Capítulo 10: "El buzo de la excusa"

169 13 2
                                    

En tantas cosas yo te odio
que me hace mal estar con vos


Benjamín
-¿Pero no te dijo nada más? ---Nacho parecía confundido---.

-Es la tercera vez que me lo preguntás, primo. Me cambió de tema para decirme cómo llegar a su casa y después no me habló más.

-Bueno, por lo menos ahora sabés dónde vive.

-¿Qué... qué querés decir con eso?

Se rió.

-Nacho ---le advertí---.

-Tranquilo ---volvió a reír---.

-Hablando de tranquilo ---achiné los ojos---, vos andás muy nervioso; distraído.

-¿Yo?

-Ajá ---sonreí en línea de simpatía---. Discúlpeme que le pregunte, señor ---empecé a molestarlo---, ¿se debe eso a que la señorita Tinelli lo alcanzó hasta su casa ayer?

-¿Qué decís? Pero no digas pavadas ¿querés? Daaale Benjamín, no me gas...

-Suerte que no te equivocás con mi nombre.

-¿Eh?

-Trajiste un par de zapatillas distintas.

Abrió los ojos como platos y se miró los pies.

-Co...

-¿Cooo? ---seguía gastándolo---.

-Co-coincidencia ---respondió nervioso---. Qué, ¿no me puedo equivocar?

-Para nada, yo no dije eso.

-Además, una es azul y la otra negra, y son el mismo modelo. En la oscuridad las puedo confundir.

-Ni te gastes en explicarme ---reí, colgando mi guitarra en mi hombro---, cabeza de enamorado.

-¡Benjamín! Vení para acá ---gritó enojado una vez que salí del departamento, haciéndome reír---.

Lali
Buscando mi buzo preferido, ese amarillo de invierno, encontré la invitación del casamiento de Delfina que no sé por qué razón había perdido. Entre toda la mudanza tampoco tuve el tiempo de revisar todas las cajas, pero lo más importante ya estaba armado: la cama.

Me puse cualquier campera y una bufanda negra porque me cansé de buscar el buzo. Salí de mi habitación y me serví un capuchino de envase en una taza grande, para acomodarme en la ventana y mirar hacia afuera por unos minutos. Saqué mi teléfono para escuchar nuevamente mi disco y revisar un poco las redes, hasta que me llegó un mensaje de Santiago que hubiese preferido no abrir.

Whatsapp - Santiago
Santiago: Hola Lali.
Santiago: ¿Qué vamos a hacer?

Yo: Hola.
Yo: Te pedí que me
dejes pensarlo.

Santiago: Mañana es la boda de Delfina. ¿Cuándo pensás decirme? Yo me tengo que comprar esmoquin.

Apreté los dientes y mordí mis labios después de mandar el siguiente mensaje.

Yo: Ok. Pasá por mí mañana
a las ocho. Nos vemos.

Santiago: Nos vemos.

Benjamín
Íbamos por el... ¿décimo? Creo que décimo mate, cuando Peter nos habló.

-¿Saben de quién es este buzo?

-Sí, de Lali ---contestó Luisito---.

-¿Se lo habrá olvidado? ---pregunté, mientras le agregaba más azúcar al mate---.

-Quizás. ¿Vos se lo podrás alcanzar Benja?

-Seguro ---me levanté de mi lugar---.

-¿Ya te vas?

-Tengo que hacer un trámite ---agarré el buzo amarillo y sonreí al pensar que a Lali le quedaba por las rodillas---.

-Trámite, sí. En la casa de Lali.

-¡Te escuché Peter! ---dije entre dientes antes de salir---.

Lali
Dejé el teléfono en la mesa y comencé a limpiar el departamento. Tenía que sacar todo de las cajas y acomodar, barrer, pedirme algo de comer, etc.

Pasaron treinta minutos y alguien tocó mi puerta.

-Hey, Benja ---dije sorprendida al abrir y él se acercó para dejar un beso en mi mejilla---.

-Perdón ---sonrió todo lindo y miró un poco el departamento---, ¿esperabas a alguien?

-Sí, a la comida ---reí---. Qué sorpresa.

-Te dejé un par de mensajes pero no leíste ninguno. Dudaba en venir o no, pero supuse que buscabas esto ---me entregó una bolsa---.

-¡Mi buzo! ---sonreí contenta mientras lo abrazaba---. Gracias, lo busqué un montón. ¿Te quedás a comer? Pedí empanadas de carne y pollo.

-No sé si puedo.

-Dale ---insistí---, es una buena forma de agradecerte esto ---levanté el buzo con cara de súplica y admiré su risa---.


Benjamín
Ella seguía comiendo y lo hacía rápido, quizás por nervios. Nuestra conversación parecía una discusión de casados con experiencia.

-¿Tanto escándalo porque voy con Santiago? Seguro te ve y te saluda re bien.

-No voy, Lali.

-¡¿No vas al casamiento de Delfina?!

-No, no voy a poder. Coincide con el día en el que tengo que presentar mi último tema en 3música, y por fin termino el armado del disco. Voy a estar a las corridas; no creo poder llegar.

-Qué pena. ¿Y...

-No me cambies de tema ---la interrumpí---, estábamos hablando de lo que vas a hacer vos.

-Siempre hablamos de lo que hago yo, siempre me reprochás lo que quiero hacer yo. ¿Es joda?

-Te estoy advirtiendo, Lali. La vas a pasar mal. Pero no ¿sabés? No sé para qué pierdo mi tiempo con vos ---me levanté de la mesa y ella a la par mía, pero no la dejé hablar más---, quizás es hora de dejar de ayudarte, ¿no? Sabés perfectamente las consecuencias de las decisiones que tomás ---llevé el cierre de la campera hasta arriba y la miré una última vez---. Que tengas lindo día.

Único - BenjaliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora