- Sht, no hagas ruido, lo vas a despertar
- Tú eres la que está haciendo ruido
¿Qué era eso que lograba escuchar allá a lo lejos? Parecía el trinar de los pájaros o quizás, ardillas. Tal vez eran ratones royendo su almohada o alguna especie de insecto que con su molesto ruido, había logrado despertarlo del mejor dormir que había tenido en mucho tiempo.
Entonces, KiBum sintió un poco de peso en la cama en la que estaba acostado y se puso en alerta. Aquello, lo que sea que estaba junto a sus pies, comenzó a avanzar lentamente, desplazándose más y más cerca de su rostro. Su corazón comenzó a latir rápidamente, estaba poniéndose nervioso, no le agradaban los gatos o perros dentro de las casas, era por eso que él jamás había tenido una mascota.
'Tan solo abre los ojos' se dijo mentalmente. Y lo hizo. Cuando KiBum abrió sus ojos, despertando finalmente, se encontró con dos orbes oscuras y demasiado grandes para una cara tan pequeña. ¿Cara? Sí, cara.
- ¡Hola!
Sorprendido se incorporó para quedar sentado. La personita que tenía su cara a escasos centímetros de la suya dio un gritito y se apartó, sentándose a un costado de la cama. KiBum miró alrededor, esta no era su habitación, ni la de la casa de Busán ni la de la mansión de Seúl. De hecho, parecía ser el cuarto de un niño, ¿Dónde demonios estaba? Y, ¿Quién le había quitado la ropa y puesto el pijama que vestía? Era, ¿Un pijama de mujer?
- ¡Soy MinJi! – le dijo la personita a su lado, regalándole una sonrisa falta de dientes.
- ¿Quién eres tú? ¿Qué lugar es este?
- Es mi cuarto – dijo otra voz.
KiBum se giró, viendo al niño que estaba de pie en el rincón opuesto de la habitación, mirándole con cara de pocos amigos.
- Papá me obligó a dormir con MinJi y ella se orina en la cama
- ¡Yo no me hago pipí!
- ¡Sí lo hiciste!
- Es que no alcancé a ir al baño – murmuró la niña a su lado, haciendo un adorable pucherito – No fue mi intensión
- ¿Dónde estoy?
- En mi cuarto, ya te lo dije, ¿Acaso eres tonto?
- ¡No le digas así! ¡¿Qué no ves que es un príncipe?! ¡No puedes decir palabras feas a los príncipes! – le defendió la niña mientras se ponía de pie en la cama, mirando al otro pequeño con las manos en su cintura, de forma muy desafiante - ¡Le diré a papá!
- No es un príncipe, tonta, en Corea no hay ilustreza
- Si vas a decirle tonta a ella, asegúrate que tú mismo no lo seas – intervino KiBum, algo cansado del odio que el niño parecía expeler por los poros – No es ilustreza, es realeza. Y no, no soy un príncipe – dijo mirando a la niña.
- Pe-pero, tienes el cabello rubio, ojos bonitos y piel suavecita, tienes que ser un príncipe...
- Lamento decepcionarte niña
- Es MinJi. Mi nombre es MinJi y él es mi hermano gemelo, JiSung
La niña era encantadora. KiBum le sonrío y estrechó su mano con la de la pequeña en un saludo que parecía ser algo demasiado occidental para ellos.
- Entonces, ¿Qué lugar es este? – preguntó poniéndose de pie para ir hasta a ventana. Abrió las cortinas de par en par y entonces se dio cuenta que estaba en una zona urbana, llena de casas todas iguales, pero de distintos colores y que también, podía ver el mar allá a lo lejos - ¿Nos quedamos en Busán?
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[ El Príncipe ]
Fanfic•JongKey• JongHyun siempre supo las metas que quería alcanzar en su vida. Para él, no hay términos medios; lo negro es negro, lo blanco es blanco. Por eso cuando en sus deseos de lograr la perfección en su trabajo termina cometiendo un fatal error...