Capitulo 10: La carta azul

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Cuando abrí la nota las manos comenzaron a temblar me, de solo pensar lo que diría me ponía demasiado tenso y nervioso, mire hacia Christopher y a Vanessa, me tomaron del hombro y luego de un par de segundos en los que hice controlarme enfoque mi  vista en la carta y procedí a leerla:

Hola Steve, soy yo, tu padre.                    Realmente no se como comenzar esto, ni siquiera estoy seguro si podrás leer esta carta, pero tu mamá insiste en que podrás llegar a casa y no dudo que puedas lograrlo, eres una persona valiente que siempre trata de darlo todo por los demás, aunque esto            conllevase a perjudicarte y por eso trataras de buscarnos.                              Sabemos que estas solo, hace un momento presenciamos la mordida de una joven que encontramos en el camino, ahora nos damos cuenta lo que le paso a tu pequeño hermano, la mordida lo infecto y se convirtió en uno de esos monstruos,                          no sabes lo que nos duele que eso allá pasado pero no queremos que de ninguna manera te des por vencido.      En el momento en que nos separamos solo pensé en proteger a tu madre, me duele demasiado haberlos dejado,
pero tu mas que nadie conoce las            decisiones que se toman en un momento así, se piensan muy poco y son irreversibles.                     
Tu madre y yo te prometemos que haremos lo posible por encontrarte a ti y a tu hermano Christopher, ahora mismo saldremos de casa y los buscaremos por la ciudad,                    no descansaremos hasta encontrarlos; llevaremos tiza y hojas azules, marcaremos cada lugar por el que pasemos así que procura mirar bien en todo momento y por ultimo                 solo te pido que me cumplas lo que dijiste el día en que salimos de casa esa palabra que me hizo sentir orgulloso del hijo que tengo "SOBREVIVIRÉ";
Steve quiero que sobrevivas a como de lugar. Te amamos hijo.                                Att. Esteban y Claudia

No sabía si sonreír o llorar, así que solo abrace a Christopher y a Vanessa.
—¡¿que pasa?!, ¡¿que dice la carta?!— pregunto Christopher desesperado.
Se la di y comenzó a leerla; mientras lo hacía tome una sudadera azul, con un pans negro y unos tenis negros; se que parecía tonto cambiarme en un momento así pero no sabia si iba a pasar horas, días, semanas en esa situación, al menos quería hacerlo de una manera cómoda y que me permitiera correr fácilmente.
Christopher termino de leerla y se quedo pensando, detrás de él se podía ver como el sol desaparecía, cada vez se hacia mas de noche y eso implicaba no poder salir de ahí, por la noche todo sería más peligroso.
—Christopher será mejor que nos quedemos aquí, al menos por está noche, será difícil andar por ahí con esas cosas y más si no podemos ver— Comento Vanessa mientras lo miraba a lo cual él acepto.
Comenzamos a tender las camas, a ponernos cómodos para pasar la noche ahí cuando de pronto recordé que canelo seguía en la camioneta y baje corriendo las escaleras hacia la puerta principal, pero Christopher me tomo del brazo.
—¿Al menos ya viste por la ventana lo que hay afuera?, por ahora no saldremos, es un suicidio, además el perro puede cuidar la camioneta y pasar desapercibido— dijo Christopher con autoridad.
Me quedo más que aceptar lo que él me dijo, las calles estaban llenas de los no muertos, como si la noche los dejase sentirse más libres, como cualquier adolescente a mi edad.
Para nuestra suerte las puertas y persianas de la casa eran oscuras y no dejaban que la luz de las velas que encendimos saliera hacia las calles; Vanessa preparo sandwiches para los 3, tome unas papitas de la alacena y comenzamos a conversar maneras de defendernos y de lo que haríamos por la mañana.
–Por ahora hay que descansar, saldremos por la mañana cuando las cosas estén mas tranquilas– dijo Christopher.
Y así fue, recosté mi cabeza sobre una almohada y abracé otra, esas ultimas semanas se me había echo costumbre, me sentía solo en mi habitación; miré hacia el techo y me puse a pensar en mis amigos, familiares en como estarían, o lo principal, mis padres.

Desperté de golpe, mi cuñada seguía durmiendo, Vanessa siempre había tenido el sueño pesado, pero Christopher no estaba, tome el reloj de mano, marcaba las 7:06 am; Me puse de pie y me puse los tenis, baje las escaleras y vi a Christopher en el sofá que estaba a un lado de la puerta y le pregunté el porque estaba ahí.
–Alguien tiene que cuidar las entrada principal ¿no?– dijo mientras hacia una mueca.
Sonreí y me senté a su lado, pasaron unos cuantos minutos y me puse de pie.
–Ya es hora de partir ¿no lo crees?– dije con un tono feliz.
No quería perder el tiempo, la carta que había leído un día antes me dio fuerzas y esperanzas, sabia que encontraría a mis padres, estaba seguro.
Christopher se puso de pie y me sonrió con un "si" que vino después de un bostezo suyo, subió a despertar a Vanessa y a alistar algunas cosas, mientras yo subía a mi habitación.
Comencé a ver las fotos que tenía puestas en la pared, en todos esos recuerdos era feliz con mis amigos, era increíble como todo cambio de la noche a la mañana.
Entre el silencio de cada habitación se comenzaron a oír golpes y raspones en la puerta principal, tome mi guitarra y le quite su funda, baje las escaleras y vi a Christopher tratando de ver por la ventana que era, finalmente pudo ver, era un no muerto tratando de entrar.
–Tenemos que dejarlo pasar y aquí dentro lo detenemos, no podemos dejar que alerte a los demás– dije entre susurros.
Christopher me miro y hizo un gesto, estaba preocupado de lo que podría pasar pero él sabia lo que le decía, esa cosa podría alertar a más y no sería para nada bueno.
Quito el seguro de la puerta y comenzó a girar la perilla, el no muerto empezó a empujar la puerta y justo cuando estuvo a punto de entrar...

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⏰ Última actualización: May 23, 2018 ⏰

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