¿Por que razón es tan difícil expresarnos? ¿Por que lo pensamos tanto? Tenemos que cargar con ese temor y angustia al no poder hablar libremente. ¿Por que no simplemente lo decimos y ya?
La razón a mi parecer, somos humanos. Razonar y pensar correctamente al tomar decisiones es algo que no es tan fácil para nosotros. Cuando tomamos una decisión, la mayoría de las veces nos quedamos con la duda si es correcto o no.
¿Puede haber algunas maneras de expresarnos libremente? Si, si las hay.
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El sonido del horno de microondas para anunciar que mi panque esta listo, retumba en mis oídos y hace que salga del abismo de pensamientos que se encuentra en mi mente.
Me levanto de la silla en la que estoy sentada y me dirijo de mala gana al mueble donde esta el microondas, presiono el botón para que la puerta se abra y para dar a mis ojos una gran impresión de lo que voy a desayunar. El olor del pan caliente inunda mis fosas nasales y una sonrisa tira de la comisura de mis labios. La gloria.
Con la desesperación, y el hambre que tengo, tomo rápidamente el plato donde se encuentra el panque, obviamente lo único que conseguí en mis manos fue una pequeña quemadura pero dolorosa al momento.
— ¡Ahg! - Dije en un quejido, regresando de nuevo el plato al microondas. — Mierda...
— ¿Danielle? —Dice mi madre, desde el umbral de la puerta de nuestra cocina. — ¿Otra vez el microondas con panques? — Suena cansada, y solo mueve su cabeza de lado al lado reprobatoria mente. — Debes de salir de tus pensamientos, estas mas distraída que de costumbre.
— Ya, que va, si solo ayer fueron 2. — Dije, volteando y tomando nuevamente el plato donde estaban mis deliciosos panques. — Y tu, ¿Otra vez durmiendo hasta tarde? — Suspire al terminar de hablar.
Últimamente mi madre no esta mucho es casa, y si está, se encierra en su estudio y no sale mas que para comer.
A pesar de eso, ella y yo somos muy unidas y convivimos mucho, bueno, eso hasta que consiguió trabajo en una empresa productora de comerciales. No me puedo quejar, ella es buena en su trabajo, y su esfuerzo logra muchas cosas.— Ya sabes que tengo trabajo. — Respondió mirando su celular.
— Y tu sabes que tengo hambre. — Conteste de nuevo, cortando un pedazo de panque y llevándolo a mi boca.
— Danielle, tengo una junta está tarde. — Dijo para anunciarme, pero sabía como terminaría su frase. — No voy a poder ir por ti , ¿Podrías volver sola después de clases? — Acerté.
Mi madre es sobre protectora a más no poder. Desde niña me ha cuidado mucho y se lo agradezco. Pero he crecido, y no soy la misma niña de antes.
— De acuerdo mamá. — Dije, intentando sonar decepcionada, pero fue inútil. — Voy a pasar a comprar unas cosas después de clases.
El tono de llamada de un celular comenzó a sonar antes de que terminara de hablar, y seguramente no me escuchó. Ella contestó rápidamente como si de vida o muerte se tratara y se alejo haciendo una seña con la mano.
— ¿Si? Ah, si, si claro. — Dijo mi mamá a los pocos pasos de mi, tapando la bocina del celular para responderme.
Se despidió de mí y salio de la cocina para poco después salir de la cada rumbo a su trabajo.
— Nunca entiende. — Susurré y reí para mis adentros, mientras terminaba mi desayuno.
Subí a mis habitación rápidamente después de ver la hora. Amarré mi cabello en una coleta y me puse los zapatos. Tome mis cosas junto con mi celular y la cartera, para después salir de casa y emprender paso hasta mi escuela.
Al llegar fui directo a la cafetería, para encontrarme con Laura como todos los días y hablar de tonterías.
Mientras caminaba por los pasillos de la escuela, mis ojos de posaron sobre la figura que adoro ver todos los días, el. No entiendo como es posible que tenga el pelo desordenado y aun así se vea genial. Pero lo que menos entiendo es como puedo tener este tipo de pensamientos.
— ¿Observándolo de nuevo, Danielle? —La voz de Laura logro sacarme de la raramente hermosa fantasía. — Babeas. — Suspiro, cansada de mi, o eso parece.
— Cállate, no lo hago. — Desvié la mirada, para después poner una mano atrás de mi nuca.
— Claro que si, siempre lo haces cuando lo ves. — Dice riendo. — ¿Por que no vas y le hablas? — Mira en dirección a Daniel.
Simple, no puedo, tengo miedo. Y además esta con su mejor amigo y seria muy incomodo que la novia se interponga en lo que sea que estén hablando. Así es, soy su novia, si es que se puede llamar.
No me puedo quejar de mi relación, estoy muy feliz de que al final nosotros quedamos juntos. Fue algo inesperado a decir verdad.
— Esta con Diego, como siempre. — Suspire, mientras caminaba a una de las mesas que quedaban libres. — Además, en el salón le voy a hablar, o al menos daré mi mayor esfuerzo para acercarme a él.
— Si eso dices, aunque Diego parece más su novio que tu. — Una sonrisa se asomó por la comisura de sus labios.
— No puedo decir nada contra eso. — Reí levemente, sentándome en una de las sillas. — Pero aún así, quiero creer que yo, yo soy su novia, no Diego. — Apoye mis codos en la mesa.
La historia de Daniel y yo, es algo rara e inesperada. Nos conocimos, entablamos una amistad que poco a poco se convirtió en un noviazgo.
Entre risas, confusiones, ilusiones, sentimientos y algunos problemas, hoy en día estamos juntos. Quiero creer que no fue el destino, que fue la fuerza de nuestros sentimientos, y que nosotros hemos empezado a redactar nuestro futuro.No sé que es lo que pueda pasar. Solo sé que mis sentimientos por él, se sienten más grandes cada vez. Ambos compartimos algo que nadie más tiene, un lazo que nos une, o tiene que ser algo. Es lo que creo.
Y quiero que lo que hemos pasado juntos sea apenas una parte, que las palabras cursis que no era capaz de decir antes y ahora las puedo decir, se queden. Y que el amor, si se puede llamar, sea verdadero.
Se que nada es para siempre, y siempre es para nada. Pero, hay algo que me hizo cambiar mi pensar.
Él.
~ • ~
¡Holaaa! ¡Volví!
Y en esta ocasión, con esta nueva historia, con nuevos personajes, nueva trama. Con algo nuevo en mi perfil.
Desde hace mucho tiempo (En verdad, mucho) quería escribir esta historia. Pero, no había inspiración, o no me gustaba como iba quedando...
En fin, lo logré, me gustó, y espero que a ustedes les guste.No olviden que sus comentarios me motivan y enseñan.
¡Nos vemos en el otro capítulo!
-Franwi.
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Cartas para ti.
Teen Fiction- ¿Alguna vez fuiste capaz de decir lo que pensabas, sin que sintieras ese enorme temor y angustia? - Exclamó. - No. - Contesté intentando evadir la pregunta. - Existen papelitos llamados cartas, idiota. - Bufo y salio de la habitación dando un fue...