Primera víctima

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Yoongi había asistido, junto con la pequeña Holly colgada de su brazo. La pequeña lo saludo eufórica, para luego correr con sus amigos, dejando al Guepardo en medio de lo que sería la recepción. Pensó en ir a invitarlo a bailar, disfrutar juntos esa velada, pero al mismo tiempo se sentía cohibido, no quería ser rechazado. Se miraron unos minutos, en los que SeokJin se rindió y fue a charlas con los integrantes de la manada, a la par que su pareja suspiraba, dirigiéndose a la sección de bocadillos. Aquella sería una larga velada donde vería al Omega Líder ser todo sonrisas y amabilidad con todos, excepto con él.


La velada prosiguió amena, los rayos ya se estaban ocultando, por lo que la iluminación artificial se hizo presente. La pista se coloreó con tonos azules y amarillos de luces parpadeantes, al son de una melodía tecno combinada con instrumentos tradicionales, en una mezcla amena pero bailable que tenía a los participantes moviéndose levemente en sus sitios.


Jungkook un Omega de Pantera, agitaba el contenido de su vaso al son de la música, su cabello completamente lustroso de negro junto con sus ojos ámbar, eran la perdición de muchos Alfas de la Manada, quienes trataban de impresionar al increíble jovencito, quien serio y brillante era considerado una joya. Aunque era claro que tanta belleza tendría una trampa y aquella era la personalidad curiosa del felino, quien amateur en mecánica, le gustaba experimentar demasiado y por muy brillante que fueran sus ideas, no competían contra la letalidad de la fase de prueba de las mismas.


Pronto una leve explosión hizo volar la cabeza de una de las esculturas en madera de oso, cuando el plan inicial era que este se moviera como un animatronic –No entiendo que pudo fallar...- Murmuró para sí mismo en voz alta.


-¡Jungkook!- Suspiro resignado, al ver quien se encaminaba en su dirección, nada menso que la mano derecha del Líder, el Alfa de Oso, Namjoon. Las botas del imponente hombre retumbaron aun en la tierra firme, su ceño en ese momento estaba diez veces más fruncido de lo que cualquiera podía imaginar. No importa que tan mala, ruda, o dura fuera una persona, era seguro que se hubiera atemorizado ante la presencia hostil. Pero el Omega solo yacía ahí, aun calmado como si nada frente a la figura enfurecida, es más, tenía un dejo de incredulidad en sus ojos miel.


-¿Si, amor?- Dijo con su habitual y melodioso timbre de voz, aunque estaba serio podía notarse relajado y de buen humor. A veces costaba creer si era consciente de la realidad, o vivía en su propio mundo. Esto solo pudo irritar más, si era posible, al pobre Alfa que tenía que sufrir constantemente de sus locuras.


-¿En que estabas pensando? Viste la explosión que causaste, arruinaste toda una mesa de comida y alguien pudo salir herido- Enseguida la Manada murmuro, acostumbrados a las reprimendas que le daba el Alfa maduro, a su joven y muchas veces, incontrolable pareja. Repentinamente tomo el brazo del menor, arrastrándola a un lado de la carpa central, lejos de la pista y la mayoría de invitados. Necesitaba privacidad para discutir, aún sin soltar el agarre, continúo con sus reclamos.


-Te lo diré, quería sorprenderte, las feas esculturas que mandaste a hacer para la ocasión eran muy aburridas, quería darles un toque interesante, que fuera una mezcla con estilo, como nosotros- Namjoon solo arrugo más su expresión.


-Soy indulgente con tus experimentos, te apoyo en tus proyectos, pero una cosa es tu pequeño taller y otra una fiesta llena de gente. ¿Acaso no pensaste en las consecuencias? ¿En que alguien podría salir herido? Debes aprender...- Mientras el discurso del mayor continuaba, la atención de la Pantera estaba en cualquier otra cosa menos en los reclamos de su pareja. Pasando su vista a un plano por detrás de la gran figura del Oso, así parecía que aun prestaba atención, comenzó a mirar las reacciones de las personas que los observaban curiosos por el chisme.


El discurso seguía y seguía sin dar respiro alguno, luego de un rato ya ni siquiera se molestaba en demostrar que prestaba atención, comenzado a divagar su vista en otros lugares. Sus ojos se enfocaron hacia arriba, valla a saber porque, pero encontró algo muy familiar que llamó su atención, un muérdago felino.


-"Enserio Jin las puso, que atrevido"- El descaro de Jungkook se hizo evidente, mirando sin disimulo, perdidamente el techo como si fuera más interesante que lo que el Alfa estaba diciendo.


-¡Jungkook ¿me estas escuchando?! ¿Qué tanto miras?- Namjoon miro en la misma dirección, había hecho la pregunta, y según las reglas de la fiesta, el Omega como conocedor, sacaría de su ignorancia a su pareja.


El felino, haciendo gala de sus dotes naturales, se posicionó sobre el hombre más alto, sellando sus labios en un apasionado beso. El receptor de aquellos demandantes labios, trastabillo hacía atrás, afirmando sus palmas en la cintura de su Omega, quien no perdió la oportunidad de profundizar el beso al rodearlos por el cuello con sus brazos. Ambos rostros se inclinaron a la par que las bocas se abrían, devorando su bocadillo favorito correspondiente de cada uno. Chasquidos y leves gemidos no tardaron en llenar el espacio de la pareja, que se besaba con experiencia, sin necesitar separar sus labios por aire, sincronizados a la par que aminoraban el ritmo para recuperarse, sin despegar sus belfos.


Aquella demostración sonrojo al muérdago, que cambio su adorable verde al colorado rojo de la vergüenza y la pasión. Cuando se separaron, Namjoon gruño, buscando de nuevo el néctar de los labios de la Pantera, con su mal humor lejos y el discurso sobre responsabilidad totalmente esfumado de su cabeza –Muérdago- Le ronroneo Jungkook, con una sonrisa deslumbrante, observando la tonalidad de la planta antes de tomarla entre sus dedos, ahora le pertenecía.


-¿Qué tiene que ver el muérdago?- A veces las ocurrencias del Omega eran demasiado extrañas, no se suponía que le hablaras de los adornos del techo a tu pareja después de besarle con tal devoción. Además el cambio de tema lo había bajado a la realidad nuevamente, recordando que hace un minuto él estaba muy enojado.


-Se alimenta de la pasión que recibe del amor verdadero, por lo que cuando se siente lleno, madura, convirtiéndose en un potente afrodisiaco- Ronroneó jocoso, sonriendo ladino ante el sonrojo de su gran y masculino Alfa, que lo hacía ver tan tierno y apetecible, acrecentando la necesidad del menor de montarlo -¡Así que ya lo saben todos, lleven a sus parejas o enamorados para comprobar si su amor es verdadero!... Nosotros nos vamos- Apremió el felino, alejándose de la fiesta sin importar que Namjoon moría de la vergüenza al verse convertido en el centro de atención, además de exponer algo tan íntimo de su vida.


CONTINUARÁ

¿Quién es más caprichoso? /SuJin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora