—Odio los gatos.
Los párpados de Jimin, que usualmente se mantenían entrecerrados se abrieron forma escandalosa, y graciosa.
—¿En serio Ji-An? —cuestionó con auténtico pasmo—. ¿Quién puede odiar a los gatos? ¡Si son preciosos!
Torcí una mueca al ver como restregaba sus mejillas con esa bola de pelo blanca. El bicho parecía igual de contento que mi novio y yo no podía estar más decepcionada.
—¿Eres alérgica?
Negué ante su repentina preocupación.
—Debiste haberme preguntado antes de traerlo, Jimin-ah —farfullé sin pretender sonar grosera, sabía que él lo había hecho sin mala intención—. No me gustan los animales.
—Era una sorpresa —musitó con un puchero, sin dejar de consentir al felino—, ¿al menos podrías cuidarlo unos días? —meneé la cabeza, más él no desistió—. En mi edificio están prohibidas las mascotas, pero iré a Busan hasta en unas semanas, ¿no podrías tenerlo mientras visito a mis padres?
Era inevitable caer ante esa sonrisa de párpados cerrados. Sus ojitos se volvían unas líneas y las arrugas de las comisuras de sus ojos se acentuaban por sus mejillas rellenitas.
Extendió el gato blanco a mis brazos, y él renuente se aferró a la camisa de franela de Jimin, negado a dejarlo.
Tan pronto como logré agarrarlo, bufó en mi cara, sacudió las patas y me aruñó con sus uñas.
—¿Lo ves? No me quiere.
Ji-Min soltó una risa pequeñita, que disimuló al notar mi cabreo.
—Eso es porque siente que le desagradas, si cambias tu actitud, él también lo hará.
Resoplé a la vez que liberaba al animal y él empezó a correr de un lado a otro en mi departamento.
—¿Al menos tiene nombre o le puedo llamar bola de pelos?
Jimin ladeó una sonrisa y se dispuso a acomodar la mochila sobre sus hombros.
—Era tu regalo, quería que tu le pusieras nombre.
—Bola de pelos entonces.
Jimin rió, se aproximó a mi rostro y me besó castamente en los labios.
—Piensa uno mejor, sé que puedes —se burló. El sonido de vajilla cayendo nos hizo sobresaltar y él de inmediato se apartó—. Nos vemos después, linda.
Y salió corriendo.
Al llegar a la cocina pude ver a la bola de pelos sobre la alacena, y sin querer preguntarme cómo había llegado ahí, recogí las ollas y loza del suelo, que por suerte no se había estropeado y le dediqué una mirada de reproche.
Los gatos eran inteligentes, ¿no? Entendían esas cosas.
Más el bicho dejó de mirarme y como personaje de fábula fijó la vista en otra cosa.
Antipático.
—Créeme, si haces algún otro mal te sacaré de la casa, siempre puedo decirle a Jimin que escapaste.
Juro que ese gato entendía mis palabras, porque de sus ojos amarillentos percibía una apatía que no era normal. Era como si con sólo sus alargados ojos me transmitiera todo el odio y desdén que sentía por mi.
Ya sabía que las siguientes semanas serían un jodido martirio, y no podía ansiar otra cosa si no que el tiempo volara hasta que mi novio fuera de visita a casa de sus padres.
Vaya mierda Jimin, la próxima vez asegurate de darme algo que me guste. No un gato pulgoso.
× × ×
así que... eso es el primer capítulo, para aclarar: 1 no es híbrido; 2 no es cambiaformas y 3 por ahora.
déjenme saber su opinión plz.
Chim chim bc los animales lo aman y él a ellos <3
edit. Wattpad siempre me cambia los guiones largos por cortos y eso me cabrea.
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grumpy suga ; myg ✓
Randomuna historia corta y sosa sobre una chica que odia los animales y un gato antipático llamado suga.