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-Él ya la amaba, y ni siquiera la conocía. Sin embargo, ya identificaba su olor, se ponía feliz al escuchar su voz, el por fin sentía el primer amor. Y aunque fuera ilógico en pensar en el amor, no había otra palabra para describir lo que él sentía por ella, era un vínculo inexplicable que los unía, y al menos él lo sabía.
Despertaba todos los días, pensando en saber de esa persona amada, en darse cuenta cómo le iba a ella en su día con día.

A veces ella parecía un poco frustrada, como molesta por algo que él desconocía, pero de alguna forma se sentía culpable. Sentía impotencia de no poder controlar la rabia que ella tenia, esas molestias que reflejaba día con día. Y sin embargo él la amaba.
-¿Por qué no me hará caso? -pensó- es que realmente no significó nada para ella, ¿seré muy poca cosa?, por más que lo intento no puedo llamar su atención, y estoy tan cerca de ella, y no se da cuenta, es como si no existiera (y en efecto para ella no existía).

Él en verdad lo intentaba, trataba de demostrarle su amor de mil formas, le daba señales de su amor hacia a ella. Tal vez si ella decidiera quedarse con él, estar a su lado, ambos podrían encontrar su felicidad (porque como saber si uno puede ser feliz, sino se da la oportunidad de serlo, de intentarlo al menos). Pero había días donde él en verdad pensaba que ella lo odiaba, que no quería saber nada de él, que no quería verlo, ni tenerlo cerca. -No lo entiendo, si ni siquiera, se ha dado la posibilidad de conocernos- pensaba él
¿Qué hice mal?, ¿qué culpa tengo?, sin embargo él seguía a su lado.

Los días se convirtieron en meses, y los cambios que ella sufría no se mantuvieron, solamente internamente, ya se reflejaban físicamente. Él nunca la había visto tan cansada, odiándose tanto por su apariencia física, por cómo se veía, pero para él, esa mujer era la más hermosa, perfecta, que pudiera existir y realmente odiaba que ella no se diera cuenta de eso.
Y peor aún no se daba cuenta más de nada por en su mente solo había incertidumbre, negación, y tristeza, la confusión era algo tan habitual en ella, como el rico aroma en el café.

¿Qué será lo que la tiene así?
Él a veces ya no comía por ella, se sentía débil, tal vez tanto amor por ella, le estaba haciendo daño, y más por escuchar que ella no lo quería en su vida. ¿Pero por qué? Realmente soy muy malo -pensó-  y lloraba amargamente por qué quisiera saber al menos la razón de todo ese misterio. Cómo era posible que la mujer que él amaba, sufría, lloraba y estaba tan mal, por él, el ser que más la amaba, y sin tener ni una oportunidad de demostrárselo.

Un día, de esos tristes, sentimentales por el clima, el silencio del ambiente, y por la angustia que en el rostro de ella se reflejaba. Él se sentía feliz porque al fin después de muchos meses ella al final volvía a salir de su casa, pero a su vez también estaba preocupado, realmente preocupado, a donde iría, tan misteriosa, y en un día como ese, tal vez escogió el peor día, un dolor en el corazón le llegó de repente.

No vayas, por favor no vayas -él le gritaba- sin recibir respuesta alguna, por algún motivo él tenía un profundo miedo y probablemente era la primera vez que lo sentía, era un sentimiento tan gris -pensaba-, era difícil imaginar el sentimiento que en surgía, un profundo terror de pensar perderla a ella, eso que todos tenemos pero muy pocos valoramos...

Sus intentos ahogados de detenerla fueron en vano, ella aunque insegura llegó al lugar, donde sería su despedida, ella se desnudó, enfrente de un hombre.
Mil dagas se clavaron en su corazón, nunca había sentido tal dolor y rabia, al percatarse de eso, pero aquel hombre le daba miedo, y no podía hacer nada para detenerla, lo que ocurrió después fue ahí peor. Ella se recostó en una cama, en un cuarto frío, donde la vida pareciera escaparse.
El hombre comenzó a tocarla, como si la examinará, como si tuviera algo que revisarle, él no podía detenerlo, pero le decía a ella -¡detenlo! ¡Por favor detenlo!, no lo permitas.

Aunque ella paró todo aquello un par de veces, por que no estaba segura de lo que hacía, lo dejo avanzar, y conforme transcurría el tiempo, ellos cada vez se separando más. Él pensaba cómo es posible que esa mujer a la cual amaba con todas sus fuerzas, le estuviera causando tal daño. Ese dolor lo estaba matando y en ese momento se dio cuenta de lo que pasaba, ella se estaba deshaciendo de él. Lo estaba abortando.
Ella no le dio una oportunidad, ella le negó el ser felices juntos, ¿que culpa tenia él? De los errores del pasado de ella, y sin embargo lo mató antes siquiera de que él pudiera decirle te amo mamá.
El dolor más grande para él fue, el no saber ni el porqué fueron así las cosas,
Por qué no pudo tener ni amor ni ... vida.

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⏰ Última actualización: May 20, 2018 ⏰

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Sin amor, sin vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora