Cuando cerré mis párpados,
vi tu imagen,
muy nítida,
medio borrosa.
Miré tus pupilas,
tan oscuras y dilatadas que se confundían con el fondo de mis sueños.
No pude apartar la mirada,
y al sonreír,
casi automáticamente, abrí los ojos.
Confié en encontrarte así como besarte,
pero me di cuenta que ya no podía esperarte.
Desde entonces no has aparecido más,
y aun así,
no te voy a mentir,
sigues en mi mente,
y mis sueños, siguen siendo opacos.
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Desechos de lo que fui
شِعر¿Qué mejor que desahogarse escribiendo? Solo un espacio donde cogen muchas palabras, todas sacadas desde mi interior voz, esa que no me deja dormir. Hace casi cuatro años empecé a escribir lo que me pasaba por la cabeza cuando me aburría, otras real...