La deflagración de mi ira no hacía más que avivarse, Tendou no es la excepción, después de 4 intentos de negociación, 2 intentos de intimidación, y un intento fallido de seducción por parte Tendou (Obviamente) se nos acabaron las opciones.
Con una botella de vino de Borgía en mano y con un jarrón de cerveza carmeliana en la otra Tendou aún no puede creerse que todo se haya ido al caño, tengo que darle crédito por intentarlo, pocas personas pueden llegar a ser tan insistentes y molestas como él.
- Supongo que no queda de otra – Dice Tendou con la cara en la mesa, tiene la moral por los suelos, era de esperarse, la confrontación es inevitable – ¿Por qué tenían que ser ellas?
Si lo sé, las Dagas Sombrías son asesinas de renombre, es más que probable terminar con heridas de gravedad e incluso muertos.
- Si, por no mencionar que estamos rodeados de mercenarios.
- Si ¿Por qué? ¿Por qué? ¡¿Por qué... TENIAN QUE ESTAR TAN BUENAS?!
- ¡¿Eso es lo que te preocupa?!
- No quiero pelear con ellas, se echarían a perder. – Dice mientras se quita el sombrero y saca una caja de pañuelos desde dentro para posteriormente limpiarse la nariz con ellos. ¿Desde cuándo tiene eso allí?
La situación se vuelve cada vez más exasperante para mí, estoy perdiendo la paciencia pero soy consciente de que debemos tratar el tema con delicadeza, espero que a Tendou se le ocurra algo antes de que sea demasiado tarde.
Las Dagas se deleitan tranquilamente con un helado de múltiples sabores mientras vigilan celosamente el fragmento de energía, la chica de traje elegante no deja de mirarnos, a estas alturas ya nos reconocen como una amenaza potencial, me gustaría saber que tan precavidas llegaran a ser con nosotros.
- ¿Alguna idea Tendou?
- Solo una – él se levanta de su asiento y se dirige a la salida principal ¿Qué está tramando? – Espera aquí, no las pierdas de vista.
Una vez solo, dirijo mi atención a los objetivos, mierda, de verdad son bonitas, es obvio que no tengo oportunidad, bueno, así es la vida.
Tendou se está tardando, el sol se ha levantado hace un buen tiempo, no creo que me haya abandonado a mi suerte, ese no es su estilo, al menos no con las personas que tienen una buena relación con él.
.....
Qué raro, acaba de caer algo de polvo del techo, creía que la estructura era estable, un pequeño y ocasional temblor se presentó a la "reunión", no fue un deslizamiento de tierra, debió ser la estructura que se cae a trozos por la antigüedad.
Otra vez, ahora fue más intenso y fuerte, de acuerdo, ahora si estoy preocupado, la aglomeración presente en el lugar también se inquieta.
No fue sino hasta que los escombros y la tierra aplastaron a algún que otro pobre diablo para que todo el mundo saliera corriendo por todo el lugar, las Dagas están en movimiento, esquivamos a las personas y los cascotes de piedra en plena carrera, mierda me han visto, se acabaron las sutilezas.
Su escolta me lanza un par de kunais que esquivó al deslizarme por el suelo, devuelvo el ataque desenfundando mi RS-5 y disparó, maldita sea, un disparo fallido, eso podría ser perjudicial para mi salud, me quedan cuatro balas, como no acierte ninguna tendré poco margen de tiempo para recargar.
Otro tiro desperdiciado ¡Maldita sea mi suerte! A este paso... Lo que faltaba, me arrojaron una bomba de humo, como si no tuviera suficiente esquivando los escombros y a los invitados de la "reunión".
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El Lamento de los Héroes
Ciencia FicciónUn héroe yace tendido en el suelo a punto de exhalar su último aliento, frente a él su archienemigo saborea su victoria y se deleita con el sufrimiento de su rival. Antes de morir, nuestro héroe vera pasar su vida frente a sus ojos de principio a fi...