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Actualidad: 1940

Joel

Miro la ciudad de Osk Land desde la ventana de mi habitación; el cielo esta gris. Una capa leve de niebla cubre las calles, las casas y los pocos carruajes que pasan.

-¿Vamos, hijo? -pregunta mi madre desde el umbral de la puerta.

Me alejo de la ventana y doy un leve suspiro acercándome a ella.

-¿Tengo que hacerlo, madre?

-Sabes que es la única opción.

Doy otro suspiro y camino hacia una silla para agarrar un saco negro. Me lo pongo y camino hacia ella.

-Tu padre ya nos espera con Abelardo en el carruaje.

-Claro, vamos.

Bajé lentamente las escaleras, aún no estoy preparado para casarme, y menos con un joven que no conozco.

Mi padre me recibe con una leve sonrisa, que yo no pude devolver. Hace frío, demasiado. Una oleada de humo sale de mis labios cada vez que exhalo.
Me subo al transporte, en el lado opuesto donde se sientan ellos, quedando asi, frente a frente.

-¡Abelardo, que esperas! -grita mi madre y al instante nos comenzamos a mover.

-Cambia esa cara niño -dice mi padre llamando mi atención.

-No estoy listo para casarme.

-No te casarás, sera un ensayo.

-Lo se pero, ¿y si no lo amo?

-Claro que lo amarás.

Vuelvo a llevar mi atención a las afueras del carruaje, concentrándome en las personas que pasan.

-Es un dia perfecto para una boda -dice mi madre y yo solo ruedo los ojos.

Un dia terrible para una boda.

El cadaver del novio||Joerick|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora