Separados pero juntos en el mismo lugar, sus miradas se cruzan pero es imposible estar juntos, no debería ser así pero es el rumbo que han tomado las cosas.
Sin saber en qué momento cambiaron tan repentinamente las cosas Jaehyun desvía la mirada, logrando así observar a una joven pareja dándose un casto beso.
Taeyong solía esconder sus sonrojos con sus manos de forma tímida, logrando así que el menor sonriera y mostrara sus hoyuelos, los cuales el peliblanco disfrutaba tocar con sus suaves manos.
Era ahí cuando Jaehyun tomaba su mano y besaba su palma, para acto seguido hacer ilusión de alejarla, cuando lo que en realidad hacia era volverla a acercar hacia él y dejar suaves besos sobre su brazo.
Taeyong dejaba salir su armoniosa risa y sin quererlo se acercaba más a su novio, cuando Jaehyun paraba de darle besos y él de reír se miraban fijo y antes de que pudieran evitarlo unían sus labios en otro beso.
Los suaves labios de Taeyong sobre los suyos, moviéndose de forma lenta y delicada, la sensación favorita de Jaehyun después de poder tocar su piel desnuda.
Después de salir de su ensoñación el castaño mira a su lado y su sonrisa se desvanece al ver el asiento vacío, cierra sus manos en puños mientras intenta respirar hondo y deja pasar el dolor.
No es la primera vez que se da cuenta de la soledad que lo persigue, Taeyong no está más a su lado.
Jaehyun tiene que afrontar el hecho que lo ha dejado, seguir pensando en él lo mata lentamente.
Sabe que debe dejar de ir a aquel café, donde hay tantos recuerdos de su relación, sabe que debe dejar de llamarlo a las tres de la madrugada esperando escuchar su voz, sabe que debe seguir adelante y superarlo.
Todo eso es más fácil pensarlo que hacerlo. El menor no puede dañar la herida que tiene, tendrá que tomar más tiempo. Tiempo que espera se pase rápidamente.
Espera un día poder levantarse y no tener que vivir con el vacío que siente, ojalá todo fuera una pesadilla para él.
Jaehyun mira por la ventana hacia la parte exterior del café, sus ojos se abren con sorpresa al ver a alguien con cabello blanco idéntico al de su ex pareja.
Lo mira fijamente esperando que sea Taeyong, cuando el desconocido voltea Jaehyun deja caer sus hombros en una clara muestra de decepción.
Igual que las otras veces, él no está ahí.Cierra sus ojos invocando el rostro del mayor, puede ver su tersa piel, sus grandes y oscuros ojos que brillaban con la misma intensidad de un cielo estrellado, la forma recta de su nariz, sus delicados labios y la forma en que se fruncía su ceño cuando reía.
La forma en la que lo abrazaba fuertemente todas las noches hasta quedar dormido.Cuando Jaehyun abre sus ojos lo puede ver enfrente de él, Taeyong lo mira con aquella suave mirada que le dedicaba cuando no sabía que decir, pero procurando transmitirle todo el amor y adoración que siente por el menor.
Separa sus labios y deja salir aquella frase que siempre le repetía al castaño.
"Te amo Jaehyun".
"Yo también te amo Taeyong".
Y así como llega, se va en un simple parpadeo, las lágrimas se deslizan por la cara de Jaehyun, al fin ha podido tener el cierre que deseaba.
Se ha podido despedir del mayor, un poco después de lo que hubiera deseado pero lo ha hecho.
Pudo decirle lo mucho que lo amaba, era lo único que deseaba desde aquel accidente que le había costado la vida a Taeyong.
Solo quería hacerle saber lo mucho que lo amaba. El menor también pudo escuchar lo mismo y eso le hacía muy feliz.
El amor que le tenía es algo que nunca podrá desaparecer, porque Jaehyun seguirá amando a Taeyong aunque ya no esté. Siempre vivirá en el corazón y en la memoria del castaño.
Lo ama cuando sabe que él ya no le puede corresponder.