Poemario de un diario

La llegada

Llegaste a mi,
Sin yo buscarte
Sin pedirte
Sin tenerte
Me permití hablarte

Hablarte fue lo mejor que he hecho
Llegaste a mi de la nada
Y de la nada donde yo me encontraba,
Me sacaste sin saberlo
Sin darte cuenta
Sin comprenderlo

Llegaste a mi como aquel que llaga sin rumbo a un pueblo,
Se quedará solamente por unos días
Pero en esa estadia,
Cambia toda estructura
Y lo hace sin que nadie lo supiese
Sin que nadie lo esperase

Llegaste a mí,
Sin yo buscarte
Sin yo pedirte
Y sin querer encendiste
Aquello que yo juré,
Que yo pensé
Que ya nunca más lo iba a revivir

Ese fuego que unos llaman amor,
Otros dolor y otros simplemente enamoramiento,
Unos arte,
Otros poesía,
Pero yo lo llamo,
Aquello que resusita al alma
Y más importante aún al alma mía

Y mía quisiera llamarte
Sí tan solo pudiera hacerlo
Aunque es egoísta de mi parte
Amarte ahora
y antes no hacerlo.