Desperté. Me incorporé de inmediato, tenía la misma ropa que ayer. Las maletas me confirmaban que lo de ayer no había sido un sueño. Salí de inmediato de la habitación, no se escuchaba nada ni nadie. Salí lentamente con las maletas evitando que alguien me escuchara.
—Despertaste. —Me sobresalté al escuchar la voz de Taehyung.
—Lo hice, lo siento, por todo lo que hice ayer. Me iré rápidamente. —Estaba a punto de irme cuando la risa de Taehyung me detuvo.
—Jimin llamó preguntando por ti, le dije que sabía en dónde estabas, pero que no le diría.
—Debe estar preocupado.
—Pensé que no te importaba.
—No realmente, pero es mi amigo, después de todo.
Salió de la cocina. Tenía puesta su pijama, ni siquiera había quitado su antifaz para dormir, estaba sobre su frente, su cabello lucía gracioso. Sonreí cubriendo mi boca.
—Tu cabello también es un asco.
—No tanto como el tuyo. —Comencé a reír.
Arreglé mi cabello con ayuda de mis manos, dejando dos mechones a los lados. Mi celular vibró, lo saqué de mi bolsillo. Tenía muchos mensajes de Jimin al igual que llamadas perdidas, recordé lo que había pasado. Mi garganta dolía por el alcohol, yo era de las personas que aunque bebían mucho, al día siguiente podrían levantarse como si nada hubiese pasado.
—Puedes quedarte con este departamento. Pienso mudarme al centro, puedes quedarte con todo. —Me entregó la llave, de la cual colgaba un llavero de diamante rosa.
—Gracias, realmente no tenía idea de a dónde ir.
—No es nada. —Sonrió.
Iba a decir algo, pero mi estómago gruñendo evito que hablara. Sonreí avergonzada. Taehyung me llevó a la cocina, había dos platillos servidos con waffles, unas de las comidas que siempre había querido probar por segunda vez, recuerdo haber estado afuera de un café apreciando la foto de estos con miel, fresas y azúcar glass, solamente saboreando, sabiendo que nunca los compraría, al igual que las fans con sus idols. Me senté frente a él probándolos.
—Wah~ ¡Son deliciosos! —Levanté los pulgares.
—Me alegra que te gusten. —Sonrió.
—Gracias por la comida. —Comencé a comer. Taehyung igual.
Comía contenta, ahora tenía casa, comida en la nevera, leche de fresa, televisión y una bañera sin necesidad de un empleo. Aunque aún pensaba en entrar a un trabajo de medio tiempo.
—Ya, pienso entrar a trabajar en otra cosa. —Hablé después de beber del jugo de naranja.
— ¿En qué? —Taehyung bebió de su jugo.
—Quiero trabajar en un cine, así podré comer las sobras de quienes salgan del cine. Además, podré trabajar de las 8 de la tarde hasta las 12, eso sería genial, porque estaría desocupada más de la mitad del día, serían 4 horas de trabajo, podría tomar un curso de algo para distraerme en las tardes, tal vez pintura o algún instrumento.
—Suena bien, siempre y cuando esté cerca.
— ¿Cerca?
—De casa, para que no tengas que caminar mucho.
—Ah, sí. —Sonreí.
Salí del departamento en busca del empleo en el cine, después de acomodar las cosas en mi habitación y de preparar mi lonche, bueno ni tanto porque solo guardé lo que había sobrado del desayuno. Un rostro conocido. ¡Eun Bi! Estaba en una cita con su novio, Jungkook, el de nariz grande y sonrisa de conejito. Corrí detrás de ellos asustándolos, extrañamente ahora estaba de más humor. Era más molesta que otros días, y no era por Taehyung, era porque ya no sentía nada por Jimin. Ahora era libre de cualquier cosa sin tener que atender el teléfono cada minuto diciendo lo que había hecho o dicho.
—Ash, ¿a qué viene eso? —Preguntó Eun Bi mientras yo reía como bruja.
