La casa de la familia Iero es igual de enorme que la de Frank, vamos llegando.
<¿Y de qué trata exactamente su "tradición"?>volteo a mirarlo en lo que termina de aparcar.
<Es el cumpleaños de mi abuelo, cada año nos juntamos en una casa, este año fue en la mía>explica sin darle algo de importancia por el evento.
Apaga el auto y sale de él por lo que yo lo sigo.
<Luego bajan las cosas>dijo haciendo referencia a nuestras maletas, esperó a que le diera la vuelta al coche, una vez cerca, me tomó de la cintura y dejo un rápido beso en mis labios.
<Estoy nervioso>y justamente dejó ver una sonrisa nerviosa, le di ánimos regalándole otro beso.
Llegamos hasta la puerta, esperamos poco para que abrieran después de tocar.
En el marco se encontraba una hermosa mujer con un fino vestido, su maquillaje era perfecto, tenía una sonrisa en el rostro.
<Mamma>Frank se apresuró a decir entonando un acento Italiano.
<Ragazzo mio>respondió aquella mujer, Frank se adelantó a los brazos de su madre.
Ella acomodó su cabello después del abrazo y posó su mirada en mí, sonrió y extendió ambos brazos.
Recibí un ligero empujón de Frank por lo que la mujer me tomó de ambos hombros, tiró de mi cuerpo hacia ella y dejó un beso en cada una de mis mejillas.
<¿Cómo te llamas, hijo?>sonreí después de la bienvenida.
<Gerard>
<Perdón por no avisar>Interviene Frank.
<Bueno, soy Linda>siguió dirigiéndose a mí ignorando por completo a su hijo.
Con una sonrisa en el rostro abrió paso para los dos.
<Es lindo>susurró la madre a su hijo.
<Ya lo sé>sentí la mano de Frank posarse en mi cadera, así me guiaba por la enorme casa.
Varias voces se escuchaban desde el jardín, supongo. Pero Frank dejó que su madre siguiera el camino hacia afuera para después tomar mi mano y dirigirme a las escaleras.
No podía con la casa, era jodidamente hermosa, seguramente el simple espejo de la entrada valía más que mi departamento.
Pasamos por unas cuantas habitaciones hasta que nos detuvimos.
Abrió la puerta con delicadeza, dejó que me tomara tiempo de admirar el lugar después de entrar.
Tenía un candelabro en el centro de la habitación, debajo había una cama tamaño king, junto a ella, en la pared, unas tres guitarras colgadas, luego una puerta, supongo que el baño.
<¿Esto es tuyo?>caminé hasta la cama y me dejé caer, como estar en nubes.
<Cuando solía vivir aquí, si>dio una risita. Es algo vergonzoso, esto es como un palacio para mi, asombrarme por una mínima cosa es gracioso para él.
Admiré a Frank dirigirse a la puerta misteriosa, al abrirla se podía ver un pasillo.
Asombrado me puse de pie y lo seguí.
<Hay que cambiarnos>tras pasar la puerta de admiraba un closet del tamaño de un cuarto de lavado, y ahí se encontraba otra puerta, espero que esa si sea la del baño.
Sacó una camisa de cuadros roja, un suéter sin mangas y unos jeans grises.
<Mi ropa está en el auto>sin importarle mi presencia comenzó a quitarse la ropa que tenía puesta.
<Usa algo mío>dio un pequeño paso y dejó un pequeño beso.
Terminó de vestirse mientras aún buscaba en su ropa algo que usar.
<Te veo abajo>acomodó su cabello, asentí.
Todo era tan elegante, no quería verme tan arrogante, tampoco quería vestir mejor que Frank, eso no sería educado.
Fue una larga búsqueda pero al fin encontré algo, tomé una camisa color naranja, un naranja neutro, unos pantalones algo formales color Beige.
Salí con una sonrisa estampada en el rostro, confiado y con seguridad. Conocería a la familia de Frank, eso no cualquiera lo hace, seguí el sonido de las voces y llegué a una puerta de vidrio donde detrás de ella se veía un muy hermoso jardín.
Había mucha gente sentada en una mesa de gran tamaño.
Salí, busqué con la mirada a Frank, él estaba riendo junto con una pequeña de unos cinco años.
Esperé a que él notara mi presencia, una vez que lo hizo me sonrió, caminé hacia él sin llamar tanto la atención.
<¡Gerard!>se escuchó el grito la señora Iero por todas esas voces.
Giré mi cuello con rapidez hacia ella, la familia posaba sus ojos ahora en mi. Mi postura fue cambiando a una más tensa.
<¿Eres el acompañante de Frank?>se distinguió una voz en el silencio, busqué la procedencia de esta. Asentí.
