Pensar en que todo empezó en una mañana de invierno cuando las personas se mantenían calientes en sus hogares y tomaban chocolate caliente con malbadisacos delicioso.
Yo solo moría de frio igual que en todo invierno en las calles abandonada y solitaria entre las ratas y la basura tratando de encontrar un pequeño lugar para refugiarme y encontrar un poco de calor.
De pronto me sentía muy mariada a punto de colapsar. Llevaba tres meses sin comer algo que no fuera desperdicios y mi cuerpo ya estaba pasando la factura.
Mire una marca que había en el pequeño Callejon, en la pared.
Decia: "No te rindas Elisa, yo estaré contigo"
- Lo siento Mucho Jake te falle y igual que tú lo hiciste- levanté mi mano y esbose una pequeña sonrisa.
En ese momento todo se volvió oscuro.
Al despertar no tenía frio, era la primera vez que la suerte me sonreía.
