Novela de Boruto, Naruto: La Película. ボルト‐ナルト・ザ・ムービー

Cap.2- Privación (Part.1)

La puerta se abrió.

Entró un hombre que posiblemente no tendría que estar haciendo ahí, pero que no podía haber permanecido ausente.

- Yo. - Mientras se mostraba con un poco de vergüenza, el Séptimo Hokage... Uzumaki Naruto dio a su hijo e hija una sonrisa torpe.

—

Las horas se sentían como un sueño.

Su padre estaba aquí, su madre estaba aquí, y su hermana pequeña estaba sonriendo.

Nadie se sentía solo.

Un gran pollo caliente era sacado del horno. Los ojos chispeantes de Himawari. Confeti dispersado en todas partes de las galletas. Su madre, tenía la mirada divertida por primera vez en mucho tiempo. Y, su padre, quien con gusto velaba por su expresión.

Hubiera sido agradable si esto durara por siempre.

"Si las cosas sólo pudieran quedarse así."

Ese fue el pensamiento de Boruto. Él lo deseaba.

Sin embargo.

En la mina, y en el departamento de desarrollo de herramientas ninja, y en la estación de televisión, y en la estación de tren, y en la cárcel, y en los archivos, y en cada lugar único que te puedas imaginar... En aras de la protección de las familias de las personas que ni siquiera conocía, en aras de la protección de la calidez de otras casas...

El mismo hombre que seguía luchando y trabajando constantemente, encontró la corriente de su conciencia repentinamente interrumpida. Era como ver las chispas de un petardo mientras se extinguen, la figura resplandeciente de Naruto de repente desapareció. En ese instante, el pastel casero de su madre que había estado en manos de Naruto cayó al suelo y la cara sonriente de Himawari se llenó de lágrimas.

Boruto realmente no recordaba lo que pasó después de eso.

Podía sentir su cara como se llenaba de ardientes lágrimas que se derramaban hacia fuera sus ojos, sus pies golpeaban contra el suelo.

Todo su cuerpo estaba envuelto en ira.

Él no lo podía perdonar.

Él no podría perdonarlo.

El amor de su padre hacia sus hijos había sido una ilusión de un Kage Bunshin.

- ¡Boruto!

Su madre estaba medio abrazándolo mientras trataba de detenerlo. Probablemente él tenía una mirada aterradora en su rostro.

- ¡Déjame ir, mamá!

- Tu papá está haciendo siempre lo mejor para todo el mundo en el pueblo. – Dijo. - ¡No es porque quiere absolutamente descuidarte!

Los ojos de su madre estaban temblando.

Boruto sabía que su madre estaba sufriendo también.

Pero. ¿Era así como eran las cosas? "Todo el mundo en el pueblo..." ¿qué acaso eso no los incluía a ellos? Si no los incluía, entonces ¿qué era ser un Hokage?

Las estatuas de la Hokage, esos rostros tallados en la montaña, ¿eran las personas que terminaron por ser absorbidos por el sistema?

- ¡¿Por qué?!

Esas eran las preguntas que Boruto sabía que no debía decir en voz giraban alrededor dentro de su cabeza, y finalmente salió de él como el magma de un volcán.