La hermosa rosa blanca prendida a la solapa va cayendo lenta y agraciadamente hasta tocar el suelo.
Ahora, ¿qué sigue?
La corbata se desanuda con eficiencia y es arrojada lejos.
¿Qué más?
El saco es deslizado por su cuerpo y aterriza sobre los pies ajenos.
Aún falta.
Quien lo tiene a su merced se detiene y observa con cautela, eso que ve con tanto deseo pronto va a ser suyo. Se coloca de puntitas y alcanza a besar fugazmente los labios ajenos; ambos sonríen, cómplices del mismo pecado.
Prosigue ahora con la blanca camisa de lino: ocho botones lo separan de su piel.
Tortura y lo hace exageradamente lento, como en cámara lenta.
—Estas disfrutando de esto demasiado, ¿verdad? —Musita el mayor.
—Me gusta molestarte. —La respuesta susurrada se acompaña de un guiño muy sensual.
Su victimario lo deja con la camisa semiabierta y ahora mira hacia abajo, posa sus traviesas manos en el cinturón y tira de el con fuerza.
—¿Acaso no querías ir despacio? Actúas justo como un animal.
—Shh... —Con un solo dedo lo callan y vuelven a observar—. El ritmo lo cambio yo cuando quiera.
No puede evitar reír ante semejante descaro, adora cuando el más joven adopta esa actitud. Se recuesta sobre la cama y lanza un fuerte suspiro:
—¿Comienzas a sentir remordimiento?
—Me voy a pudrir en el infierno por tu culpa.
Una carcajada estruendosa es lanzada por su acompañante y a él se le encoje un poco el corazón, ¿está haciendo bien? Pero su mente se nubla y olvida todo cuando siente cómo el otro se recuesta sobre su cuerpo y sus pieles desnudas comienzan a frotarse...
—No te pongas a dudar ahora, lo hecho está hecho.
Siente la respiración ajena demasiado cerca de su cuello y algo en su interior se revuelve. Es la adrenalina de saber que está jugando con fuego.
—Es tu amigo.
—Yo te vi primero, me perteneciste a mí desde el principio.
—... ¿Es por amor?
Lee DongHae atrapa entre sus marfilados dientes los labios de Choi SiWon y los muerde hasta hacerlos sangrar.
—¿Quién sabe?
En la lujosa capilla, rodeado de invitados, Cho KyuHyun está a nada de morderse las uñas... Su prometido va con retraso...
