Bad Love-

¿Que harías sí el amor que tanto te han contado no existiera? ¿Y sí fuera una versión más oscura de lo que esperabas? Mi nombre es Maddeline Hitson y está es la historia de como me enamoré de mi propia perdición.

***

Los hojas de aquel bosque crujen por que se que el está corriendo, por que se que viene por mi. Los buhos cantan y me asustan más, corró y el miedo se apoderada de mis piernas.

-¡Maddeline no corras!- Su voz masculina grita desesperada

No se quién es, no se que quiere, pero mi instinto sabe que es malo. Mi vista se basa en árboles y oscuridad.

-Maddie nec locis- Grita y su voz se distorsiona, no se que acaba de decir

Aceleró el pasó, ¿Que estoy haciendo? ¿De quién corro? ¿Debería dejar de temerle? El también acelera el pasó. Estoy nerviosa y mis piernas se encuentran torpemente. Me levanto y a arrastras sigo corriendo. El está más cerca, ¿Morire sí me alcanza?

-Maddie no temas- suspira

No me importa lo que diga, no importa sí es Dios, sí es un ángel, sí es un demonio, sí es mi imaginación, tengo miedo y correr me alivia.

Miro hacia atrás, ya no está y nisiquiera escucho sus pisadas. Regreso la mirada y un joven con dibujos extraños en el torso me mira, penetrando en mis pensamientos. Sus ojos azules son lo que más llaman la atención. Dejó de correr y me tiro al piso tapando mi cara con las manos. No quiero que me vea. Estoy asustada ¿Y sí me hace daño?

El se agacha junto conmigo y las hojas vuelven a crujir. Se que ahora mismo me está observano, mira mi reacción. Separa con delicadeza mis manos de la cara. Sonríe. Trata de tocarme el cabello, retiró su mano.

-No lo hagas, no me toques, no lo hagas, no me toques por favor- le suplico con un hilo de voz

El retira su mano, su sonrisa desaparece. Mi corazón se detiene por una milesima de segundo al ver que sus ojos no son azules ya, ahora se han pintado totalmente de negro, su iris, su globo ocular, su retina, total oscuridad. Parece que el perdió el control.

-¡Despierta!- suelta un alarido

***

Miro a mi alrededor asustada, es la quinta vez en está semana que mis sueños se convierten en pesadilla, no importa que sueñe el está ahí. Se que no puedo decírselo a mis padres, creerían que estoy loca o peor aún pensarían que estoy maldita y me mandaran a un convento. Me levanto y busco de bajo de la cama, entre las sábanas, adentro de el closet y detrás de la puerta principal. Nada. Me visto con el uniforme del colegio católico al que asisto y bajo a desayunar. Mis padres no están, en su lugar está Jack mi tedioso hermano.

-¿Donde están mis padres?- le pregunto

-Fueron a rezar a la iglesia por nuestras almas- Hace un bufido

Niego con la cabeza decepcionada,

-Sirveme de desayunar- dice Jack y le toma al cartón de leche desde la boquilla, odio que haga eso

-No- digo y me sirvo yogurth

Jack se levanta y se para a mi lado, el es un monstruo de casi dos metros

-Anda insecto, tengo que ir a trabajar-

-Y yo al colegio, preparate tú desayuno-

Jack me suelta un golpe en el brazo muy leve pero yo soy muy delicada, hago un gesto de dolor. Estoy apuntó de alegar pero Jack comienza a vomitar sangre, Lo hace sin parar y en su rostro el terror está marcado