// Vale tenía que sacar esto de mi cabeza o si no iba a estallar. Es un Universo Alterno que lleva días dándome vueltas en la cabeza y no me deja escribir a gusto "Por nuestros errores". Pero ya llevo bastante avanzado de ese así que no me maten. Por favor.
Esta será también, por supuesto omegaverse.
Disclaimer: Nada de esto me pertenece más que la historia en sí, y hago esto porque me apetece. //
Orochimaru se consideraba un genio a la hora de la experimentación, un genio de la ciencia ninja si se permitía alardear, sin embargo sus escrúpulos eran algo cuestionables para la mayoría de las personas. No entendían que en la búsqueda del conocimiento alguien tenía que tomar riesgos.
El hombre siempre amo crear nueva vida a partir de su propia mano. Le gustaba ver qué tipo de reacciones tendrían, que tan independientes podían volverse y que tan influenciables podían ser. Era un pasatiempo divertido y sumamente interesante.
Para saciar su curiosidad decidió realizar quizás el experimento más ambicioso de su carrera.
Más ambicioso que aquel que tuvo hace un par de años en desarrollo, robando bebés para experimentar su adaptación a las células del primer Hokage. Su resultado aunque exitoso fue algo decepcionante, a fin de cuentas un solo bebé había sobrevivido entre cientos.
En esta ocasión quería ser un poco más meticuloso con sus mezclas y tratar de comenzar con sus sujetos de prueba desde lo más cerca posible del punto cero.
Embriones era lo más acertado en este punto, los cigotos posiblemente no podrían evolucionar con una carga genética diferente.
Robarlos era la forma más fácil de conseguir una cantidad considerable en un tiempo relativamente corto.
Así que con un gran número de embriones en su poder, reunió el ADN de muchos diferentes bebés y niños de las aldeas ocultas con la ayuda de sus serpientes, usando diferentes cargas genéticas para así crear lo que denominó en sus anotaciones como Humanos artificiales.
Aún con las prisas en conseguir las cargas genéticas para poner en marcha su experimentación, se permitió ser algo quisquilloso al momento de escoger de quienes tomaría las muestras necesarias.
Consiguió un poco de todo lo que quiso en cada aldea, desde ADN de los hijos del kasekage y los hijos del 3er Mizukage, hasta genes de los grandes clanes de la aldea de Konoha, había también genes de algunas personas allegadas al Raikage y unos cuantos de dudosos clanes de algunos anbus que estaban siendo criados en la raíz de Konoha.
Orochimaru incluso había logrado conseguir algunos genes extremadamente valiosos y prácticamente imposibles de conseguir.
Genes del clan Uchiha, poseedores de uno de los doujutsus sagrados, el Sharingan.
Genes del clan Hyuuga, portadores de otro doujutsu sagrado, hermano lejano del Sharingan, el Byakugan.
También genes del Clan Uzumaki, famoso por su longevidad gracias a las masivas reservas de chakra de sus integrantes, chakra que les permitía ser el único Clan capaz de ser Jinchurikis de la bestia con cola más salvaje, el Kyubi.
Orochimaru estaba especialmente emocionado con estos 3 últimos, ya que el Sharingan provenía del hijo menor del líder del clan, un Uchiha prácticamente puro.
El Byakugan provenía directamente de la siguiente heredera del Clan Hyuuga, hija de la casa principal, descendiente directa de la fuente, era prácticamente asegurada su pureza, dada la estricta práctica que existía en la organización de dicho Clan.
Y las del Clan Uzumaki provenían directamente del último Uzumaki vivo en la aldea de Konoha, el actual Jinchuriki del Kyubi.
Tan pronto como pudo, puso manos a la obra, prácticamente teniendo una buena tanda de niños que gracias a sus combinaciones no podían ser más que individuos poderosos.
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Los niños del sonido
FanfictionUniversoAlternativo Orochimaru se consideraba un genio a la hora de la experimentación, sin embargo sus escrúpulos eran algo cuestionables para la mayoría. No entendían que en la búsqueda del conocimiento alguien tenía que tomar riesgos. Sin embargo...