Preparaba el desayuno mientras Cal estaba sentado en la barra revisando su celular, cosa que me molestaba. Era un puto vicio. Siempre que estábamos juntos o hablando, agarraba su celular y prácticamente me dejaba hablando sola, de seguro había otra persona mas interesante con quien chatear. Le serví el omelette con unas tostadas en el plato y sumo de naranja en el vaso, al igual que hice conmigo pero en vez de sentarme, salí de la cocina y camine hacia mi habitación. Me parecía falta de mal gusto utilizar el celular durante la comida, así que no comería junto a él.
Me encerré en mi habitación y encendí el reproductor de música, al parecer a Cal ya no le gustaba, solo me quería para sexo y para sus ataques de celos. No eramos una pareja normal, no eramos como aquellos novios que tenían sus momentos cursis, sus momentos apasionados y sus momentos de risas, solo eramos comos dos puntos fríos que solo se calentaban para tener relaciones sexuales. Yo no me oponía a que me hiciera suya, ya que había permitido esto y lo había aceptado, pero tampoco me gustaba que el solo me utilizara para hacer eso.
El año escolar casi acababa y el siguiente entraría a la universidad, junto con Cal. Aunque aveces divagara por mi mente y pensará en ir a otra universidad, a otro país y conocer personas nuevas. Tal vez debía dejar que Cal siguiera con su vida y yo hacer la mía.
Después de unos minutos deje el plato en la mesita de noche y me levanté para darme un baño, me reanude y llene la tina con agua tibia. Al meterme solté un leve gemido por el agua tibia contra mi piel y me introducí por completo. Era tan bueno.
Tome el celular y comencé a revisar mis redes, algunos mensajes de amigos e historias, nada interesante. Baje la vista y observe mis senos, me gustaban, aunque odiaba que fueran más blancos que el resto de mi piel, aunque ya era pálida. Puse el navegador en modo incógnito y busque vídeos xxx. No entiendo que me pasaba, pero estaba algo sensible y con tan sólo tocarme ya me había encendido, y pues quería más.
- Ah...-Solté un leve gemido al frotar mi clítoris mientras observaba como el chico se follaba a la rubia. Era algo bestia, se parecía a Cal cuando se emocionaba. Reí un poco e introduci uno de mis dedos en mi vagina, mientras lo movía simulando pequeñas embestidas.
- Oh...vamos -Gemí aun más al mover mi mano más rápido, a ese punto mis mejillas estaban algo rojas y mordía mis labios levemente.
No sé cuanto tiempo paso, pero cuando mi rabillo del ojo observó la puerta, había una fornida escultura viéndome. Pare de inmediato y la vergüenza de plasmó en mi cara color tomate.
Cal llevaba una leve y oscura sonrisa en sus labios, y lo más bueno era que de la toalla que tenía enrollada en sus caderas, sobresalía su bulto. Relamí mis labios y me levante de la tina para ir cerrar la puerta. Aunque estaba excitada, no lo haría con el. Estaba molesta.
- No te quiero ver. -Dije con voz neutra y agarré la puerta para cerrarla, pero este la empujó fácilmente y entro, acercadoce a mi a grandes zancadas. - Vete, me quiero bañar.
- Shh...-Indico pasando sus dedos por mis labios, por Dios sus ojos se veían tan lujuriosos y ansiados.- Sabes? El único que puede tocarte soy yo...
Su voz era suave pero posesiva, me derretía con tan sólo escucharla. Paso una mano por mi cintura y la envolvió, atrayéndome a su cuerpo con rudeza.
- Tu cuerpo no te pertenece...es mío. -Susurro en mi odio y solté un jadeo de impresión cuando tomó mis muslos y me puso contra la pared. Envolvió mis piernas en sus caderas y se froto descaradamente con mi intimidad, la cual se mojaba sin permiso alguno.
- Vaya Silver, he convertido un monstruo.- Solté un alto gemido cuando dejo caer su toalla y presionó la cabeza de su miembro contra mi intimidad.- Mira como estas mojada...