Adrianna
Ese sueño parecia tan real. Hasta que rotando una vez más por mi pequeña pero cómoda cama, me caí al suelo haciéndome un pequeño moratón en la espalda.
Tenía que pasarme hoy, ahora, a mí..-gruñí haciendo una mueca de dolor antes de ir a la cocina para ponerme una pequeña bolsa con hielo encima del moratón durante unos minutos antes de volver a mí cuarto en silencio sin despertar a mí madre ya que había estado trabajando hasta las cuatro de la madrugada-
Uhm, escogí unos tipicos vaqueros negros pero rajados. Esos que se llevaban de moda en el Siglo XXI.
Después de tanta búsqueda, encontré mi blusa blanca favorita para mi primer día. Teniendo un poco de frío, cogí también mi sudadera negra de Adidas a juego con mis Adidas Superstar negras con las líneas blancas. Bajé con la mochila ya en mi hombro preparada para salir dirigiéndome hacia la parada de autobuses.Cuando subí ya en el autobús recibiendo miradas de todo el mundo, me estremecí un poco al ver muchas caras conocidas y muy conocidas las cuatro chicas que estaban al final del autobús. Para no meterme en más peleas, decidí ponerme los auriculares y escuchar canciones mirando por la ventanilla.
Pensé en él, sí, en ese chico el cual estaba enamorada desde Primaria.
¿Iría a la misma Universidad que yo?
Supongo que sí iría, tendría posibilidades esta vez, de ser al menos su amiga. Pero entiendan, que es un chico rebelde, mujeriego, siempre metido en peleas y demasiado popular. Tanto que todas las chicas de mi antiguo Instituto lo sabían todo de él.
¿Se fijaría en una chica como yo? Yo creo que no. Él es perfecto y yo, pues una rarita, una empollona y más fea que un feto malparido.He de decir que aún teniendo los ojos azules, muchas pecas, normal, ni tan gorda ni tan anoréxica. Simplemente una chica normal, es difícil para mí socializar con la gente. Por eso siempre me iba a la biblioteca, no tenía a nadie y lo único que necesitaba en ese momento era leer todo el rato, me encantaba y me sigue encantando, pero, siempre me lo encontraba a él, sonreía cuando el me sonreía. Era un típico juego de sonrisas. Así estuvimos un año entero.
Después de unos minutos más, el autobús paró en seco haciéndose notar que habíamos llegado a la Universidad. No era la típica chica emocionada saltando de alegría y llorando por todo. Pero tenía unas ganas inmensas de empezar mi primer día aunque he de admitir que estoy demasiado nerviosa por todo.
Me iba a mudar aquí, pero no quería dejar a mi madre sola aunque tampoco teníamos tanto dinero ni seguimos teniendo aunque ya tengo ya dos trabajos para ayudarla a pagar la hipoteca y las facturas de la casa. Supongo que eso es ser buena hija.
Me bajé del autobús mirándolo todo con mucha atención, cada arbusto, cada cartel, cada fraternidad, etc. Era igual de increíble que en las fotos. Decidí acercarme hacia los puestos de hermandades, actividades y asociaciones. Hasta que lo vi, lo vi apuntándose al de lectura disimulando. Sabía que le encantaba, pero no tanto como para que un popular como él lo hiciera. Me acerqué hacia la lista para hacer lo mismo que él para cuando levanté la vista me estaba mirando con una pequeña sonrisa enseñando esos hoyuelos que tanto me encantaban.
Decidí irme rápidamente al baño para que no me viera sonrojada hasta que las vi, detrás de mí, me habían visto y las cinco nos esperábamos lo que pasaría. Así que de un movimiento rápido recibí esa paliza en la nariz que tanto quería darme la muy fresca en el autobús.
Vuelve a sonreírle, hablarle, lo que sea que tenga que ver con él. Y te llevas otra —dice con superioridad aquella chica llamada Sam la cual había tenido un mal pasado cuando dejamos de ser amigas—
Empecé a sollozar en silencio secándome rápidamente las lágrimas que caían por mis mejillas hasta que alguien llamó a la puerta. De repente pensé que era ella otra vez así que cuando entró esa misteriosa persona, le pisé el pie escuchándose una mueca de dolor más grave que la de una chica.
Al ver quién era, me sorprendí bastante. No era Sam. Era Ryan.
ESTÁS LEYENDO
The love between the rebellious boy and the girl in love.
RomanceHola, soy Adri o, mejor dicho, Adrianna Young Parker. Lo cual solo mi familia puede llamarme con tal apodo, los que no son mis amigos o familia, me llaman Adrianna. Tengo un hermano dos años pequeño que yo, pero, mucho más alto que yo, Jake. Desde q...