Mothers ties
Normalmente nunca despertaba de madrugada, por extraño que pareciese, aquella enorme y lúgubre mansión le hacía sentirse protegida y a menos que alguno de los mellizos llorase en medio de la noche, ella podía darse el lujo de dormir profundamente.
Sin embargo por alguna razón esa día precisamente se despertó a solas y en medio de la oscuridad con la inminente necesidad de ver a sus hijos, lo cual no era en realidad difícil si consideraba que el cuarto de sus bebes estaba justo frente al suyo.
Cuál sería la sorpresa que se llevó al entrar y notar claramente como una mujer, refugiada en las oscuridad de la noche, observaba con detenimiento las cunas de sus donde sus hijos descansaban. El primer instinto fue por supuesto atacar, pero antes siquiera de reaccionar la intrusa ya sostenía un afilado cuchillo sobre su cuello inmovilizándola contra la pared.
Sin embargo cuando la luna ilumino al completo la habitación, su brillo plateado ilumino las facciones de la atacante frente suyo permitiéndole reconocerla y sentir con ello como la adrenalina experimentada anteriormente se convertía poco a poco en un temor frio.
- Talía. - alcanzo a pronunciar en voz alta, más para confirmar que no se trataba de una pesadilla que como reconocimiento.
- Rachel. - contesto la mujer en un tono carente de emoción pero con la mirada brillante y mortal que tanto le caracterizaba.
- ¿Qué estás haciendo aquí? - Pregunto Raven en un intento de recuperar el control sobre la situación lo suficiente para poner a sus hijos a salvo. Por supuesto la Al Ghul no era una rival sencilla, podía no tener poderes pero era tan mortal como un desastre natural y jugar con ella era una pésima idea si la mujer no sentía los mismos deseos.
- Solo he venido a conocer a mis nietos. - fue la respuesta escueta de la asesina cuyo sometimiento no disminuía, a pesar de la clara sorpresa en el rostro de su "victima". - Ahora voy a soltarte, pero si intentas usar tu magia conmigo estarás muerta antes de siquiera darte cuenta. - amenazo la de ojos esmeralda, pero cumpliendo su palabra y sin perder la guardia libero a la hechicera que de inmediato se dirigió a sus hijos para comprobar que no tuviesen daño alguno.
- No les he lastimado, solo deseaba observarles un poco. - explico Talía al tiempo que se colocaba al otro lado de la cuna en donde un bebé de cabellos negros dormía. - Es idéntico a Damián.
Raven por su parte no podía creer que se encontraba en una situación tan irrisoria, la madre de su esposo estaba allí, en la mansión Wayne, tan letal y peligrosa como siempre ha sido ¿simplemente para conocer a sus nietos? Sonaba imposible, sin embargo nada en las emociones de la mujer hacían suponer a Rachel que mentía, la hija de Ra's Al Ghul solo emanaba añoranza y por extraño que pareciese...cariño.
- Su nombre es Nasir. - explico Raven mientras acariciaba con ternura el rostro del pequeño. No pudo evitar preguntarse qué pensaría Talía si su nieto abriese los ojos en ese momento y notara que estos eran tan violetas como los propios. - Ella es Sahira. - continuo la hechicera al tiempo que arropaba con cuidado a una bebe de cabellos violáceos y en apariencia similar a la hechicera. - Tiene los ojos de Damián. - dijo mientras observaba directamente a la mortal mujer. - Tus ojos.
- Son nombres fuertes. - acoto la asesina. - Los pruebo. - añadió. - Aunque imaginaba que los nombrarían como los padres de mi Amado o como tu madre fallecida al menos. - No había malicia en sus palabras, simple curiosidad y fue por ello que Rachel no pudo menos que satisfacer las dudas de la mujer.
- Lo consideramos. Pero no deseábamos marcar su destino con el nombre de personas que ya habían tenido oportunidad de labrar el propio. Damián deseaba que tuviesen la oportunidad de elegir su propio camino.
- Una sabía decisión. - acoto Talía. - Muy propia de mi hijo que siempre se las ha arreglado para ir en contra del destino elegido para él.
Nuevamente las palabras de aquella mujer sorprendían a Rachel, no había rencor en ellas, como si hace mucho Talía hubiese perdonado la traición de su hijo a los Al Ghul. Se permitió observarla a detalle como nunca antes había hecho; seguía siendo tan sensual como antaño, de curvas pronunciadas y facciones hermosas; pero dejando notar que entre sus cabellos castaños ya eran visibles hebras blancas como la nieve y en las comisuras de sus ojos esmeraldas el paso del tiempo se declaraba ganador. Aún era bellísima y los años no parecían hacer más que acentuar esa verdad.
- Me marcho. - anuncio la castaña al tiempo que colocaba en uno de los muebles de la habitación dos dagas finamente decoradas en piedras preciosas y metales valiosos. - Son dagas gemelas. - explico mientras se acercaba a la ventana por la que Raven suponía había entrado. - Reliquias que han pertenecido a los Al Ghul desde los primeros años de mi padre. Adecuadas para recordar a mis nietos su herencia y que siempre serán más fuertes unidos que por separado.
La mitad demonio hizo lo posible por no soltar una risita ante tan mortal obsequio. Seguramente al padre de su esposo no le gustaría en lo absoluto que sus nietos recibieran armas como regalo por su nacimiento, pero a ella le parecía un gesto enternecedor y muy propio de los Al Ghul. Esa era la forma extraña que tenía Talía de reconocer a sus hijos como parte de su sangre y por tanto ponerlos también bajo su protección.
- Se los entregare al crecer. - anuncio Raven mientras con un portal los hacía desaparecer del escrutinio continuo en la mansión.
- A los trece años. - informo la mayor.
- A los trece años. - concedió ella.
- Protégeles hija de Trigón. - añadió con misterio la mujer. - La sangre que corre por sus venas es poderosa...les espera un destino abrumador.
Y tras esa enigmáticas palabras la mujer desapareció de la habitación tal y como había llegado...sin dejar el menor rastro.
Raven paso unos minutos observando en silencio el sitio donde Talía Al Ghul había desaparecido hasta que un profunda voz le llamo desde la oscuridad.
- Amada. - emergiendo de las sombras se encontraba Batman, el inconfundible símbolo del murciélago en su pecho pero siendo la capa reemplazada por una gabardina que le brindaba un aspecto más feroz y peligroso. Su esposo se había encargado de tomar el manto de su padre sin perder la propia esencia al hacerlo, convirtiendo la aterradora leyenda en algo más tangible y mortal.
- Estamos bien. - contesto ella, conociendo la pregunta oculta tras el silencio del hombre que elegido como compañero, al tiempo que este se retiraba la máscara, permitiéndole ver sus ojos cual jade, aquellos ojos que tanto amaba. - Tu madre vino a visitarnos.
Una mueca de molestia se posiciono en el rostro de Damián, más para Raven no pasó desapercibido el ligero rayo de curiosidad que cruzo por la mirada del menor. La relación entre el hijo de Batman y la hija de Ra's Al Ghul ya no era tan tensa como en el pasado, incluso se podría decir que el desprecio había desaparecido, pero pese a ello distaba mucho de ser ideal.
- Ya veo. - fue la escueta contestación del hombre que prosiguió en besar a sus bebes para después marcharse a la habitación compartida, era obvio que la visita no le inquietaba lo suficiente como para salir tras la mujer, lo que significa que en realidad él no creía que Talía tuviese segundas intenciones con aquel encuentro y esa seguridad era suficiente para que los restos de duda en Raven se desvanecieran. Si su esposo confiaba en la actual cabeza del demonio, no existía razón para que ella desconfiase de sus propios instintos tampoco.
Rachel se detuvo un momento para observar nuevamente la oscuridad reinante fuera de la mansión, a lo alto del cielo la luna brillaba con intensidad como augurando una noche tranquila. Sin pensar más en ello se despidió con una caricia de sus hijos y marcho a donde Damián seguramente le esperaba para dormir.
No había más nada que temer, Talía Al Ghul era muchas cosas, una asesina y manipuladora nata, un títere de los intereses de su padre capaz de rebelarse por los propios, una mujer enamorada pero solitaria y por sobre todo, en lo más profundo de su alma, no era más que una madre preocupada.
Y las madres siempre logran comprenderse entre sí.
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Mother's Ties
ФанфикTalía Al Ghul era muchas cosas, una asesina y manipuladora nata, un títere de los intereses de su padre capaz de rebelarse por los propios, una mujer enamorada pero solitaria y por sobre todo, en lo más profundo de su alma, no era más que una madre...