Pérdida

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Capítulo 4

Rin movía su pierna inquieta en el asiento del copiloto, no sabia que hacer mientras viajaban en total silencio ella estaba como loca tratando de idear un plan no podía dejar que el señor Sakami llegara a su casa el no podía ver eso o arruinaría sus planes en este momento se arrepentía del momento en que dijo que si al que el la llevará.

—¿Estas bien? Te ves inquieta.

—Ah claro estoy bien— “Solo que me estoy volviendo una loca paranoica”, Sesshomaru no le creyó Yamamoto estaba mas impaciente de lo normal, claro ella siempre estaba nerviosa era una clara característica de su falta de confianza pero algo escondía, tal vez no quería que viera su casa… ahora que lo pensaba ni siquiera le ha dado la dirección solo esta conduciendo igual que aquella vez que llego hasta el parque.

—Yamamoto dime tu dirección— Mas que una pregunta era una orden, orden que causo el efecto que deseaba la pequeña castaña abrió los ojos y se puso mas nerviosa de lo que ya estaba Bingo dio en el blanco.

—N-o… No es necesario yo me bajo en.. En el parque.

—Perfectamente te puedo llevar hasta tu casa no es necesario que te vayas caminando, no es ninguna molestia.

—¡No!... Digo.. No se preocupe me gusta caminar— Sakami pensó que ella era demasiado expresiva se notaba desde un kilometro de distancia lo nerviosa que se ponía por que no viera su casa quería insistir mas pero no era el momento lo dejaría tranquila, por ahora, llegaría al fondo del asunto, la directora tenia razón cuando dijo que le gustaban los retos.

—Bien te dejare en el parque— Cuando Rin escucho esas palabras sintió alivio total cosa que noto Sesshomaru, pasaron unos cinco minutos mas cuando al fin llegaron al parque, la estudiante agarro sus pertenencias y salió del auto— Muchísimas gracias por darme un aventón hasta mi casa que pase una buena noche señor Sakami.

—Igualmente señorita Rin mañana la veo en terapia— No sin antes de una reverencia Sesshomaru arranco el auto y se alejo del parque rumbo a su casa.

Rin camino y camino desde el parque hasta su casa que se hacia 15 minutos caminando, la vio fijamente una casa de dos pisos con las paredes pintadas color blanco carcomidas, patio sucio lleno de botellas y la reja oxidada, recordó que en algún momento de su niñez su casa era pobre pero llena de vida lastima que eso no volverá. Abrió la puerta con cuidado puede que este durmiendo su padrastro pero no fue así el estaba sentado en la mesa comiendo las sobras de ayer cuando el fijo su mirada en ella se levanto abruptamente y camino hasta ella.

—Ven acá maldita estúpida— Rin no pudo ni hacerse para atrás su padrastro la tomo del pelo cosa que hizo que gritara, entre mas gritaba mas le jalaba del pelo, la arrastro hasta la cocina y estrello su cara contra la mesa— Hija de tu puta madre cuantas veces te he dicho que cuando llego tiene que estar servida la comida ¡Cuantas veces lo he dicho responde!.

—Si…empre— No podía ver nada por la oscuridad de la noche, las lágrimas que empañaban sus ojos le dolía mucho la cabeza, seguro tendría un hematoma mañana en la mejilla— Perdóname por favor perdóname es mi culpa.

—Solo por que vengo de buen humor por que gane en una apuesta te dejare libre, preparame la cena pero ¡Ya!— Dijo jalándola del cabello aventándola contra el refrigerador.

La chica con los ojos empañados saco huevos del refrigerador pero sorprendida encontró carne volteo a ver a su padrastro y lo encontró mirándola hablo antes de que pusiera preguntar.

—La compre hoy hacia mucho tiempo que no comíamos carne, prepara algo con eso— La castaña asintió saco la carne que por suerte no estaba congelada y fue por unas bolsas de pasta, ya que para ella la carne es un lujo máximo haría dos platillos carne fileteada con arroz que sobro de ayer y espagueti con albóndigas con relleno de huevo. Primero hizo el filete para su padrastro que era capaz de golpearla si no se apuraba y después hizo el espagueti cuando termino se dio cuenta que el se había ido a su cuarto, los platos que estaban sucios los lavo y luego se sentó a comer en la oscuridad, cuando termino se acostó a dormir se dio cuenta que era la una de la madrugada nunca estaba despierta a esa hora lo bueno que por aquí se acostó y quedo profundamente dormida.

