ʚ˚₊‧ ✿ ꒱꒱🏎️𖦹 ׂ 𓈒 🏁 / ⋆ ۪⊹˚˖
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-ˋ₊˚.ᶜᵃˡˡ ᵐᵉ [𝐒𝐭✪𝐫𝐛𝐨𝐲 // 𝐒𝐭✰𝐫𝐠𝐢𝐫𝐥]! ✦⌇༉‧₊˚
➥ [Las historias siguen a los piloto de Fórmula 1, que enfrenta tanto los desafíos de la pista como los enredos de su vida personal], [Sin embargo, en...
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No esperaba enamorarse de Oscar.
Definitivamente no esperaba estar en su habitación, de rodillas entre sus piernas, demostrando que tiene tanto talento con la lengua como conduciendo. Sabe exactamente lo que tiene que hacer para hacerla sentir bien, marcando el ritmo perfecto mientras gira su lengua alrededor de su clítoris y le mete un dedo hasta el fondo. Es suficiente para hacerla gritar su nombre, sonando llena de deseo. Oscar detiene el asalto a su clítoris y se detiene a mirarla, jadeante y necesitado, tomando nota mentalmente de su aspecto para poder utilizar esa imagen la próxima vez que se encuentre solo en una habitación de hotel con su mano como única compañía.
Tarda en darse cuenta de que se ha detenido y, tratando de recuperar el aliento, mira hacia abajo para ver a Oscar sonriendo como el demonio que ahora sabe que es. Tiene un aspecto asqueroso, muy lejos de la imagen de vainilla que muestra en público. «Por favor, no pares». Se siente tan al límite que necesita que él continúe. Él se ríe: «¿Necesitas mucho?». El sonido la hace sentir aún más deseo. «Siempre te necesito, por favor, Osc, por favor». Nunca pensó que suplicaría a ningún hombre para conseguir lo que necesitaba, pero Oscar Piastri vale cada súplica.
Él no pierde el tiempo y, antes de que ella se dé cuenta, la ha arrinconado contra la pared, con las piernas alrededor de su cintura. De algún modo, Oscar ha conseguido levantarla, despojarse de su mono de carreras y penetrarla con un solo movimiento. Ya no le sorprende nada de él, están tan compenetrados. Haciendo rodar sus caderas contra las de ella, la penetra más profundamente. Ella grita de placer, animándole a moverse más deprisa. Se alegra de que la sostenga con sus fuertes brazos, pues Oscar la golpea en su punto más dulce con cada embestida. Apretada contra su pecho, siente su respiración agitada y sus suaves gemidos vibran en sus cuerpos. Cada vez que se mueven juntos, ella siente lo grande y sólido que es él, provocándole aún más escalofríos. Lo único que sabe es lo afortunada que es de ver esta versión de Oscar. Mirándole, se maravilla de sus labios hinchados por el beso, su pelo revuelto, un desastre que sólo ella puede ver. Esto la hace precipitarse aún más hacia su liberación.
Echa la cabeza hacia atrás y suelta otro gemido mientras él la penetra sin descanso, tan cerca de perseguir su propio placer. Siente que cada parte de su cuerpo arde, que cada caricia es eléctrica. Cuando él le aprieta el culo, levantándole aún más las piernas para penetrarla más hondo y más deprisa, sabe que no tardará en correrse. Arquea la espalda buscando aún más la gloriosa presión que necesita para liberarse. La expresión enrojecida de su rostro demuestra que él no está tan lejos de ella. Su respiración es ahora errática, la calma habitual de Oscar ha desaparecido. Ahora es incluso más rudo, es lo que ella adora de él. Esa sensación de saber que ha sido ella la que le ha hecho así. Se pierde en el placer y es cuando oye a Oscar decir: «Ven por mí» cuando pierde el control por completo, gritando su nombre mientras su orgasmo la desgarra. Al verla derrumbarse, él hace lo mismo y ella siente cómo su polla palpita y la llena de su semen.
Se quedan entrelazados, respirando agitadamente, con las frentes juntas. Oscar se retira suavemente y la ayuda a levantarse antes de volver a ponerse el mono. La mirada de adoración de Oscar hace que su corazón lata aún más rápido. «Ha sido increíble, cariño, pero ahora tengo que irme a correr». Le acerca para darle un último beso. Al separarse, lo mira mientras se va, ahora dolorosamente consciente de que todo McLaren ha oído lo que han hecho y dándose cuenta de que realmente no le importa. Porque sabe que cuando él gane la carrera de hoy, ambos estarán dispuestos a hacer más de lo mismo.
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