The end. JB

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Hoy cumplo 22 años.

es algo triste, porque estoy lejos de mi familia y amigos. ¿cómo? ah, si, vine a estudiar a Estados Unidos. Estudio periodismo de espectáculos. Es una carrera genial, siempre estás informada de lo que pasa en el mundo de la música, películas o cosas por el estilo, algo que siempre amé. Hoy tengo mi primer día de trabajo, y no puedo creerlo, porque estoy llegando tarde. ¡Van a asesinarme! para colmo, ningún taxi es capas de parar. Malditos viejos. ¡Ahí hay uno! ¡Espere, espere! Genial, un muchacho con capucha me ganó. Malditos hombres, ellos y sus silbidos. ¿Qué es eso? Es.. ¿agua? ¡OH! Lo que me faltaba. Lluvia. Oh, si que tengo un gran dí...

- Mhm, ¿disculpe? - Una voz masculina me sacó de mis pensamientos.

- ¿Si? - Genial, el muchacho encapuchado trata de tirarme en la cara que él no se mojará y yo si.

- Podemos, mhm, compartir el taxi. No tengo tanto apuro.bien, eso podría funcionar, no es la primera vez que comparto un taxi.

- Gracias, me encantaría. Estoy llegando tarde.

- Le sonreí y entre en el auto. Era algo incomodo, porque aún no había podido verle la cara al muchacho.

El conductor era un hombre de mediana edad, tal vez unos cuarenta años, no tan viejo. Y se veía de buen humor a pesar del tráfico.

- Buenos días ¿a donde van? - Y lo confirmo, el taxista estaba de buen humor.

-Mhm, primero llevaremos a la señorita ... - Él muchacho me observó y por fin pude verlo.Y por dios, era muy guapo. Tenía unos ojos color miel, pero un miel brillante, aún con un día tan opaco. su nariz era exactamente perfecta, ni más ni menos. Y si boca, por dios, su boca era magnifica tenía un color tan... único. Y tan familiar...

Este ultimo pensamiento me dejó algo confusa y decidí no darle importancia.

- Al canal TC5, siguiendo por la avenida, por favor.

- El muchacho me miró un poco raro y dijo:

- ¿Bromeas? Yo también estoy yendo para allí, ¿Eres conductora?

- Su sorpresa me sorprendió un poco, más cuando giró su cara como si tratara de esconderse.

- Mhm, no, hoy tengo una entrevista de trabajo, puede que llegue a entrar, si puedo llegar a tiempo.

- Solté una risita nerviosa. Diablos este chico puede ponerte incomoda aún sin mirarte.

Estuvimos un tiempo callados, sin decir nada. Solo podía escucharse una canción en bajo que venía de la radio del auto más la lluvia que golpeaba el techo del automóvil. Y por alguna extraña razón un recuerdo vino a mi mente como un relámpago. Un recuerdo borroso, pero con un mensaje. ¿Qué es eso? Una, ¿Una canción? ... ¿Por que me la sé? Me acuerdo algo del coro, "Everything's gonna..." ¿Gonna que?

- Entonces ¿Tu que vas a hacer allí?

- ¿Yo? Mhm... - Se nota que le interrumpí los pensamientos. - Voy a hacer una entrevista.

- Oh, genial, ¿estás estudiando en la UNI también? - Su mirada vio una vuelta por el auto, con su mano se acomodó un mechón de cabello apenas visible que le sobresalía de la capucha y dijo:

- No, yo vengo como extranjero. - Y soltó una risita. La cual le devolví, sin razón alguna.

- ¿De donde vienes? - Le pregunté con curiosidad.

- De Canadá.

Y otra vez ese recuerdo. Otra vez esa sensación de familiaridad. Como un sentimiento que te abraza en un día helado. "And this loves to strong, so baby no for sho' ill never.." ¿Qué diabl...?

- ¿Te gusta Canadá? - El muchacho de ojos tan hermosos me miraba con el ceño fruncido.

