

-No lo sé, señor, parece haberse caído mientras dormía.

-¿Le parece gracioso?- dijo el hombre -¿Dónde se encontraba?

-En mi habitación, estuve enfermo.

-Deje de mentir, aspirante, no por ser hijo de una buena familia tendremos piedad, esos privilegios no existen en esta casa.

-Salí a entrenar, la espada se enredó con mi cabello causando esto- dijo señalando su cabeza.

El hombre pareció ceder, dejó a Yoongi no sin antes informarle que tendría que estar afuera rápidamente para poder comenzar con el entrenamiento junto a sus compañeros.

Yoongi dejó salir un fuerte suspiro, se sentó en su cama y sacó el reloj de entre su ropa, observándolo, trató de mover las manecillas pero estas no reflejaban ningún movimiento. Escondió de nuevo el reloj, se levantó de la cama y se fue al entrenamiento.

Taehyung estaba afuera, al verlo le dedicó una mirada de curiosidad debido a su nueva apariencia, Yoongi trató de sonreír para no preocuparlo y se colocó en su posición frente a uno de sus compañeros.

A pesar que Yoongi era bueno con las espadas, ese día recibió varios cortes debido a su distracción, no dejaba de pensar en las palabras de la vieja Cho.

Por más que trató de encontrar un momento adecuado para regresar y contarle todo a Hoseok, parecía que ese día estaba en su contra, luego del entrenamiento fue a clases de filosofía, después entreno con arco y así las siguientes actividades hasta caer la noche.

Al llegar a su habitación, Taehyung lo esperaba sobre su cama, con el reloj en su mano y una mirada acusadora.

-¿Qué sucedió con tu cabello?

-Taehyung, dame eso- dijo Yoongi extendiendo su mano para que le entregara el reloj.

-No hasta que me diga que sucedió con tu largo y hermoso cabello negro, ¡era hermoso!- Taehyung fingió llorar en una actitud muy infantil.

-Lo corté, bueno, Hoseok me llevó a un lugar para que lo cortaran. Me gusta, mucho más que el hermoso cabello negro- dijo burlándose de su hermano.

Taehyung lo miró imitando enojo, sin quitar la actitud infantil, suspiró al ver como Yoongi le sonreía y le entregó el reloj. El pelinegro se levantó, guardando el reloj, muy seguro para que nadie que no fuese Taehyung lo encontrara.

-Te extraño, Yoonie- dijo Taehyung de pronto.

-Pero esto contigo- Yoongi se sentó junto a su hermano.

-No lo estás, pasas más tiempo con Hoseok en el otro mundo. Quisiera verlo, Yoonie, quisiera pasar tiempo contigo y jugar como cuando éramos niños.

-¿De verdad quieres ir?

Taehyung asintió repetidas veces, haciendo un puchero y parpadeando muy rápido.

-Mañana, Tae, prometo que te llevaré mañana.

Taehyung sonrió, se acercó a Yoongi y comenzó a hacerle cosquillas hasta lograr que se acostara junto a él, por más que el pelinegro reclamara, Taehyung se apegó a él, rodeándolo con los brazos hasta que finalmente se quedó dormido. Yoongi sonrió y cerró los ojos, esa noche soñó con Hoseok.

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Regresé :3 

Perdón si hay algún error, estoy enferma y ya no sé ni mi nombre xD

Espero que les guste el nuevo capítulo, nos leemos pronto :D 

Mystery of love 《YoonSeok》Where stories live. Discover now