Capitulo 4

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  • Dedicado a Fer Meneses
                                    

Subí las escaleras de piedra hasta llegar al último piso. Había un montón de gritos de emoción y muchas chicas hablando pero cuando llegue todos esos gritos se callaron. Me sentí algo incomoda y quería salir corriendo de ahí más no sé de donde saque el valor para seguir caminando en el pasillo.

No tenía una dirección hacia donde ir y tampoco conocía a nadie por lo que no podía dar escusa del porque estaba aquí. Sentía la mirada de todas viendo como caminaba, solo quería que la tierra me tragara y llevarme lejos de ahí.

-Aria- una chica se paro enfrente de mí con un acento algo extraño–Pensé que no ibas a subir, ven te enseño mi cuarto- cogió mi mano y me metió a su cuarto cerrando la puerta.

Por un lado se lo agradecí y por el otro me dio miedo. Su cuarto era igual de grande que el mío con la gran diferencia de que estaba repartido para que cuatro chicas durmieran ahí y obviamente ellas no tenían su baño para ellas solas y el ropero era realmente pequeño comparado con el mío.

-Seguro que debiste sentirte pésima con esa entrada- le sonreí como diciendo que sí –Soy Azura- se movió a la cama que estaba pegada a la pared y quito los edredones de la escuela. Supongo que esa es su cama.

-Gracias.

-Te vi platicando con Edwin afuera, en el jardín- me fije en ella, sabía quién era, era la amiga de Edwin con la que se fue y me dijo que lo esperara.

Ya viéndola de cerca parecía una persona muy amable y más por lo que hizo por mí afuera. Me sorprendió ver que su cabello si era lacio y que no sé lo planchaba de lejos se veía otra cosa.

-Cualquier amiga de Edwin es mi amiga.

-Gracias de nuevo. No sé que me paso por la cabeza subir.

-¿Conocernos? Bueno si yo fuera tú no perdería el tiempo con los de primero y buscaría conocer a los de quinto o sexto pero según oí ese no es un problema para ti- saco un edredón y sabanas de una bolsa enorme.

La ayude a arreglar su cama ya que me sentía inútil sin hacer nada viéndola.

-La verdad es que no me interesa fraternizar con las de quinto o sexto- explique –Aparte de que es con ustedes con las que voy a pasar el año así que… quise conocerlas solo que pienso que no fue buena idea.

-Sólo están siendo algo rencorosas contigo por tener tu propio cuarto, por cierto ¿Cómo es?

-Pues… igual que esta- mentirosa.

-Ya. Bueno ¿de dónde eres?- se sentó en la cama invitándome a sentar –Yo vengo de Texas…- me senté a su lado –…mi madre dice que voy a ser igual que ella pero quien sabe yo supongo que voy a ser igual que mi papá a pesar de que no lo conozco pero espero que tan si quiera si soy igual que él me quiera conocer. Edwin es amigo de la familia apenas y lo conozco, aunque si a mí me preguntas preferiría estar en otra escuela, gracias a él voy a estar cuidada las veinticuatro horas y de seguro me va a tratar como su hermanita… perdón hablo mucho

-No te preocupes. Así que solo eres amiga de Edwin ¿no?- ella asintió con la cabeza –Soy de Nueva York y pues… no sé a quién me voy a parecer. Y no conozco a nadie.

-Eso se nota. Edwin me dijo que eres la preferida de Viviamme- negué con la cabeza.

-No lo soy, solo es amiga de mis padres. Ellos le pidieron que me tuviera vigilada.

-¿Eres rebelde?- negué con la cabeza aunque ambas nos reímos. Se sentía muy bien reír más que era con una persona diferente a mi prima, que casi siempre era la única que conseguía que me rehiriera  –Bueno ¿ya tienes tu horario?

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