You Lie To Me ; I Lie To Myself. ﹝TomTord﹞

02 ; Luna II

Que linda noche.
La luna es hermosa.
Solo era eso, nada más que eso.
Al fin.

. . .

Tomár alchol era como una bendición para Tom. Todo lo que le pesaba, todas sus preocupaciones y sueños incumplibles se desvanecían, aunque sea por una noche.

Se encontraba apoyado en la pared de una casa, con sus manos en los bolsillos, mirando al satelite naturál de la tierra. Le maravillaba la idea de lo mucho que se parecía a su vida y sueños.
Lo podía ver, pero nunca lo alcanzaría.

Suspiró, molesto.

El bar estaba cerrado.

Y la luna estaba ahí, para recordarle aún más lo miserable que era. De alguna forma se parecía a Tord.

Le estresaba el hecho de que hayan dos recordatorios al mismo tiempo de lo cobarde y estúpido que era. Tal vez era por eso que no le gustaban las caminatas nocturnas con sus amigos.

Él siempre había estado enamorado del de cuernos.

Pero ser gay es malo.
No ser católico es malo.
Tener los ojos negros era malo.

Después de un tiempo, ya no le importaba lo que era 'bueno' y lo que era 'malo'.
Excepto cuando llegó ese estúpido noruego.

¿Que le gustará?
¿Quien le gustará?
¿Estará de acuerdo con lo 'malo'?

Eran algunas de las muchas preguntas que le causaban al britànico un insomnio horrible.

Lo odiaba y amaba tanto.

Y cuando su padre se enteró, ni hablemos.

Suspiró una vez más, no quería recordarlo.

Se despegó de la pared, y decidió dar una pequeña vuelta antes de volver a su casa, quería pensar.

Hasta que vió un extraño individio pisoteando un cigarrillo, pero no solo eso, también saltandole encima y pateandolo.
No logró ver su cara con claridad, pero le causó algo de gracia verlo.

El resto de la noche la pasó con una sonrisa, algo raro en él.