18. Mía Y De Nadie Más

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James ~

Una vez más mi equipo de preparación revoloteaba a mi alrededor, peinando, maquillando, y muchas otras cosas muy molestas, estaba de mal humor por la conversación que tuve con Lily la noche anterior, no tuve momento de arreglar las cosas porque cuando desperté, una vez más, ella no estaba.

Tonks se aparecía y desaparecía a ratos para supervisar lo que me hacían y a la vez a Lily, según ella debíamos estar perfectos para las entrevistas con Caesar Flickerman, porque Voldemort tomaría en cuenta nuestra aparición y aparte todo lo que dijéramos en ella.

Entonces Bellatrix entró en la habitación, mirándome de pies a cabeza, mientras yo sufría con las cremas y esponjas que me pasaban por el cuerpo, no lo creía necesario, pero si eso complacia a mi señor... Digo, a Voldemort, me vendría bien una ayuda extra en los juegos.

- Querido! - Dijo fingiendo sorpresa, y con los ojos como platos.

- No me parece, todo esto es excesivo e innecesario, me veo ridículo Bella.

- Oh, dulzura esto convence al señor tenebroso de que estas comprometido con su causa, ¿o es que no quieres salir vivo de la arena?

- Claro que quiero, te lo he dicho muchas veces, pero solo si Lily sale viva conmigo - Su cara cambio por completo.

- Que harás con ella? No tiene potencial cariño, no será buena mortifaga - Su sonrisa me asustaba.

- No me importa que haga o no haga, solo la quiero viva después de los juegos.

- Entonces busca bien, ten por seguro que no saldrás cerca de ella - Dio media vuelta y desapareció.

Que? No saldría al lado de Lily, bien, tenia la peor suerte del mundo, primero quedé en los juegos del hambre con la única persona que he amado, y ahora no estaría cerca de ella para protegerla en el baño de sangre. Ahora si que la idea de los juegos me parecía errada en todo sentido, pues claro ¿Quien no se siente a gusto en una situación donde sabe que esta en ventaja? Yo lo hacía, pero lo único que podía afectar mi posición era Lily, y si se metían con ella me perdían a mi.

- Potter! Quedate tranquilo mientras aplico el maquillaje - Vaya ridiculez, me viera mi padre en estos momentos. Solo se burlaria de mi.

- Pueden darse prisa? - Grité perdiendo la paciencia.

Quería llegar a donde estaba Lily y abrazarla y disfrutar esos últimos momentos juntos antes de los juegos.

- James! - Escuche una voz severa, era Tonks lista para reclamar por mi actitud - Paciencia, todo esto es por tu vida cariño.

- Dónde está Lily? - Solo gritaba, no se por que pero la rabia seguía creciendo dentro de mi, dirigida a nadie - NECESITO A LILY!

- Lily esta ocupada - Su sonrisa indiferente me sacó de mis casillas.

Trate de liberarme, luché y luché en contra de los agarres que me tenían mi equipo, estaba fuera de mi, no veía completamente claro, puedo asegurar que en ese momento supe que algo sucedía conmigo, algo malo, y no era natural, y al parecer Lily era el botón de encendido y apagado de mi descontrol mental.

- Inmobilus! - Susurró Tonks, todos mis miembros se volvieron lentos, se me hacia imposible moverlos - Ahora, si quieres permanecer vivo y que no te reemplacen por uno de tus amiguitos del distrito más te vale que te tranquilices.

- Li... Lily - Maldito hechizo, hasta el habla me quitaba. Tenia la tentación de ahorcarla, si no fuese por el hechizo, Tonks hubiese muerto ese día.

- Bastardo sentimental - Su cabello de repente se puso blanco como la nieve. Aquello me tranquilizó un poco pero igual mi locura luchaba por salir de donde quiera que estuviese escondida.

Los Dias OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora