Día Negro🐰 YongMark

14 de abril, día negro

El Día Negro es un día decisivo. Todos en Corea se encuentran a la expectativa de lo que los hombres vestirán.

Todo comienza el 14 de febrero, en el día blanco, cuando las chicas regalan chocolates a los chicos como medio para que aquel afrodisíaco dulce haga el trabajo de confesar sus sentimientos sin necesidad de palabras.

Desde ese día comienza la cuenta regresiva donde los chicos deben analizar la opción, o las opciones, y decidir qué hacer.

Es así como el 14 de abril, un chico podría utilizar su atuendo como muestra de compromiso, de relación.

Por su parte, los hombres que ya comparten una relación, incluso desde antes del día blanco, también visten colores llamativos y alegres, exponiéndose como miembro de un noviazgo. Como también se encuentran quienes visten de negro, enseñando que no comparten ningún tipo de vínculo romántico aún.

Y para TaeYong aquel no fue un día más.

Como nunca, y en mucho tiempo, el día anterior fue a casa de sus padres y pasó la noche allí, teniendo que despertarse más temprano de lo habitual para llegar a tiempo a la empresa y realizar la reunión con el resto de los miembros que se había pospuesto por la ausencia de algunos al asistir al concierto de SMTOWN Live en Dubai.

Su ropa la enlistó antes de ingresar a ducharse, sintiendo más emoción de la que debía por poner sobre el colchón un suéter de tejido vertical color rosa, aquel que específicamente había traído desde el departamento que compartía con los miembros de 127 para utilizar en aquella ocasión.

No sabía si era por el color tan vivo, tierno e infantil; o porque realmente le gustaba como la muda de ropa y el tono quedaban con él; que se sentía tan bien con aquella prenda envolviéndolo.

Claramente las burbujas explotando en su vientre y las cosquillas que sentía provocándole infinidad de sonrisas involuntarias le afirmaban el verdadero motivo, pero eso era algo que no le gustaba admitir.

Era de aquellos días en que, si incluso el tiempo no acompañaba sus sentimientos, no había razón para cambiar su humor.

TaeYong es de aquellos chicos a los que no le gusta caminar y prefiere el calor y la comodidad del asiento de un auto, que le evite el contacto con el mundo, pero aquel día es la excepción, y decide caminar por el pequeño paseo peatonal entre los edificios, disfrutando de la soledad que el invierno le regala, porque los locales de compras se encuentran casi vacíos y las personas a su alrededor lo ignoran mientras piensan en la forma más rápida de llegar a sus puestos de trabajo.

Tal vez el suéter que escogió no es el mejor para el mal clima, y está seguro que luego tendrá sus consecuencias, pero el único abrigo que lleva en brazos es un saco negro y hoy no es el mejor día para llevar negro.

Además, ante todo, la estética.

La bufanda de lana blanca que lo envuelve es lo único que podría salvarlo de un posible futuro caso de hipotermia, el cual está dispuesto a ignorar hasta que no se presente -en cuyo caso de que así fuera- y como siempre hace, lleva una mano hasta la bufanda, empujándola contra su rostro, cierra sus ojos por unos instantes y disfruta del perfume ajeno que se encuentra impregnado en la lana y que llena sus fosas nasales.

Siendo primavera, el color rosa abunda por las calles, todo se encuentra cubierto con motivos de la flor de cerezo, haciendo lucir la peatonal como el perfecto ambiente romántico, por el que a las parejas les gustaría pasar.

A TaeYong le gustaría transitar aquel camino en compañía del menor, teniendo el frío como una excusa para mantenerse muy juntos.

Tiene tantas ganas de sacudirse y saltar, de apretar un peluche o inclinarse en el suelo y abrazar a cada perro que ve pasar, pero se controla, regañándose internamente, recordándose que él no podría tocar otra cosa que no sepa que fue desinfectada y lavada frente a sus ojos con los mejores y más fuertes productos... y por no haberse retorcido más en la cama al despertar para despejar un poco su cuerpo.