—Estoy contenta, muy feliz. —Sonreí.
—Hola, noona. —Me saludó el chico con una sonrisa.
—Hola, novio de Eun Bi. Me voy, los dejo con sus cosas de novios. —Salí corriendo a la entrada del centro comercial, en donde estaba el cine.
Se solicitaba personal, una buena señal de que ese era el trabajo que siempre estuvo esperándome. Rápidamente fui contratada por la excesiva necesidad de vacantes. Usé el uniforme ese mismo día, al parecer había estreno de una película, por eso había demasiada gente afuera esperando a que las cortinas metálicas abrieran. Me acomodé en mi lugar después de que el gerente me presentara el personal, una chica gordita muy tierna, un chico lindo pero tímido, una chica con la cabellera rubia, obviamente falsa, con demasiado maquillaje, una chica llamada Lisa, muy linda, y un chico de tez blanca y con ojos pequeños. Todos me saludaron excepto la chica "rubia", me dijo que nunca saludaba a alguien que fuera más linda que ella. Creo que eso era un cumplido, así que solo le sonreí.
—Soy Jo Hye Jung, estudiante de universidad, —se inclinó sonriente— eres muy bonita.
—Gracias, pero creo que eres más tierna.
—Min Jia, conocida como Jia en Instagram. Soy realmente popular, linda. —Dijo la chica rubia sacando la paleta de su boca con una sonrisa arrogante.
— ¿Y porque estás aquí?
—Eso no te incumbe. —Se volteó avergonzada.
—Mattew, puedes decirme Matt, como todos lo hacen. —Me dijo el chico lindo con una sonrisa. Sonreí igual haciéndole sonrojar.
—Bienvenida a tu peor pesadilla, Min Yoongi. —Este se limitó a verme, volviendo a su celular.
—Lisa, trainer en YG. Espero que podamos llevarnos bien. —Se inclinó con una sonrisa.
Comenzamos a trabajar luego de que los clientes vinieran como fieras, parecía que eran las entradas para un concierto de Twice o algo parecido, recuerdo haber hecho fila durante horas junto a Eun Bi en un concierto de Big Bang, justo para quedar en la primera fila, en donde un chico al que le llamaban TOP le sonrió apretando sus mejillas haciendo que Eun Bi explotara de ternura. Cosas de fangirls. Era divertido recoger dinero, ponerlo en la caja y, a la misma vez preparar comida. Terminé hasta las 3 de la tarde, en donde se cambiaban de turno. Los chicos me invitaron a comer, se había nublado, lluvia muy fuerte, como una tormenta. Era una tormenta. Odiaba que lloviera a pesar de que muchos lo amaba, ¿eso qué? No iba a ser como ellas. Hamburguesas, mis favoritas.
—Dime unnie, ¿tienes novio? —Preguntó Lisa con una sonrisa.
—No, pero me gusta alguien. —Sonreí sonrojada.
—Vaya, creí que serías más reservada. —Comentó Matt haciendo que todos riéramos.
—Su nombre es Taehyung, aunque creo que él no siente lo mismo por mí.
Nadie habló. Todos comenzaron a comer luego de servir las hamburguesas. Regresé al departamento después de ir al centro comercial y caminar viendo las tiendas como su tuviera dinero para comprar algo. Había una nota en la nevera.
"Lo siento, realmente lo siento mucho, Jung Yerin.Abre la nevera"
Abrí la nevera. Había un ramo de girasoles. Lo tomé con una sonrisa en mi rostro. Saqué la nota que había dentro. Salí corriendo, no me importó el hecho de que había tirado el ramo. Los girasoles fueron lo último que me importaron en esos minutos. Tenía solo 12 minutos para llegar al aeropuerto.
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Strange Feelings 💐 Taerin
FanfictionUn sentimiento extraño, que sigue creciendo dentro de mí. Lo peor es que, ni siquiera sé por quién, ni por qué. Siguen cayendo mis lágrimas, pero estoy confundida porque no sé cual es el motivo de ellas.