¿Por qué me sigues en los sueños, te adentras en mi corazón y te alojas con ímpetu, con arrogancia y autoridad?. Me obligas a pensarte, a buscarte... pero nunca tenerte.
Me dañas y lo sabes, te gusta. Verme desesperada te encanta, te escondes para que te busque y te emociona. Sé por tus ojos que te apasiona que te encuentre, esbozas una sonrisa cada vez que mis ojos se cruzan con los tuyos, pero rápidamente apartas la mirada y me ignoras como de costumbre. Te excita verme minúscula, indefensa y confusa, y a veces te aprovechas de mi debilidad y juegas un rato. Cuando me ves fuerte y segura soplas y me derrumbas, quieres que te necesite, y cuando siento que te olvido te acercas maliciosamente y me recuerdas que soy tuya, aún en contra de mi voluntad.
Te robas mi grandeza y me haces menuda. ¿Qué es lo que realmente sientes? Entre lágrimas me pregunto ¡¿Qué quieres?! Me quitas mi espíritu y solo hay lugar para ti. Pero te prometo una cosa, mi vida. Me deshare de ti, te devolveré la misma fortuna que tengo; solo respiraras mi aire, sólo existiré yo, enloqueceras por mi voz, verás mi nueva yo por primera vez y temblaras, sentirás una presion en el pecho, mis gestos te imnotizarán y mi boca te enloquecerá. Y yo mi vida, te olvidaré. Me verás todo el tiempo, en todas partes, pero ya no seré tuya, seré sólo mía, y no volverás a tenerme en tu desdichada vida.
Te dolerá el pecho y sabrás que tu corazón nunca había estado tan mal. Así como el mío ahora, porque no es ni tuyo, porque no lo quieres, ni mío porque lo perdí.