Como si nada hubiera pasado, las personas volvieron a la normalidad, vaya que eran escandalosas.
<Ese fue mi tío>sentí a Frank detrás de mí.
<Son muchas personas>solté una risa nerviosa.
<Te van a caer bien>dio una pequeña palmada en mi espalda como señal que lo siguiera.
Pasamos por cada lugar de la mesa, me fue presentando a cada familiar, cada esposa de algún primo suyo, ahijados y más.
La verdad la familia a pesar del dinero, tienen buenos valores y son agradable.
<Ahí está mi padre>señaló con la mirada hacia algún grupo de personas que no estaban en la mesa, caminó hacia este, lo seguí.
<Hijo>la voz del señor Iero era aún más gruesa que la de su hijo, después de darle un apretón de manos dirigió su mirada hacia mí.
<Ya Linda me habló de ti>con una sonrisa firme extendió su mano hacia mí la cual tomé.
Me fijé más en el padre de Frank que a la gente que estaba con él, pero después de saludarlo, mis ojos captaron un color conocido, una cabellera pelirroja.
Sin haberme dado cuenta, ya Frank estaba con su amigo. Mi sonrisa y ánimo se fueron en seguida que Cameron se dirigió a mi.
Sus ojos eran los mismo, a la vista de otras personas se veían normales, pero a mí vista, los de un maldito hijo de puta.
<Tranquilo, vengo con la prima de Frank, al parecer nos gustamos desde hace tiempo>guiñó un ojo sin que Frank lo pudiera ver<Luego nos vemos>caminó junto mi.
Mi cara de veía totalmente diferente que Frank lo pudo notar.
<No sabía... perdón>rascó su cabello apenado.
Ligeramente sacudí mi rostro e intenté pones mi mejor sonrisa.
<No importa>suavicé mi voz.
Volvimos a la mesa y dejamos que la gente que trabaja ahí sirviera nuestra comida.
<¿Y tú abuelo?>ahora que recuerdo, es su cumpleaños y ni siquiera estuvo en la mesa.
<Muerto, por eso es tradición>soltó una risita, yo sentí mi rostro tomar un color carmesí.
Junto mío estaba la abuela de Frank quien no le importó meterse en la conversación.
<Ese viejo le enseño a mi nieto todo lo que sabe>miré a Frank quien también tomó un color rojo.
<Abuela...>bajó la mirada apenada, yo no entendía nada pero era lindo.
La señora dijo algo en italiano por lo que la gente cerca nuestro escuchó, empezaron a decir que sí.
<¿Qué pasa?>susurré hacia Frank en el momento que toda la mesa se unió.
<Quieren que toque>la abuela volvió a decir algo en italiano pero esta vez alzando la voz.
<Jodanse>frotó su rostro y dejó la mesa, iba a seguirlo pero la abuela me tomó del brazo.
<Ahora viene>dudando volví a tomar asiento, jugué un poco con mi comida, ya había pasado algo de tiempo, estaba por levantarme pero por la puerta de vidrio apareció Frank, llevaba consigo una guitarra negra, un guante negro en su mano derecha y un pequeño amplificador.
<¿Cuál quieren?>algo molesto conectó la guitarra al amplificador.
<¡La de los putos!>gritó la abuela, sonreí un poco al verlo frustrarse.
<Blood infections, abuela>frotó su rostro.
<Es lo mismo>volvió a hablar la abuela. Frank dio un pesado suspiro, la demás familia se puso de pie y se acercó hacia donde Frank se encontraba, yo hice lo mismo.
Mientras afinaba su guitarra, Linda se acercó a mí.
<No lo creerás pero Frankie pasó por una etapa emo, escribió unas cuantas canciones>me asombré y saqué una risita<Esta canción la tocó en otra reunión para decirnos que es gay>sonreí al alzar ambas cejas.
Estaba por decir algo pero empezó a tocar. Puse atención a la manera en que tocaba. Comenzó a cantar.
Al darme cuenta, la señora Iero ya no estaba a mi lado, sino Cameron.
Hice mi gran esfuerzo en ignorarlo y escuchar a Frank, pero es difícil si él empieza a acariciar mi espalda.
No dije nada, hice un movimiento para quitar su mano pero ahora no era en mi espalda donde se posaba.
Había mucha gente a nuestro alrededor como para que Frank pudiera ver lo que estaba haciendo su "amigo"
<Mierda, ya te quiero sin ropa>susurró y apretó su agarra en mi miembro.
<No>con seguridad volví a moverme para quitar su mano. La canción ya había terminado.
Estaba a punto de ir hacia Frank pero el pelirrojo tiró de mi ropa, en su otra mano sostenía un plato con ensalada de manzana.
