Parte única.

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Melifluo: Se aplica al modo de hablar o al comportamiento que es dulce, tierno, suave o amable. 

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Sus botas negras desentonan con todo su aura de escritor de verso sencillo, su cabello color miel solo es un aliciente para aquellos que le ven y piensan que no es más que un alma libre, que no hace nada por su vida aparte de fumar dos cajetillas al día. La chamarra de cuero empieza a sofocarle mientras se detiene frente a las tan conocidas puertas de vidrio y suspira. Sus botas de chico rudo pisotean el cigarro porque Kim Jongdae, no puedes fumar aquí. Lo siento mucho. Y él debería enojarse de que ese chico le hable así, pero lo cierto es que luego de varios meses le da igual y puede que haya entrado un par de veces al café con el cigarro encendido solo para que el barista le llame la atención.

Quién sabe, quizás él ya esté desvariando.

De hecho puede ser posible, quizás el estrés acumulado en su cuerpo ya es demasiado y está empezando a enloquecer. Quizás la voz chillona de su editora, Taeyeon, lo tenga un poco maniaco. Quién podría saberlo. La vieja chamarra de cuero va a parar al mismo rincón de siempre y antes de que siquiera pueda acomodar su trasero en el acolchado color vino escucha la voz del barista.

-Buenos días, querido escritor –La voz de Minseok siempre le ha parecido bonita, es vaonil, pero no grave. Es dulce, pero no chillona. Algo así como perfecta. –¿Vienes por un poco de inspiración o por el americano de siempre?

Jongdae permite que una diminuta sonrisa le tire de los labios y asiente en dirección al chico, Minseok bien sabe que viene por ambas cosas. Ha sido igual desde hace once largos meses.

Porque todo empezó cuando la fama de su último libro se acabó y Kim Taeyeon le exigió un nuevo escrito para seguir haciendo tratos con él y Jongdae ciertamente pensó que estaba bien, que él podría escribir una nueva historia que engatusara a unos cuantos chiquillos y así él podría seguir ganando dinero, pero la realidad es que no ha podido siquiera recrear una historia en su cabeza. Nada.

-Aquí tienes, cariño, un americano doble –Es Minseok quien pone el café en la mesa que siempre ocupa, y aunque está un poco de mal humor le regala una tenue sonrisa porque sí, porque le da la gana. –Avísame si necesitas algo más.

-¿Tendrás un poco de inspiración por ahí? –Cuestiona. Minseok bufá -¿Tal vez una buena historia?

-Por supuesto, querido escritor. La inspiración la vendemos al dos por uno y las historias son gratis luego del cuarto café.

La respuesta del barista le hace reír y por un solo segundo se olvida de que él, realmente, necesita empezar a escribir algo bueno si no quiere tener que dar clases en una universidad. Él es un escritor, para ello estudió. Él no pasará su vida enseñando a jóvenes sobre letras para que estos se conviertan en escritores; claro que no, eso jamás pasará.

Melifluo [ChenMin] | Colección SensacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora