Durante un segundo

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—Entonces te demostraré que ya no siento nada por ti —le dije quitándome el cinturón de seguridad y acercándome a él, atrapando sus labios entre los míos.

Mark se dejó, de hecho... metió su lengua con fuerza. Seguía teniendo esos labios que me volvían loco, esa forma de seducirme. Antes era el chico dulce e inocente que me provocaba, ese chico al que le quité su virginidad y con el que disfrutaba controlándole a mi antojo, pero ahora todo había cambiado, tenia frente a mi un Mark controlador, con carácter, frío y altanero, pero me excitaba aún más cuando se resistía a mí, cuando él era quien estaba devorando mi boca haciéndome disfrutar con su lengua. Jadee levemente y él sonrió de lado .

—Aún te pongo Jaebum —me dijo y me dí cuenta que había vuelto a caer, no podía demostrarle que ya no sentía nada porque no era cierto, le amaba.

—Solo eres un niño del que ya no me interesa nada —le dije, vi su mueca de dolor ante mis palabras y me bajé del coche para entrar en casa.

—No soy un niño— escuché que bajaba tras de mí —ya no soy un niño, mírame bien Jaebum —me gritó.

—Ya te he visto, sólo eres una zorra a la que le gusta restregarse con todo el mundo, si no llegó a entrar a ese bar ahora mismo estarías en la cama con Jackson. Ya no eres quien me gustaba hace diez años, has perdido tu inocencia, tu dulzura, sólo queda esta puta que se enrolla con cualquiera. Pues lo lamento mucho por ti Mark, pero yo no voy a ser tu juguete, tengo novio y lo quiero, conmigo no vuelvas a intentar nada.

Mark se quedó paralizado antes mis palabras. Sé que me había pasado pero estaba enfadado, no con él ,en realidad no pensaba todo eso de él, le amaba y me habría gustado haberle hecho el amor ahí mismo en el bar o en el coche, me daba lo mismo, sólo quería que Mark volviera a ser solamente mío, pero él... había cambiado, creía que podía controlarme y a mi nadie me controlaba, ni siquiera mi hermanito. Estaba muy enfadado conmigo mismo por haberme dejado embaucar por sus encantos, por su duro carácter que se había forjado, por su arrogancia, su seguridad en sí mismo, Mark se había vuelto mucho más atractivo ahora que se hacía el difícil pero a la vez... Te dejaba jugar para engancharte, era un maldito que daba y quitaba a su antojo para tener comiendo de su mano, le habían enseñado bien a manipular a la gente.

Entre a casa y una gran duda me salto de pronto. ¿Qué sabía de mi hermano realmente? Nada, esa era la respuesta. Se había ido hace seis años y eran seis años de su vida en los que había perdido todo el contacto. Mark entró tras de mi viéndome ahí parado pensando en todo esto y pasó de mí hacia su cuarto, pero yo lo detuve de la muñeca.

—¿Estuviste en el ejército? —le pregunté.

—Ya te dije que si, un tiempo.

—¿Cuánto?

—Unos meses —me dijo —luego lo dejé, el ejército no era para mi.

—¿Y tu carrera Mark? —le pregunté.

—¿Ahora te interesa mi vida? Suéltame Jaebum, yo no tengo nada que contarte.

Quería hablar con él seriamente, pero en esos momentos mi móvil sonó con una llamada de Jinyoung y Mark se soltó de mí con un movimiento marchándose a su cuarto.

—¿Ocurre algo Jaebum? —me preguntó mi novio en el teléfono.

—Nada, Mark se había ido a un bar y tuve que ir a buscarlo.

—Jaebum, es bastante mayor para irse a un bar solo y tomar una cerveza.

—Hay reglas en esta casa y tiene que cumplirlas.

—Tranquilízate Jaebum —me dijo con un tono suave.

—Lo siento es que... a veces mi hermano me pone de los nervios. Está incontrolable.

B E A U T I F U L   S k YDonde viven las historias. Descúbrelo ahora