<Ya verás que si>vertió el contenido en mi cabello, puso un dedo en su nariz dejando salir un "shh"
Fue alejándose de mí lentamente.
La gente ya había vuelto a sus lugares, sentía el líquido de la crema pasar por mi rostro, miré a Frank.
<¿Qué pasó?>ríe al ver como estoy cubierto de la comida.
<No... no estoy seguro>estoy impactado, comienzo a marearme, muero de furia. Quiero matar a ese maldito.
<Mejor vamos a que te laves>con cuidado de no mancharse, me besó, me dijo que lo siguiera.Primero me di una rápida ducha en la regadera, al salir miré a Frank frente la tina, sus mangas estaban remangadas, sintió el agua y se giró.
<¿Qué es?>caminé hacia la tina, el agua estaba de un color roza/durazno.
<Tú solamente relájate, yo estaré abajo>besó mi frente y salió.
Una vez a solas, me decidí por entrar a la tina, el agua olía rosas, todo era tan perfecto.
Comencé a cerrar mis ojos para disfrutar el baño.
Todo estaba tan tranquilo, a causa del silencio, escuché la puerta de la habitación abrirse.
<¿Frankie?>dije aún con los ojos cerrados.
No obtuve respuesta por lo que decidí olvidarlo.
Pero ahora la puerta que se abrió fue donde yo estaba, en seguida abrí los ojos.
Era Cameron, se estaba quitando la ropa con rapidez, yo intenté salir de la tina pero él fue más rápido.
<No, C-Cameron>seguí mis intentos por salir de ahí.
Pero él tomó ambas de mis muñecas y apretó su agarre.
Con una mano tomó mis dos muñecas, abrió la puerta del baño con la otra y me obligó a caminar.
<Cállate perra>me empujó con brusquedad hacia la cama, hice un intento por ponerme de pie y correr hacia la puerta pero él lo notó y enseguida volvió a manipularme.
<Frank te va a matar>seguí forcejeando pero él golpeó mi trasero aún mojado, lo que hizo que la palmada doliera más de lo normal.
<Mejor no hables, ya te dije que eres una puta, yo su amigo de la vida>movió mi cuerpo con brusquedad para dejarme boca abajo.
Sentí su pene en mi entrada, solté un grito por la repentina penetración.
Grité por ayuda pero cada vez que lo hacía, él me golpeaba, me aferré de la cama por el movimiento. Cameron gemía mientras tomaba mi cuerpo.
No hizo caso a los quejidos ni a mi dolor, fue exactamente igual que la otra vez.
<Gira>tiró de mi cabello, quise negarme pero él fue más fuerte, unas lágrimas ya recorrían mi rostro.
Apretó de mis mejillas mientras él se masturbaba, apretó aún más fuerte lo que hizo que mi boca se abriera.
Apreté los ojos del asco al sentir su semen en mi lengua.
Siguió masturbando y yo lloraba mientras el líquido aún entraba.
<Trágatelo>ordeno, di un quejido entre mis sollozos<Que te lo trague>apretó los dientes y tiró con más fuerza de mi cabello.
Sentí el líquido pasar por mi garganta, mi llanto era pesado, tenía náuseas.
Una vez que todo pasó, me dejó indefenso en la cama, lloré y me sentí sucio.
<Ya sabes, calladito>mi mirada estaba borrosa por las lágrimas pero lo pude ver, ya tenía su ropa puesta, salió de la habitación.Las lágrimas no paraban de expulsarse, ya había pasado algo de tiempo desde el abuso y no podía ni levantarme de la cama.
La puerta de la habitación se abrió una vez más escondí mi rostro en la almohada.
<¿Gerard?>agradecí al escuchar la voz de Frank.
<¿Qué pasa?>alarmado, al verme desnudo llorando en su cama, se apresuró a ponerle seguro a la puerta y correr hacia mi.
<Frank>logré decir con mi voz cortada, quería decirle, pero tenía miedo que me dejara por su amigo, él mismo lo dijo.
<¿Qué sucede Gerard? Dime?>vi sus ojos, tenían miedo, estaba preocupado.
Volví a esconder mi rostro en la almohada.
<Por favor, habla>su voz también comenzaba a cortarse, no conteste.
<Dime lo que pasa>insistió, pero no puedo hablar.
Solamente puedo llorar y mantener mi silencio.______\
Pueeeees, se alargó un poco.
Salu2 y gracias por aguantar.
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"Trying to forget him" [frerard]
Fiksi PenggemarDecían que la imagen parental es la que define tu comportamiento. Pero ¿Qué pasa si la tuya no fue una buena imagen? ¿Acaso esa gente tenía razón? Conforme crecí entendí con claridad el "empleo" de mi madre. Supe que de todos esos hombres, solament...