Capítulo 1

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"No hay peor miedo ridículo, que pensar que con solo dejar a tus seres queridos con el dolor de tu marchar, ya se convertiría esto en un estigma eterno" Nota de Autor: Brunchi11

Hace cinco meses antes, descubrí bastantes cosas de una vida misma y otras muchas, cómo también de personas ajenas. Existen muchas formas de ver la vida, las formas de reaccionar, el desenvolverse, de sonreír y de vivir.

No hay una ciencia cierta de como una persona debe vivir, sino que hay tips para vivir pero no es obligatorio que los sigas. Muchos escuchan consejos de amigos, familiares también pueden ser testigos de cómo les funciona o no, siendo tanto el que provee o vive la experiencia a seguir vivo en el camino, en cómo vas sacando las conclusiones para ciertas situaciones.

Soy una persona bastante detallista, y que a pesar de las malas vibras, situaciones o fines malos, intenta siempre ver un grano de luz en donde para muchos no hay. Me daría risa que dijeran que soy irracional y quizás me los imagine, pero les daría la razón con ser irracional, tampoco me molestaría si me dijeran loca. Cada uno tendrá su opinión para muchas cosas, pero no siempre yo haré caso a lo que comenten, es mas creo que los comentarios negativos hacia ti mismo son los que tienen más pinta con ganar y esfumar tus ganas de seguir viviendo en la luz.

Hablar de lo que acontece o se ubica mi historia es bastante sombrío, pero tampoco tan deprimente, aunque sea quiero creer que no es para tanto. Los días van pasando frente a mis ojos, la sensación de soledad se implanta en mi cuerpo, mente y alma, tanto que logra encoger de angustia y tristeza mi corazón.

Hace unas semanas que me siento así, después de haber perdido a mis seres más queridos, a los que me daban la calidez y apoyo incondicional luego de haber perdido ya una vez todo lo que pudiese amar. Mis abuelos eran aquellos seres de luz que no importara la situación o como la vida de los demás pudiese afectarme, emocionalmente o furtivamente. Mi abuela Evalín, conocida mas como Eva, era el cubito de azúcar mas dulce y dura de roer, era dulce cuando se daba oportunidad y terca con sinceridad dolorosa.

Pero sentías que el dolor se aminoraba por mas razón o no que tuviese, era la consejera de una vida luchadora que siempre pudo ver las almas negras (envidiosas) y almas blancas puras de entre todos. Luego estaba mi gran y súper abuelo, Simeón, él fue lo que se podría decir de los que te sermoneaban hasta no poder por los bajones negativos pero que te brindaba ese abrazo con cariño incondicional luego de que ya pudiesen sentir estabilidad en tus pies, podría aparentar ser un humano duro, insensible y serio, pero si sabías lidiar con su humor, tendrías buenas maneras de seguir buscando una manera para siempre seguir ayudando invisiblemente a los demás, siendo casi imperceptible en la existencia de los demás. Para muchos el no tenía corazón ni justificación por acciones, pero yo nunca fui de esas personas que se guiaba por los que miraba el resto, sino con lo que yo pudiera palmar y conocer. El ser humano nunca fue perfecto, por lo que no hay por qué juzgarlo si tu mismo ocasionas menos o mas errores del que puedas contar.

En síntesis tenía unos buenos abuelos que con mucho esfuerzo y cariño me volvieron a amasar el corazón y reconstruirlo luego de la pérdida de mis padres, y abandono de mis hermanos. Fueron y siempre seguirán siendo los mejores para mi, mis mejores amigos, abuelos y padres de corazón, es por eso que aun no se aceptar que los días ya no son como lo fueron.

Me es difícil cruzar la sala sin ver a mi abuelo Simeón leyendo un libro e invitarme a escucharlo, compartir tiempos silenciosos, disfrutando de su compañía. También está el cruzar la cocina y ver hacer experimentos raros culinarios a mi abuela, lleva de harina, haciendo aquella mueca rara y divertida, ayudarla a limpiar el desastre.

Último deseo (Crepusculo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora