Undertale - Ruta genocida - Perspectivas - Frisk - 1/2

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Primer fanfic. Le eché todas las pinches ganas. Es mi perspectiva de lo que pasaba durante la ruta genocida desde el punto de vista de Frisk. Sin más, disfruten.

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Era increíble todo lo que había hecho el niño con tal de llegar hasta el final. Ni siquiera él mismo se lo creía. De hecho, no creía nada. El camino que había tomado sólo lo decidió al principio de el submundo, en algún punto a mitad del camino perdió el control y sintió que algo movía sus manos de esa forma tan horrible, que algo lo había hecho matar a esos monstruos. Pero eso era absurdo, lo sabía muy bien, sabía que el único culpable era él mismo. Algo lo empujaba a ello, sí, pero él mismo hacía caso a esa voz, esa maldita voz insidiosa que le pedía, no, le exigía ver a esas pobres criaturas reducidas a nada más que una patética pila de polvo.

Entendió que, una vez desiertas las ruinas, ya no era del todo conciente de su propio cuerpo. Era como si alguien lo manejara...

Como a un títere. Y Frisk sintió que no podía hacer nada para evitarlo.

Aunque lo cierto era que sabía... Sabía que podía haber evadido todo lo que estaba pasando.

Lo notó cuando ya no encontró a ningún monstruo en su camino. Cuando escucho aquella vocecita en su cabeza, diciendo muy, muy debilmente, en un tono entre triste y burlón.

-Pero nadie vino

Sabía que podía haber intervenido, tendría que haber notado que algo iba mal cuando escuchó aquella odiosa voz al no encontrar nada husmeando en los cajones de la cocina de Mam... de Toriel.

- ¿Dónde están los cuchillos?

Sabía que pudo hacer algo cuando vio a Toriel, cuando escuchó lo que le dijo, con su cara agonizante, sonriendo ante la ironía de la que se acababa de dar cuenta.

-¡No te protegía a tí!... sino a ellos... ja... ja...

Pero él no tenía intención de matarla. No a ella. Sólo de demostrarle que en verdad era fuerte. Pero no esperaba que muriera de un sólo golpe, no esperaba sentir que había perdido totalmente el control sobre su brazo que sostenía el cuchillo ¡Pero era un cuchillo de juguete! Aún así fue con eso mismo que mató a todos los otros monstruos de las ruinas. Mató a cada una de las criaturas que llegaron a cruzarse en su camino. No le importó ver sus caras desesperadas, sus caras de dolor. Pero...

Si con sólo un juguete había logrado "limpiar" las ruinas...

¿Qué pasaría si lograra obtener una verdadera arma?

La sola pregunta le aterraba, pero no podía negar que sentía una sincera y morbosa curiosidad por saberlo. Quería ver qué tantos monstruos podía cortar por la mitad, cuántas débiles almas podía devastar y hacerlas desaparecer, quería ver las reacciones de sus "amigos" cuando destruyera lo que era más importante para ellos.

Aunque no podía decir que no hizo un intento de frenarlo; sin embargo, parece que no lo hizo de la mejor manera. En muchas ocasiones pudo sentir que recuperaba parcialmente el control de su cuerpo. La primera fue cuando sintió que alguien lo seguía, y supo que Sans pronto haría aparición. Se sintió sumamente feliz de poder encontrar a alguien a quien pedir ayuda. Y por supuesto que lo primero que hizo fue sostener fuertemente su mano, ya que sintió que si no lo hacía, caería otra vez rendido ante el control de ese demonio. Pero sólo pudo ser capaz de hacer eso, apretar fuertemente la mano de Sans, no tuvo la fuerza suficiente para llamarlo, ni para darle una señal de lo que ocurría. Ni siquiera tuvo oportunidad de dedicarle una cara angustiada, era como si todavía no tuviera control sobre sus facciones, sólo pudo transmitirle todo el dolor que sintió al matar a Toriel, todo el asco que sintió al ver como esos monstruos morían, el miedo de pensar en lls demás monstruos que mataría después, y la incertidumbre de su futuro.