Despertó de golpe al no tener celular ni alarma ella podía despertar automáticamente con solo salir el sol no sabia que hora era así que abrió la ventana y aun no había nadie en las calles acababa de amanecer bajo a la sala con cuidado, prendió la tele hasta encontrar un noticiero vio que eran las cinco y media de la madrugada normalmente se despertaba a las seis, cuando termino de vestirse y desayunar vio que apenas eran las seis, muy temprano para ir a la escuela se hacia veinticinco minutos caminando, se fijo en el espejo para luego horrorizarse tenia un enorme hematoma en la mejilla buscó entre sus cosas un cubre bocas en estos casos seria lo único que podría hacer nunca ha utilizado maquillaje solo cuando era pequeña y usaba el maquillaje de su madre pero para su mala suerte los cosméticos de ella se echaron a perder hace tiempo.

Salió de la casa para ir a su instituto, al mismo tiempo acomodándose el cubre bocas, las calles de poco en poco se empezaron a llenar de estudiantes unos felices, otros en grupos de amigos y algunos con sueño. Como le gustaría tener amigos a veces ella fantaseaba con tener amigos, que cuando llegara al colegio empezara a platicar como estuvo su día, que hizo ayer, con kanna casi no platicaba en la escuela por que ella era de un estatus superior y siempre habían chicas que le besaban los píes, no podía hablar con ella mas que cuando era receso o estaba sola, hasta que el profesor la callara por platicar en clase era un sueño para ella uno muy lejano.

Distraída en sus pensamientos llego a la escuela camino hasta su salón como siempre en silencio y nadie notaba su presencia o la ignoraban era como un fantasma con buenas calificaciones. Pasaron sus clases hasta que dio el receso obvio no iba a gastar su dinero en comida por eso desayuno en casa así que salió del salón y en el jardín se puso a leer.

Sesshomaru se sentía inquieto y eso era raro en alguien que era tan seguro de si mismo independientemente de que hobbies oculte, desde que llego a su casa ayer en la noche hasta cuando despertó no pudo dejar de pensar en su paciente todavía le intriga y preocupa por que ella se empeña tanto en no mostrarle su casa, ¿Será que oculta algo? Si es así ¿Qué es?, Yamamoto rondaba por sus pensamientos hasta cuando se estaciono en la escuela, como si sus súplicas fueran escuchadas ella paso por su carro sonriendo… ¿Sonriendo? Abra pasado algo, quería hablarle, pero de que si nada más tenia que hablar en sus sesiones, santo cielo parece un chiquillo de secundaria ¡que le sucede! Tenía que calmarse, después de todo la señorita Yamamoto no es su única paciente en esta escuela tenia otros claro la mayoría eran pubertos que se creían bravucones por que querían llamar la atención de sus padres, un clásico.

Cuando dio el receso se puso a comer en el jardín ya que no le gustaba que las maestras lo acosaran ni le mandaran indirectas le cansaban las mujeres así de desesperadas por un hombre. De repente vio entrar a la chica causante de sus pensamientos a pesar de tener un cubre bocas reconocería ese pelo en cualquier lugar, iba tan concentrada en su libro que ni siquiera lo vio, el aprovecho para esconderse detrás de un árbol, se pregunto si estaría enferma por que ayer la vio perfecta sin síntomas de gripe ni nada, al parecer ella se enfermaba seguido ya que cuando la conoció también traía uno. Sonó el timbre y Sakami se dio cuenta que estaba tan absorto viéndola y tratando de descifrar algo que no termino su comida cuando tomo sus cosas vio como ella se levanto y se fue.

Mas tarde en la sesión de un chico llamado Kohaku, tocaron la puerta después de un pase vio que era Yamamoto así que dio por finalizada la sesión, el chico paso junto a Rin y se le quedo viendo, ella se puso nerviosa tal vez algo paso entre ellos.

—Entra Rin y toma asiento en breve iniciamos— un “Gracias” fue todo lo que respondió— ¿Estas enferma? Ayer te vi bien— Rin se sorprendió con esa pregunta no se la esperaba por instinto se toco el cachete y gimió de dolor, el señor Sakami se sorprendió — ¿Estas bien? … acaso ¿estas herida?— Sesshomaru se levanto de su asiento y camino hasta Rin ella dio cuatro pasos hacia atrás hasta que choco con un mueble, Sesshomaru acerco su mano hasta su mejilla, ella hipo del dolor el le quito lentamente el cubre bocas que se le cayo de la impresión cuando vio el hematoma, se le quedo viendo y a ella se le llenaron de agua los ojos, estaba perdida la descubrió o bueno descubrió parte de su vida…— ¿Quién te golpeo?.

Continuara...

Encontrando La Salvación En La Oscuridad [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora