Parte 1.

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—Estás loco.- Jimin afirmó moviendo su cabeza, su cerebro no podía creer lo que su amigo de la infancia le estaba recomendando.

— Jimin... Te va a gustar, la película es interesante y tiene mucho misterio.- SeokJin rodó sus ojos ante las dramáticas quejas de su bajito amigo.

—Si, y también tiene mujeres teniendo sexo con demonios.-

—En fin... Te presto esta memoria, dentro está la película para que la veas.- tomando su abrigo, salió de la casa de Jimin con prisa y las mejillas sonrojadas, dándole un último recado de que abriera su mente y dejara el escepticismo, que no se asustara por lo que viera, y sobre todo, se relajara.

...

Horas más tarde, Jimin no pudo evitar caer en la curiosidad y se encontraba por la mitad de la película, no podía mentir, los demonios en esa película eran muy calientes, músculos definidos, largos miembros y voz varonil, todo lo que volvía loco a Jimin.

Las mujeres comenzaron a recitar hechizos para invitarlos a poseer sus cuerpos, Jimin río y comenzó a repetirlo con burla.

Sin embargo, dejó de ver la película a los 50 minutos, era muy tarde y tenía que ir a trabajar al día siguiente.

La noche era calurosa así que decidió dormir con boxers y las ventanas abiertas.

El sueño en el que se encontraba era extraño... Y húmedo, sentía su pecho sudado y su respiración agitada, pequeños jadeos escapaban de sus carnosos labios y podía sentir manos en su delgada figura, despertó rápidamente y lo que miró no lo podía creer. Mirando por sobre su hombro, su culo levantando.

Una figura de gran tamaño, con cuernos.

Ojos negros y gatunos.

Encima de él.

Y sobre todo. Penetrandolo sin parar.

Lo primero en su mente, gritar, y moverse, pero no podía, el ente encima de él era más fuerte y grande, y el estaba demasiado exitado como para moverse.

Podía sentir su entrada siendo invadida por el gran miembro del sujeto.

Min... Min YoonGi... Repitelo-  podía escuchar la voz del demonio en su oído, una voz grave y varonil, hizo sus piernas flaquear y soltar gemidos lastimosos de puro placer, su miembro hinchado a más no poder, podía escuchar los chasquidos que hacía su pelvis al chochar con sus nalgas.

—Ah.. Ah... Min... YoonGi... - gimió el nombre saboreando cada letra, el demonio solo sonrió y comenzó a penetrarlo más duro, una velocidad increíble, destrozando la pobre próstata de Jimin.- ¡Ah! ¡Ah! ¡Y-yoongi! ¡Ah!

Jimin-ssi... No debes de mirar películas sobre demonios... Y menos recitar los hechizos que mencionan...- Jimin se derritió, largas tiras de semen salieron disparadas en el abdomen del demonio.- ¿Ya tan pronto, Jimin-ah? Si yo aún no empiezo...- dándole vuelta, quedaron cara a cara.

Jimin todo agitado, pudo al fin ver la cara completa, sin duda el tipo era atractivo, YoonGi le dio una sonrisa lasciva y lo penetró otra vez.

Los rodados labios de Jimin formaron una O completa, sus ojos brillantes por las lágrimas comenzaron a gotear. Su pene se levantó rojizo y contento.

Quiero que grites mi nombre, hasta que no te quede voz... Gime Jimin, quiero escucharte.- como si de un robot se tratara, los gemidos de Jimin inundaron la habitación, de la ventana, entraba un aire helado y hacia que sus rosados pezones se levantarán.

YoonGi simplemente quería comerselo, el chico era un manjar para la vista y su interior era tan cálido que abrazaba tan bien a su frío ser. Comenzó a jugar con sus pezones y a llevar más rápidos las penetraciones.

— ¡YoonGi! ¡Joder! ¡Ah, ah!.- Jimin puso sus pequeñas manos en los marcados pectorales del demonio, mordiendo su labio y con una mirada suplicante, hizo contacto visual, llegando al orgasmo.

El demonio salió del interior de Jimin y observó su dilatada entrada, está se contraía de una manera exquisita y pequeñas gotas de semen salía de esta, sin poder contenerse, dio unos cuantos lengüetasos, haciendo a Jimin gemir más y mover sus caderas.

La filosa lengua de YoonGi se metía y jugaba con la próstata de Jimin, tocando su botón una y otra vez llevando a Jimin a un tercer orgasmo.

El demonio pasó las manos por todo el cuerpo de Jimin, saboreando lo suave y tersa que se mostraba su piel. Deteniéndose en sus pezones y jugando con ellos. Jimin comenzó a babear y jadear.

Al final, Jimin durmió plácidamente, y YoonGi se prometió a sí mismo volver a visitar a Jimin y probar de nuevo el dulce néctar de su piel.

....

Incubo [Y.M] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora