Presión, la siento en el pecho, me oprime, dificulta mi respiración, quiero llorar,pero no lo hago.
Mi respiración se acelera, creo que voy a explotar ,una lágrima tímida asoma, pero se desvanece sin salir de mi ojo, me tumbo, cierro los ojos y me relajo pero mis brazos no se destensan, mi garganta se siente seca aún cuando no tengo sed, el oxígeno cruzando mi garganta me quema, quiero dejar de respirar pero mi diafragma rebelde me lo impide. Me arden las pupilas aun cuando están escondidas bajo mis párpados cerrados, las siento irritadas. Mis lágrimas brotan tímidamente y una sonrisa triste se dibuja en mi boca, no es algo que controle, es más autómata que otra cosa. Parezco un demente sonriendo mientras lloro con los ojos cerrados, quiero huir, encerrarme y recluirme temporalmente, dejar que los problemas se vayan con mis lágrimas ácidas, siento que los ojos se me comienzan a hinchar. Mis ojeras se notan más por la hinchazón, me duele la cabeza y empiezo a sentir que floto, una espiral celestiale envuelve como si fuese el mismísimo Zeus pero, no dura mucho, empiezo a caer de golpe y una risa resuena en mi cabeza, es la mía, me oigo hablándome :"¿No deberías liberar ya tus demonios? Déjalos salir y todo el dolor cesará, ambos sabemos que lo necesitas." Rechazo la ofertay me encuentro en un pasillo, me veo reflejado en un espejo frente a mi pero estoy más demacrado, pero notablemente más feliz, rodeado de gente de la peor calaña los cuales actúan como defensa, doy un puñetazo al espejo haciéndolo añicos y resquebrajando la piel en mis nudillos.
Sangran, el cristal se mancha, refleja mi aspecto real aunque este en parte roto se me distingue. Me acerco y siento que soy una pluma.