Cuando escuché un estruendo en la cocina, supe que de nuevo el gato había hecho daños. Corrí y lo ví rodando sobre un montón de azucar en el suelo. El frasco estaba roto y de inmediato alcé al gato que podía cortarse con los vidrios.
—Oye —le hablé mientras luchaba en mis brazos a la vez que retiraba restos de azucar de su largo pelaje—. Eres tan blanco como el azúcar, hmm... Suga te pega.
El animal bufó, se soltó de mi agarre y echó a correr quien sabe a dónde. Ya estaba pensando en su nombre, ¡ja! Tenía que estar pensando era en obligar a Jimin a llevárselo de mi casa.
× × ×
Resoplé mientras el gato me observaba con recelo, yo limpiaba la mierda en mi cama y no era la primera vez que lo hacía. Cada vez que le regañaba por algo, iba y cagaba sobre mi colchón.
Pero al contrario de lo que se pudiera pensar no echaba a correr temeroso por el castigo, si no que sólo me veía limpiar sin expresión —como si los gatos pudiesen expresar algo siquiera—, y luego se acostaba a dormir.
Iba a matar a Ji-Min, realmente iba a hacerlo.
× × ×
—¡Suga no!
Jimin se burló, salté de la cama para evitar que el gato empujara con sus mullidas patitas un vaso de vidrio sobre el mueble del televisor.
La astuta bola de pelos brincó al pecho de Jimin como si pretendiese resguardarse en él.
—Ese animal realmente te quiere, ¿estás seguro que no puedes llevarlo a tu departamento? ¡Dame aunque sea un descanso!
Jimin rió, y luego negó.
—Eso quisiera —replicó—. De verdad Jian, te compensaré por esto, te he dado muchos problemas pero... te pillé, ¡que ya le pusiste nombre!
Se burló, lancé una almohada a su rostro y abandoné la habitación con enfado.
Ugh, realmente deseaba que ese gato del infierno desapareciera.
× × ×
—¿Qué es esto?
El gato no pareció inmutarse y continuó masajeado mi pecho como si fuera nada.
—¿Parezco tu mamá? ¿O una gata si quiera?
Escuché a Jimin reir a la distancia y de inmediato lancé al felino lejos de mi.
—Jian, tú de verdad pareces una gatita —se burló, a la vez que se aproximó a la cama y se acurrucó—. Una dormilona y muuuy traviesa —bajó la voz mientras yo mordía su cuello a modo de castigo—. Y mira, también te gusta morder.
× × ×
—¿Es eso normal So-Hyun?
Mi mejor amiga sonrió y bebió de la copa de soju.
—Hay gatos que son así, y al parecer a Suga sólo le gusta Jimin-ssi.
—Pero mira que él... como que se pone celoso cuando estoy con Jimin, siempre nos interrumpe y el muy estúpido se dedica a mimarlo.
Sohyun rió con fuerza y me sirvió más licor.
—Han Ji-An, ¿estás celosa de un gatito?
—¿Qué? ¡No! —exclamé—. Solo digo que ese gato es antipático conmigo y muy amoroso con Jimin, ¡Él está celoso de mi!
El animal que dormitaba en una esquina movió sus orejas y se reacomodó.
—Estás loca Jian —se burló—. No entiendo cómo rechazas a un gatito tan lindo como Suga.
¿Lindo? Estoy segura que es el más insípido y amargado de todos los gatos.
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grumpy suga ; myg ✓
Casualeuna historia corta y sosa sobre una chica que odia los animales y un gato antipático llamado suga.