NUESTRO AMOR - NUESTRO PECADO

Oneshot IV

Tribu del Fuego – Ciudad de Ceniza – Pabellón Rubí

- Yan Da aún no entiendo que rayos te pasa, desde hace meses estas actuando como una loca, grito Shou Gang siguiéndole el paso a su hermana menor la cual solo quería llegar a su habitación.

Yan Da sabía perfectamente que su hermano no se daría por vencido, sospechaba que le estaba pasando algo grande y no estaba muy lejos de la verdad, ella no estaba segura como había sucedido ni en qué momento pasó, pero ya lo había confirmado hace algunos meses estaba esperando una criatura.

Lo peor de todo es que ella no tenía idea de cómo había pasado, no era tonta para entender que un niño solo podía ser concebido de una forma, forma que ella nunca había practicado.

Debió darse cuenta antes pero con todos los malos momentos que trajo consigo la guerra con la Tribu de Hielo, desde su inicio solo fue un dolor de cabeza para ella, hasta irremediablemente lastimarla cuando se enteró que el hombre del que estaba totalmente enamorada Ying Kong Shi, era su hermano menor.

"Ying Kong Shi", pensó nuevamente en él, no había día que no invocará su recuerdo, había pasado tantos meses sin siquiera verle, desde que lograron vencer a su padre y tuvieron que abandonar el palacio de Hielo.

Tuvo conocimiento por los informantes de su padre, que había derrotado a su hermano mayor Kasuo y había sido coronado como el nuevo rey de hielo, ella envió a su hombre de mayor confianza que se infiltrará en la Tribu enemiga, solo para saber que estaba bien.

Pero eso también había sido un error su espía le dijo que el nuevo rey estaba pretendiendo casarse con la princesa sirena Lang Shang y que posiblemente la haría su reina de hielo, esa noticia le termino de hacer más daño aún.

Tener esos pensamientos para él eran abominables, ya que ella era su hermana mayor, pero tristemente se había dado cuenta que en el corazón uno no puede mandar como tanto quisiera ella, solo desearía despertar y ya no sentir el dolor lacerante dentro de su pecho cada vez que pensaba en él, gracias a los dioses que había pasado la temporada de sueños tórridos que tenía, porque hubo un tiempo cuando todas las noches sin descanso ella soñaba que estaba con él, que se entregaba a él, era una locura que la tenía como poseída por completo tanto así que había ocasiones que prefería pasar sus días durmiendo que despierta solo para verlo.

- ¡Yan Da, contéstame!, le dijo Shou Gang jalándola del brazo sacándola de sus pensamientos.

Ella lo miró con cólera tirando de su brazo con fuerza: ¡No me toques! Grito alterada causando la sorpresa de su hermano mayor. Yan Da tenía pavor de que su hermano notará la otra energía que ahora ella llevaba por dentro, tenía que ser muy cuidadosa con él, ya que lo creía capaz de todo.

- Hermana que es lo que está pasando contigo, insistió que desde hace meses estas actuando muy raro, le dijo Shou Gang.

- Y eso que importancia tiene para ti, siseo ella entre dientes, ambos sabemos que no que yo nunca te he importado, así que lo que me pase no es de tu incumbencia.

Shou Gang la miro atentamente, en eso tenía razón ellos nunca habían tenido una relación muy cercana, esa la había tenido con su desaparecido hermano Xin Jue, con el era más una relación de rivales, de compañeros de batalla, más que de hermanos, así no podía quejarse de la actitud siempre tan arisca que tenía ella con él, pero dentro de todo era la única hermana que le quedaba con vida y era la menor de todos ellos, siempre le preocuparía a pesar de nunca se lo haría saber, y en verdad lo tenía preocupado verla desde un tiempo acá ella había días que estaba tan radiante como una flor, pero otros estaba tan pálida que parecía una muerta, y su carácter había cambiado demasiado, quizás ella estaba enferma por eso estaba así, el quería saber lo que tenía.