Escuchaba de manera muy distante y no lograba comprender lo que decía, pero cuando Sans lo terminó de conducir hacia la lámpara de forma conveniente, sintió que Chara empezaba a mover su mano hacia su bolsillo, hacia el cuchillo de juguete. Frisk necesitó toda su fuerza mental y física para detenerle, y en ese silencioso e invisible forcejeo, notó que Papyrus estaba llegando donde ellos. Frisk sintió si corazón acelerarse mientras veía como el hermano de Sans los veía a los dos con voz muy enojada. Pudo recordar esa pequeña conversación, y creyó distinguir una respuesta de su hermano.

-Sí, encontré uno.

Frisk se sintió traicionado en cierto sentido, pero se dio cuenta de que ahora que Papyrus lo había visto de forma tan clara, no tenía sentido mentirle a esas alturas. Aunque la respuesta que recibió no era la que esperaba.

-¡Oh! Muy bien entonces.

Y se fue de donde vino, Frisk se quedó un momento estático. No podía negar que tanto él como Chara estaban desconcertados al ver como Papyrus los dejó escapar de esa manera, pero luego ambos recordaron que Papyrus es Papyrus.

Frisk empezó a perder el control de su cuerpo, cosa que lo alertó ya que muy probablemente ya no sabría lo que pasaba a su alrededor. Aunque una parte suya (una muy pequeña que no controlaba Chara) le decía que quizás así era mejor.

Aún así, hizo un último esfuerzo de llamar la atención de su amigo comediante. Volteó a verlo e hizo lo único que su cuerpo le permitía, lanzarle una intensa y aterrada mirada.

-Umm... ¿Te vas a quedar mirándome o...?

Eso fue lo último que vio antes de sentir como sus pies lo llevaban automáticamente hacia adelante. Y todo volvió a ser negro, pura obscuridad y desesperación.

Sin embargo, después de un tiempo empezó a sentir cómo sus sentidos comenzaban a despertar de nuevo. En esos momentos escuchaba la voz de Papyrus... escuchaba... escuchaba que le explicaba uno de tantos puzzles que hacía. No pudo evitar dejar de obedecer a Chara, dejarle ahí, porque le aterraba lo que le estaba diciendo.

- Ignóralo, ahora tiene la guardia baja, puedes golpearlo ahora, puedes matarlo ya, ¿por qué esperar a la batalla?

Pero Frisk no quería eso, no quería atacar a Papyrus, más bien lo contrario. Intentó desesperadamente pedirle ayuda. Pero nada salía de su boca, no podía advertirle, avisarle ¡Maldita sea! ¡Ni siquiera podía rogarle que le ayudara! Trató de detener a Chara, intentó hacer algo, hizo descomunales esfuerzos en pedirle ayuda a Papyrus en los momentos en que lo vio. Siempre intentó caminar hacia él, intentar advertirle siquiera. Tratar de, al menos, alejarlo de su camino, de pedirle que se refugiara.

En un último intento, pudo ver a Sans al otro lado del puente que tenía un puzzle que Papyrus nunca usó. Sabía que esa sería su última oportunidad de rebelarse contra Chara. Con la poca voluntad que le quedaba, fue con Sans a pedirle ayuda.

-Hmmm.... Supongo que no necesitábamos tu ayuda para pasar un buen rato, después de todo.

En ese momento en que se quedó pensativo, Frisk hizo todo lo posible para hacerle una seña para pedir ayuda. No supo si Sans lo entendió o so lo vio, hasta que hizo unas señas con sus manos de manera casual.

"Sigue luchando"

-Parece que vas a luchar contra mi hermano muy pronto. Te daré un consejo amistoso.

Sans parecía un tanto serio, y Frisk sintió que la plática dejó de ser para su persona en cierto punto. Supuso que Sans le estaba hablando a Chara.

- Si sigues llendo por el camino en el que estás...

...

...

...

-Vas a pasar un mal rato.

Sans parecía hacer una clara advertencia. Frisk no pudo evitar sentir que la advertencia iba para los dos. Y Sans, en un parpadeo desapareció, aunque no sin antes decir muy a prisa:

-No te rindas, chico.

Spoilers: Se rindió.

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