Desafiando Al Destino: Darise

Rastreando a la bestia

Rosabella y Drake estuvieron en el bosque oscuro todo el día buscando al príncipe rubio pero fue en vano, no había rastro de Daring sobre la faz de la tierra. Ambos hermanos decidieron ir a una posada al pueblo para descansar, aunque el invierno ya estuviera por terminar seguía siendo demasiado helado para acampar en el bosque.

—Sigo pensando que lo correcto es que te des por vencida, ese imbécil no vale la pena y no vale tú tiempo—dijo el muchacho mientras leía un libro—El salió con Lizzie Hearts, no entiendo porque estamos llendo al bosque en lugar de ir al País de las Maravillas.

—No está con Lizzie, se fue con Cerise Hood. El día que desapareció me lo confirmó—Drake abrazó a su hermana.

—No entiendo porque hacer esto Rossy, ese imbécil no merece que pierdas tiempo buscándolo—le destrozaba alma ver asi a su hermana, ella era un buena chica aunque algo controladora—Dejalo ahí, donde sea que esté.

—No pretendo llevárlo conmigo, solo quiero una explicación y una disculpa, me debió decir la verdad—en eso las puertas azotaron y entró un joven de cabellos negros, piel pálida y ojos grises, con abrigo blanco de piel de oso.

—Necesito una habitación hasta que el camino al bosque esté libre de nieve por completo—Rosabella lo quedo viendo, sabía exactamente quién era aquel muchacho, solo conocía a un muchacho que usaba esos abrigos sin importarle que fueran de mujer—Ya deja de verme primor, parece que quieres desnudarme con la mirada.

—Tu no cambias De Vill, siempre serás un cretino y mejor no molestes a mi hermana—dijo Drake molesto parándose frente a Jonathan, pero en lugar de hacerse hacia atrás el De Vill dió un paso hacia enfrente.

—Si quieres tomar su lugar por mí no hay problema—el chico bestia dio un salto hacia atrás—Me encantan los híbridos, me da igual su género.

—Necesito que seas útil por una vez en tu vida Jonathan—dijo la castaña—Daring desapareció.......

—No lo he visto, pero quizás unos tragos refresquen mi memoria, por cierto cualquiera de los dos es bienvenido, o incluso ambos—los hermanos se dieron la vuelta y comenzaron a irse de ahi—Si cambian de opinión estaré en el bar.

—Eres un imbécil, no sé cómo llegue a pensar que quizás nos ayudarías—dijo la morena molesta mientras se iba del lugar con su hermano—Tendre que conseguir a alguien más que me ayude para encontrar a Daring.

—Haz lo que quieras, pero solo les dejare en claro que no lo van a encontrar.

Ambos hermanos estaban en su habitación, Rosabella daba vueltas en su habitación pensando en las opciones y para su desgracia no había ninguna.

La castaña bajo para hablar con Jonathan.

—Vine solamente porque espero que realmente exista un gramo de amabilidad en tu ser y ayudes a una persona que realmente está preocupada—la chica suspiro con cansancio—Estoy segura que fue mi culpa, le dije a Drake que quiero una disculpa pero realmente solo quiero ver qué está bien.

—¿Por qué? Él te abandonó para ir con otra chica, no deberías estar tan preocupada por alguien así.

—Yo comencé a precionarlo para ser alguien que no era, pero debió de ser honesto conmigo.

—Si fuera honesto te estarías quejando por su cinismo. No hay manera de complacer a todo el mundo primor, es una lección que no te haría mal aprender. Supongo que es un defecto de princesa.

—Diría que lo tuyo son defectos de villano pero solo eres un imbécil, eso no ha cambiado desde la escuela De Vill.

—Un villano y una heroína mediocre en el bar de un hotel durante una tormenta de nieve, suena como un interesante comienzo.

—Mejor rindete.

—Lo intenté, ¿Tú hermano no está interesado? Yo disfruto de todo—ese comentario la hizo levantarse de su asiente para irse—Hay una manada en el bosque, quizás sepan algo.

[.....]

Daring de encontraba viendo a la loba dormida a su lado, era feliz sin necesidad de lujos, palacios, títulos o alabanzas, de mucho más joven jamás se hubiera imaginado así pero ahora era feliz de estar ahí.

—Buenos días—dijo Cerise dándole un beso en la mejilla.

—Buenos días ¿Sabes? ¿Por qué esperar? Realmente muero de ganas de seas mi esposa, además una boda en primavera en muy cliché.

—No lo sé, no llevamos mucho juntos y quizás sería apresurado—ella tomo entre sus manos el rostro del rubio—¿Qué es lo que te preocupa?

—Que mi familia o que Rosabella nos encuentren y me quieran obligar a casarme con ella. Quiero quedarme contigo—ella solo sonrió y pegó su frente a la de él.

—¿Sabes? Creo que si es algo cliché la boda en primavera.

[.....]

Apple se encontraba en el patio trasero de la choza de los enanos mientras cantaba al pozo para escuchar el eco de su voz.

—Tu cantó debe poner verde de envidia a las palomas muñeca—dijo el lobo apareciendo en el pequeño jardín.

—No estoy segura de que las palomas canten—dijo sonriendo por la presencia de James.

—Estoy casi seguro que si cantan—dijo acercándose a la rubia y acorraladola contra el pozo, ella solo sonreía más mientras agradecía estar dando la espalda a James para que esté no pudiera notar su sonrojo—¿Sabes? Me preguntó si esos labios rosas serán veneno puro.

—Arriesgate si crees que lo vale—él la volteó y la besó como desesperado, la había extrañado—¿A qué viniste?

—Por ti, te robaré y será el raptó del siglo, ven conmigo Apple—ella río por lo bajo, claro que él le encantaba pero había sido una aventura de la escuela y aunque si tuviera sentimientos muy fuertes hacia James eso no le quitaba responsabilidades.

—Sabes que soy la futura Reina, no puedo sencillamente desaparecer y menos para ir contigo a quien sabe donde.

—Solo escucha a tu corazón, ven—dijo el de rizos negros con esa sonrisa que derretía el hielo y lograba derrumbar las barreras de Apple.

—E-Esta bien.