Memory [M.Y.G]

Capítulo.06

Lo único que Shirin podía sentir en ese momento era rabia, frustración y desesperación por sí misma. Por haber aceptado la propuesta de su amiga, por pedir un pastel y comérselo entero a pesar de que su cuerpo no recibe algo tan fuerte cómo eso desde hace casi 3 años. Pero sobre todo, de lo que más se arrepentía, es de tener que haber ido al baño y devolverlo absolutamente todo, los recuerdos invadieron su mente cuándo tuvo la sensación de ahogarse en su propio vómito. Había sufrido anteriormente muchos problemas gástricos y ese se había vuelto su método de bajar de peso cuándo su edad abundaba los catorce. Por suerte esa maldición se marchó cuándo llegó a la edad de dieciséis, comenzando a ganar peso para luego meterse a una mala alimentación y perder incluso más peso que antes. Sí, las estadísticas siempre iban creciendo y decreciendo y era ello la causa de sus estrías y de su incomfirmidad continua.

Porque se daba cuenta de que con ningún peso se encontraba feliz consigo misma.

La joven se sintió tremendamente vacía y débil, mareada y agotada, sus piernas temblaron al tratar de incorporarse y tirar de la cadena para dejar que el agua se llevara lo que simbolizaba su desgracia para ella. Por muchas ganas que tuviera de llorar, ya las había derramado todas cuando se sentía al borde de morir ahogada, llena de desesperación. Dio pasos suaves hacia el lavabo del baño, agradeciendo que este no fuera compartido, ya que de ser así, se sentiría realmente cohibida de verse así frente a una desconocida. Centró su vista a su mano la cuál involuntariamente temblaba mientras intentaba abrir el grifo de agua para mojar un poco su rostro, preocupándole poco su maquillaje, pues no se había puesto ni rímel ni delineador. Cambió su centro de visión a sí misma en el espejo para apreciar su pálida y agotada piel a la vez que aún trataba de regular su respiración y enjuagar su boca para quitarse ese asqueroso sabor lo máximo posible.

"¿Debería seguir así? Puede ser peligroso si bajo más de peso"

Una vez que trató de recuperar el color de su piel lo mejor posible, salió del baño fingiendo que sólo había tenido que ir para hacer sus necesidades primarias, para no preocupar a la de cabello negro. Aún así su estómago pedía descanso en cama y no estar sentada rodeada de un espeso olor a azúcar. Sin embargo, sus pensamientos se vieron agraciadamente disipados por un mensaje proveniente del coreano que le hablaba de continuo. ¿Es que nunca se cansaría de hablar con ella? Ni su familia ha estado tan al pendiente.

Pervertido: "¿Cómo ha estado mi princesa hoy?🤗"

Princesita: "¿Es necesario que me preguntes cada día lo mismo?"

Princesita: "Y ha sido realmente agotador"

Pervertido: "¿Alguna asignatura se te cruza?"

Princesita: "No, pero realmente me es difícil memorizar coreografías"

Pervertido: "Un momento, ¿Estás en la universidad artística?"