- ¿Por qué lo preguntas? - Le fruncí yo el ceño.

- Bueno, te quedaste un rato pensando... - Lo miré, y él a mi. Una corriente atravesó mi columna. ¿Qué está pasando? ¿Enamorarme de un extraño? Por favor, eso solo ocurre en las películas. Este sentimiento era... algo más raro.

- Bueno Canadá me trae buenos recuerdos. Siempre quise conocer Canadá. - Le sonreí a lo que el también lo hizo.

- Eso es genial, las mejores fiestas son en Canadá. - Tenía su mirada puesta en un punto muerto, como si recordara.

- ¿Hace mucho no visitas Canadá? - Le pregunté mirándolo.

Corrió su cara para mirarme a los ojos y dijo:

- Bueno, creo que estuve un tiempo bastante largo en Canadá como para recordarlo siempre.

- ¿Visitaste otros lugares? - Le pregunté aún con más curiosidad.

- ¿Me creerías si te digo que recorrí todo el mundo? - Me miró con una mueca divertida en su cara.

- No lo sé, es posible. Pero, eres un poco joven para haber recorrido tantos lugares. - El me miró con cara rara y sonrió.

- Tengo 25 ¿Tan viejo crees que soy?

- Creí que tendrías unos.. - Me miró expectante y le sonreí - 19.

Ambos soltamos una risita.

Y ese sentimiento volvió. Pero esta vez más fuerte. Una sonrisa. Una Risa. Una canción. "When you smile, I..." ¿Que está pasando? ¿Porque ese sentimiento? ¿Porque aquí y ahora? No lo entiendo. Siento que debo recordar algo, pero aún no sé lo que es.

- Tienes una bella risa. - El encapuchado me miró y sonrió. Oh, un don juan.

- Digo lo mismo. - Le devolví la sonrisa.

Dos juegan este juego, muchachito sexy.

- Bien tortolitos, hemos llegado ¿Pagará la dama o el caballero?

- Oh no, nosotros no... - Intenté arreglar la idea del taxista.

- Nosotros no somos... - Y el muchacho encapuchado también.

- Esta bien, como digan - Nos sonrió con una cara picara y me sonroje. Oh, vamos, no te sonrojes, eres una adulta ahora.

- Bien, yo pagaré - Dijo el muchacho.

- ¿Qué? No, no, no. Tu me compartiste el taxy, yo pago.

- Estaba buscando la billetera en mi cartera cuando vi que el taxista ya le devolvía el cambio al muchacho.

- Eso no se vale. - El muchacho me dio una sonrisa y bajo del taxi. Yo lo seguí detrás.Bajamos justo en la puerta del Canal, y yo estaba entrando cuando el chico habló atrás mío.

- Mhm, ¿Señorita? - Me volví y lo miré con una sonrisa.

- ¿Si?- ¿Usted era fanática de alguien? - El muchacho miraba a otras partes pero no a mi. Que mal, ahora cuando tengo la luz de la entrada para mirar sus hermosos ojos color miel.

- No entiendo tu pregunta - Le dije soltando una leve risita.

- Eras fan de ... no lo sé, alguna banda, un artista, tal vez un cantante.

- Bueno, si, tuve mis momentos de locura por un cantante.

El asintió con la cabeza mientas mordía sus labios.

- Bien, yo, mhm, debo irme por allí. Tal vez nos veamos luego.

- Y sin dejarme responder, el muchachito sexy caminó hacia otro camino. En ese momento miré lo que tenía puesto. Unos jeans gastados, una remera blanca, de seguro con algún logo en la parte delantera, una chaqueta y unas zapatillas... ¿Como se llaman? Esa marca de zapatillas era conocida en un tiempo... Oh, que mas da, no me acuerd... ¡Que hermoso trasero tiene! ¿qué? Si que es sexy. En ese momento mi celular sonó. Oh oh. La alarma. ¡Estoy por llegar tarde!

THE END. JBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora