SEOKHOON [1]

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Habían dos cosas que Seokmin no podía tolerar. Una era tener que levantarse temprano para llevar a Dino a la escuela y la otra era que dudaran de su profesionalismo al cantar. 

Bien, lo admitía, él no estudió como JiHoon lo había hecho, lo suyo se podría decir que era innato, algo que con el tiempo fue perfeccionando hasta llegar a ser una de las voces principales en Seventeen junto a Seungkwan. Sólo Seokmin sabía lo mucho que se había esforzado por llegar ahí, y fue por eso que el comentario de JiHoon hirió su orgullo. 

Cuando el más bajo se disponía a salir de la cabina no dudó en coger su muñeca con fuerza, apretándole, y le pegó a una de las paredes acolchadas de la cabina. Su ceño fruncido y su mandíbula tensa impresionaron más no asustaron a JiHoon.

-¡¿Qué crees que haces?! -Chilló el más bajo intentando soltarse, por lo que el castaño apretó un poco su agarre.

-¡¿Quién crees que eres para tratarme así, eh?! Siempre cuestionando todo lo que hacemos, no entiendo un carajo cuando me hablas de tonos, de armonías, pero nunca te das el trabajo de preguntarnos algo y... -Cuando el más bajo le apartó la mirada, Seokmin alzó la voz aún más molesto.- ¡Y MÍRAME CUANDO TE HABLO, MALDITA SEA!.

Los ojos de JiHoon abiertos de par en par provocaron en Seokmin un instinto casi animal. Sus labios se acercaron a su cuello y comenzaron a morderlo de inmediato, dejando varias marcas rojizas. JiHoon estaba sonrojado, tenía muchas marcas en su cuerpo, pero para su suerte la tenue luz de la cabina no permitía que Seokmin las viese.

El más bajo de los dos intentó reprimir un gemido cuando Seokmin le apegó más a la pared y le obligó a subir una de sus piernas a su cadera, colocando sus manos en su trasero para acercarle a él. El castaño succionaba apartándose un par de segundos solo para respirar. 

-S-Seokmin, detente, van a venir... nos van a ver. -Murmuró JiHoon intentando convencerse de que el trabajo era más importante. Seokmin sonrió de lado y se acercó a su boca. 

-No. La cabina aisla el sonido, y ellos creen que estamos muy ocupados ensayando. -Seokmin pudo ver como JiHoon volvía a apartar la mirada, por lo que casi sin cuidado le cogió de la barbilla y le obligó a mirarle.- Escúchame, JiHoon. Vas a verme, todo este tiempo vas a verme, ¿Me has oído bien?.

Si a JiHoon el inglés de Vernon, los movimientos de Hoshi, la travesura de MinGyu y la voz grave de S Coups le gustaban, esta faceta de DK le había fascinado. Él siempre se mostraba tan alegre, tan tranquilo, nunca enojado. 

Enojado era mucho más sexy. 

Tras asentir con su cabeza de manera sumisa, los dedos de Seokmin se pasearon por los labios hinchados de JiHoon acariciándolos con una sonrisa. 

-Así me gusta. -Murmuró antes de atacarlos de nuevo. 

Las piernas de JiHoon se enredaron en la cadera del cantante y sus brazos lo hicieron en su cuello. Seokmin mantenía a JiHoon apoyado en la pared mientras le quitaba la camiseta con rapidez. No fue hasta que Seokmin la había retirado y tirado que JiHoon recordó ciertas marcas de dientes en su piel.

"MinGyu, te voy a matar" pensó. Antes de que pudiera intentar algo, Seokmin le había bajado de sus piernas, pero en lugar de comenzar una pelea por esas marcas notó como ahora le jalaba el cabello con suavidad para ponerle de frente al cristal de la cabina. 

-Mírate, JiHoon, quién diría que un día de estos serías tú quien recibiera las órdenes. -Murmuró Seokmin en su oído mientras sus manos paseaban por el pecho del más bajo. Acarició sus pezones con suavidad antes de jalarlos un poco y dio una lenta lamida a su cuello. 

JiHoon se estremeció soltando un agudo quejido para después morderse los labios. Notó entonces que al estar frente al cristal -y por tanto, frente a la puerta.- si alguien entraba no había manera de explicar lo que estaban por hacer.

SEVENTEEN'S LEMONADE.Where stories live. Discover now