Sonata de una Vida

Mi Luz

Nací del mundo, puedo afirmar que ese es o mejor dicho fue mi hogar. Me la pase desde mi nacimiento vagando por el mundo, siempre rodeado de personas transmitiendo todo el conocimiento que poseía, esa fue la única forma de vida que conocía. Llegábamos a un pueblo y luego nos marchábamos sin que nadie se enterara hasta que ya nos encontráramos a kilómetros de ahí, éramos solamente unos simples trovadores queriendo encontrar nuestra propia visión del mundo.

Puedo decir que para haber pertenecido a una familia acomodada no me puedo arrepentir de lo que hice con mi vida, pude conocer, descubrir lugares y personas y en especial pude amar en todo momento, dado que nunca estuve solo, esa compañía era mi pequeño rayo de luz, en los momentos que nos encontrábamos varados por cual fuera la razón era nuestra mutua compañía la que nos mantenía con esa alegría característica de nosotros.

Puedo recordar perfectamente nuestro primer encuentro, fue en un bar, de un pequeño pueblo al norte de Nueva Escocia, yo en ese entonces me encargaba de tocar hasta que caía el alba, puedo afirmar que el destino me sonrió ese día cuando Geralt de Adrivia presento interés al preguntar al dueño del local por mí. A la mañana siguiente fui comprado por ese hombre por unas cuantas monedas de oro.

Me bautizo con el nombre de Freya de Adrivia, se puede decir casi literalmente que me adopto, el quería que yo fuera tanto su compañero como su familia que lo acompañará tocando cuando relatara sus conocimientos con el mundo. Esa misma tarde partimos de ese pueblo. Al partir siendo tomado por el pude sentir como nacía, esa sería mi vida, con cosas que jamás podría ni haber imagina que poseería, ni en mis más intrépidos deseos se me pudo cruzar que llegaría a tener un nombre y un propósito más que ser una pieza de algo de valor en un bar de mala muerte. Geralt se encargó de enseñarme todo lo que el conocía y darme todo el aprecio que jamás había sentido en aquel bar.

Yo desde ese día, inconscientemente lo comencé a idealizar al punto de amarlo...