POV JIYONG.
Las cuatro paredes de mi apartamento no me daban la inspiración que necesitaba así que decidí salir a buscarla. Opté por visitar uno de mis cafés favoritos; éste estaba ubicado en una colina por lo que amaba salir a tomar mi té chai en la terraza y admirar el espléndido paisaje que me ofrecía Seúl.
Llevé conmigo mi block de dibujo y, aunque el cielo me estaba regalando unos colores de ensueño debido a la puesta del sol, no lograba concretar ninguna idea. Suspiré y por un momento cerré mis ojos, casi instantáneamente escuché varias voces que me disturbaron, precisamente escogí salir de mi apartamento a esta hora de la tarde por la tranquilidad que sabía que encontraría aquí, pero hoy parecía no ser mi día; de entre todas las voces que escuché, logré identificar una, una voz que me hizo sentir escalofríos de nuevo.
Abrí mis ojos sólo para cerciorarme de que no estaba teniendo alucinaciones, giré discretamente mi cabeza hacia la izquierda para verlo de reojo y en efecto, no estaba alucinando.
¿Me habrá visto? ¿Me recordará? ¿Debería ir a saludarle? Mi cerebro comenzó a formular miles de preguntas. Habían pasado alrededor de 8 años desde el último día que nos vimos de frente, desde el último día que toqué su rostro, desde el último día que besé sus labios. Me di cuenta que recordaba perfectamente aquél día, inconscientemente guardé en mi memoria cada momento de nuestra despedida.
Decidí relajarme un poco, de cualquier manera no creía tener las agallas suficientes como para ir a saludarlo así que, mejor saqué del bolsillo de mi saco mi iPhone junto con los audífonos y reproduje mi playlist de música instrumental, tomé mi lápiz y empecé a hacer garabatos, esperando que alguna idea me llegase e intentar ignorar así aquella presencia.
No sé cuánto tiempo pasó, suelo perder la noción de todo lo que ocurre a mí alrededor cuando me concentro demasiado. Comenzó a enfriar, miré el cielo y ya estaba oscurecido, era señal de que era hora de regresar a mi hogar. Me dispuse a guardar mi material en mi mochila pero sentí un toque en mi hombro que me sacó de mi burbuja.
Me quité los audífonos y alcé mi mirada para verle. Y ahí estaba, el amor de mi adolescencia: Seungri.
Me levanté de la silla para darle la mano, pero en vez de eso, el me dio un abrazo, típico de él. Me saludó mostrándome su brillante sonrisa e imité su acto.
—No puedo creer que nos hayamos encontrado aquí. Me dijo genuinamente sorprendido. Escucharlo hablarme tan cómodamente después de todos estos años me transmitió mucha seguridad ya que de no ser por eso, probablemente hubiese empezado a actuar torpemente.
—Oh, veo que ya estabas por irte, en todo caso te de...
—No te preocupes, en realidad iba adentro. Mentí.
Así pues, entramos y nos sentamos en unos sillones quedando de frente. La mesera se acercó para anotar nuestra orden.
—Para mí va a ser un café americano y para él, un té chai.
Reí bajito porque se acordaba a la perfección de la bebida que me gusta.
—Lo siento. Se mostró apenado. –Señorita, borré lo del té...
—No, así está bien. Deje tal y como está la orden. Le dije a la mesera.
—No te preocupes, sigue siendo mi bebida favorita. -Le sonreí. —Y por lo que veo, tú sigues siendo adicto al café, ¿Ya no te da insomnio?
— Mmm... Sólo un poco pero, hoy tengo que quedarme despierto para terminar algunas cosas del trabajo así que me viene bien.
— ¿En qué trabajas? Le cuestioné. El traje negro que llevaba me decía que tal vez estaba trabajando en alguna oficina, pero a decir verdad, estaba curioso por saber más a detalle.
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When we were young. [Nyongtory - Completa]
أدب الهواةEstaba tan asustado de confrontar mis miedos porque nadie me dijo que tú estarías aquí. El destino nos jugó malas pasadas pero el mismo destino nos trajo aquí de nuevo. ¿Que si es posible seguir enamorado de ti? Sí, porque no hubo un solo momento e...