| Raven |

02

Estaba recostada en el sofá tecleando en mi celular, palabras que llegaron a mi mente junto a una escena...Nada nuevo, sabiendo que yo suelo escribir unas que otras frases en mi cuaderno o en un archivo que mantengo guardado en mi móvil.

Estaba por esconder unas de mis frías mano dentro de mi remera tratando de conseguir un poco de calor, cuando un sonido me hace levantar la vista incomodando mis ojos al no poder conseguir ver nada, pues la luz de la sala se encontraba apagada, al igual que los otros cuartos, la única luz que se podía apreciar era el de mi móvil y un poco la luna.

Por pura vagues, decidí ignorar eso, la cabaña estaba vieja y cualquier movimiento o roce se haría oír en un sonido fuerte, se trataba de escuchar los animales nocturnos merodear por ahí...aunque solo creo que cerca de aquí se encontraban aves, de otra forma no me animaría vivir aquí...igual, mi padres me habrían avisado, ¿O no?

En un casa con un matrimonio y su hija:

-Kendall...¿No crees que el bosque es demasiado arriesgado para Raven? ya sabes, por los animales salvajes que andan merodeado por allí...

-Jenn, no te preocupes, Raven fue informada por Erika sobre las bestias nocturnas, y ella aun así eligió vivir allí.

-No lo se...algo me dice que no lo sabe..

-Estas diciendo que nuestra hija miente? Jenn, Erika me aseguro haberlo hecho, y yo confío en ella, tu también deberías de hacerlo, ella no es ninguna mentirosa, de la única persona que debemos desconfiar es de Raven, después de todo no es mas que una..-El rostro del hombre paso de mirar al frente a la derecha, antes de que lograra terminar su oración.

La mujer había volteado su rostro de una bofetada, ambos no podían creer el impulso de la mujer. Rápidamente, ella se recompuso y se paro firme.

-No te atrevas a insultar a mi hija, dejara de ser la tuya, pero mía sera para siempre...-Murmuro entre dientes defendiendo a su pequeña mujer, que lamentara no haber creído en ella.

Lo que ellos no sabían, era que detrás de la puerta de su cuarto se encontraba su hija mayor disfrutando de la escena sin remordimiento.

Narra Raven:

-Si...me habrían advertido-Trataba de sonar segura para lograr convencerme.

La noche estaba fresca y joven, desde la tierra se lograba ver algunos destellos verdes del cielo junto a un azul oscuro, y bellas estrellas fieles acompañantes de la luna.

Esa hermosa imagen fue la primera en ser revelada después de ser tomada por mi cámara.

Antes de volver a la cabaña en busca de calor, pues traía aun la misma ropa que al salir de la ducha, el sonido lo había vuelto a oír, claramente escuchándolo de afuera se escuchaba mucho mejor, y se oía como rápidas pisadas y fuertes respiraciones.

Y por primera vez en mi vida, corrí hasta la puerta a toda velocidad, estaba por abrir la puerta cuando escucho el aullido de un lobo, los reconocía por mi investigación, por primera vez lo había escuchado en vivo y persona, tuve que cubrirme los oídos con mi manos, el aullido era tan fuerte, aturdidor pero a la vez lograba llenar algo dentro de mi, como si quisiera que el lobo se encontrara junto a mi, para detener su aullido tan melancólico, y volvió a aullar luego de un minuto, minuto  en el que me había quedado frente a la puerta esperando a algo que ni yo sabia. Esta vez, su aullido era diferente, esta vez despertó con mas intensidad un sentimiento en mi que no sabia descifrar cual era, reacciones y recordé la razón de mi huida, volví a ser yo, y estaba tan cagada...

Tratando de no tirar mi cámara abrí la puerta, pero ya era demasiado tarde, a zancadas la bestia se había acercado y mi miedo había crecido, estaba atrapada por un par de brazos llenos de tatuajes.

Puta mierda...

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-Miyel.