TU MIRADA (ADAPTACIÓN CAMREN)

CAPÍTULO 8

-Sin duda es un hermoso día por lo que describes- se sentaron en una banca y la chica doblo su bastón para recargarse en el asiento de la banca mirando hacia la nada

-Lo es, un hermoso día, un excelente día para estar en el parque- se gira para verla

-Estos días que no has asistido te hemos extrañado todos, pero quedamos en que cuando regreses vamos hacer un resumen de todo lo que hemos hecho, te has ganado el cariño de todos, todos te quieren mucho- le comenta a la chica mientras ella gira su rostro guiándose por la voz de Camila

-Yo también los quiero mucho, son unos excelentes compañeros, al igual que los he extrañado demasiado- suspira un poco

-Bueno, pues hablando de ellos, te escribieron una carta en Braille- saca una hoja doblada en cuadro de su chamarra para extenderla y colocarla en las manos de la chica

-Todos escribieron en esa carta, todos incluyéndome- se sonroja y deja que la chica acariciara la hoja deslizando sus dedos por ella, a veces reía o se quedaba callada, pero siempre mantenía una sonrisa en los labios, Camila no perdió ningún detalle de las expresiones que hacia, cuando la chica término de leer la carta la guardo en la bolsa de su pantalón

-Realmente son unos tontos pero los quiero- se ríe por unos segundos para suspirar

-¿De verdad piensas eso de mi?- jugo con sus dedos

-Si, realmente pienso eso y más, pero no me iba alcanzar la hoja debido que al ser la ultima me dejaron muy poco espacio- Se ríe

-Pero realmente creo que eres una chica que vale demasiado, una chica que es increíble, una guerrera que nos está enseñando a todos una forma de ver el mundo no con los ojos, sino con el corazón- la miro fijamente, a pesar de que Lauren no podía ver pudo sentir la mirada de la psicóloga, sus mejillas se sonrojaron

-Gracias por pensar eso de mi- Se acercó lentamente a ella para besarle la mejilla pero sus labios iban directo a la boca de Camila, ella se sorprendió al ver como se iba acercando lentamente, sabía que ella creía que besaría su mejilla así que giró su rostro para que así fuera, hubiera deseado no moverse pero no quería arruinar las cosas con la chica, sintió sus cálidos labios en su mejilla y sonrió amplio

-No tienes nada que agradecer no es nada- susurra con los ojos cerrados, de pronto sintió los labios suaves sobre los de ella, se sorprendió al sentir lo que estaba haciendo pero sus manos le sujetaron el rostro con suavidad para corresponder el beso lentamente, con ternura moviéndose sobre la boca de Lauren, su corazón estaba demasiado acelerado, le acarició la mejilla con el pulgar sin dejar de besarla.

-¡Camila... Camila!- La sujetó de los hombros la chica para moverla un poco, Camila abrió los ojos para verla y suspiró profundamente debido a que se había imaginado el beso

-Disculpa yo... me quede pensando en las actividades que tengo en mente para el grupo, lo siento si no te respondí ¿Dijiste algo?- se sentía tan tonta de imaginar aquello ya que sabía que nunca pasaría

-Que si tengo mucho que agradecer, por apoyarme, por ser mi maestra y amiga, eso fue lo que dije pero no te preocupes entiendo que debes de estar pensando en otras cosas, es hora de irnos- se levanta para abrir su bastón y comenzar a caminar esperando que la chica la siguiera, Camila fue detrás de ella analizando las palabras que le había dicho, se colocó a su lado

-No tienes nada que agradecer yo solamente quiero ayudarte, tu también eres una amiga para mi y te estimo mucho- mintió ya que realmente no la quería como una amiga, la quería como algo más pero como decirle eso, llegaron hasta la casa de Lauren, las dos siguieron caminando en silencio, sin decir nada, hasta que se detuvieron en la puerta de la chica

-Gracias, por todo lo de hoy, nos vemos el lunes- se acerca para abrazarla, era más pequeña que Camila por lo que quedo a la altura de su pecho, se alejó apenada y toco con sus manos la reja para abrirla

-Gracias a ti por dejar que te acompañara- susurra la psicóloga aún estando en un transe por el abrazo, espero que Ana ya estuviera en casa, efectivamente ya estaba en casa, abrió la puerta dejando pasar a su sobrina

-Me alegra que ya regresarán, gracias por acompañarla Camila, de verdad muchas gracias- la chica sonríe amplio

-No es nada y nos vemos el lunes- se despidió de Ana con la mano para alejarse por aquella calle hacia su vehículo, tenía una amplia sonrisa ya que el perfume de Lauren de había quedado en su ropa

-Sin duda... ya quiero que sea lunes- dice sonriendo amplio la chica para llegar hasta su vehículo y subir, lo encendió para alejarse de la casa donde vivía Lauren.